Macri-Peña, la fórmula que anticipa el 2019

«Marquitos» salió de su despacho y ahora recorre el interior del país como si fuera un candidato más. Las especulaciones sobre el sucesor de Macri no incluyen a Vidal por el efecto de las encuestas.

Entre reportajes radiales, y visitas relámpago a distintas localidades del interior del país, el presidente Mauricio Macri y su jefe de Gabinete Marcos Peña, se transformaron en la dupla más visible del PRO, dentro de Cambiemos, para apuntalar los distritos electorales donde el oficialismo encierra inocultables dudas sobre un resultado positivo para las primarias de agosto, y las legislativas de octubre. “No son los únicos, buena parte del Gabinete está a cargo de acompañar a nuestros candidatos”, explicó una alta fuente de la Casa Rosada a Letra P, para despejar las intrigas que desató la intempestiva salida del ministro coordinador de su despacho, y su hiperactiva agenda.

¿La Casa Rosada comenzó a construir un nuevo candidato que exprese al entorno inmediato y más cercano del Presidente?, preguntó este portal en distintos despachos de Balcarce 50. “Eso es un disparate, porque surge de una versión ridícula, que consiste en asegurar que el Presidente no buscará la reelección, y lo más seguro es que la buscará”, atajó un colaborador cercano al ministro coordinador para despejar los rumores que comenzaron a resonar dentro y fuera de la Casa de Gobierno, pero especialmente desde que el diario Clarín deslizó que Macri había designado a Peña como su posible sucesor. “Es una opereta que no tiene el menor asidero, todo el Gabinete esta en la misma línea de trabajo, y eso no implica que los ministros que recorren el país vayan a ser candidatos”, espetó el funcionario, que repitió la reelección de Macri como una definición segura de Cambiemos para 2019.

Sin embargo, el “tuneo” de un Peña descontracturado, que besa vecinas, bebés y adultos mayores en las zonas donde la economía de Cambiemos provoca estragos, ya desató todo tipo de especulaciones. El ministro coordinador, por decisión de Macri, es el jefe nacional de la campaña del oficialismo y en las últimas semanas desempolvó su look con «barba de días» en zonas donde el desánimo es directamente proporcional al empobrecimiento de la población. El 19 de julio apareció en Bahía Blanca, una de las ciudades del interior bonaerense donde el desempleo y la recesión son tan ásperos como en Mar del Plata. Su aparición impactó en los medios, porque fue el primero en desacreditar públicamente los resultados de las encuestas que, ya en ese momento, anticipaban una tendencia negativa para los candidatos de Cambiemos en la provincia que gobierna María Eugenia Vidal.

Desde el raíd por tierra bahiense sólo han pasado diez días, pero luego de esa escala Peña reapareció por distintos distritos bonaerenses y luego recaló en Cañuelas y este jueves pisó la provincia de Santa Fe para mostrarse con los candidatos de Cambiemos en la ciudad capital, y luego en Rafaela, Esperanza y Humboldt, puntos del interior agrario donde el oficialismo apuesta a una victoria dentro del esquema federal que la Casa Rosada refuerza para equilibrar los pronósticos preocupantes en Buenos Aires. Poco después, en la misma jornada, hizo lo propio en Tecnópolis, rodeado por algunos ministros que no ocultaron su sorpresa por la «frescura y amabilidad» de su jefe inmediato.

El listado de localidades, aseguran en la Rosada, se multiplicará con fruición hasta octubre. Tal mapa de hiperactividad, en otros despachos oficiales, “es la inocultable muestra del deseo del Presidente de erigirlo a Marcos como su candidato”, aseguró un funcionario que también conoce los detalles y el funcionamiento de la cocina de decisiones de Balcarce 50. “Pero no es el único: Mauricio piensa en Marcos, pero también en Horacio (Rodriguez Larreta)”, arriesgó la fuente para ponderar al jefe de Gobierno porteño que, en los cálculos del Gobierno, será desde octubre uno de los mandatarios que podrá exhibir una victoria “holgada y segura” en la Ciudad de Buenos Aires. Quizás por eso, las especulaciones sobre los posibles sucesores de Macri ahora no incluyen a la gobernadora Vidal, cuyo nombre es, para el establishment, “un número puesto” a partir de 2019. Para que la mandataria bonaerense pueda cumplir con esa aspiración del empresariado debe pasar con éxito el examen de octubre, una instancia que aparece cada vez más lejos en las encuestas que maneja el oficialismo. (Fuente LetraP)