El Juncal: centro para agregar valor a los frutos secos

Un Centro de Servicio para el agregado de valor en frutos secos de la zona del IDEVI, se pondrá en funcionamiento a fines de este año en El Juncal, a unos 15 kilómetros de Viedma, que ofrecerá a los productores de la región acceso a tecnología para agregar valor a sus productos.

Los objetivos de este proyecto fueron explicados por la coordinadora del Frutos Secos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), Yanina di Nardo, quien señaló que «este proyecto comenzó como una necesidad identificada por el Cluster de Frutos Secos de la Norpatagonia, para agregar valor y aumentar la capacidad de procesado en la región”, explicó di Nardo.

El Centro funcionará en la zona conocida como El Juncal en un inmueble cedido por el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI) y reacondicionado a través de fondos del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) y del Gobierno de Río Negro.

“Una vez priorizado el Proyecto, gestionamos el financiamiento necesario que, entre las reparaciones del edificio y la compra de maquinaria específica, alcanzó a más de 3 millones de pesos”, se detalló.
Cualquier proceso de agregado de valor en frutos secos debe comenzar con el descascarado y pelado del producto. “Por ello, es a este punto, al que se destinó la mayor cantidad de fondos para la puesta en funcionamiento de una Línea de descascarado de nueces”, agregó di Nardi.

La maquinaria identificada por el Cluster y comprada a través de gestiones del Ministerio de Agricultura con fondos de la Unidad de Cambio Rural, será la primera máquina diseñada y fabricada íntegramente por la empresa.

Se explicó que «existen algunas experiencias de descascarado automático en Mendoza pero con equipos importados. Nosotros compramos a la empresa Albion, especializada en líneas y equipamiento para el procesamiento de frutas y hortalizas, este equipo que tendrá una capacidad de procesamiento de 200 kilos por hora. Al ser la primer maquina que pondrán en funcionamiento en el país, va a ser una experiencia de desarrollo conjunto”.

El equipamiento se completará con la compra de un dosificador gravimétrico para envasar automáticamente fracciones menores, entre 200 gramos a 5 kilos, en bolsas, latas o potes.

La venta en fracciones está pensada a raíz de un proyecto de investigación llevado adelante por la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) sobre coberturas inteligentes que permitan aumentar la vida útil de la pulpa de nuez, la cual se pone rancia cuando no está debidamente acomodada. Otros proyectos de agregado de valor, llevados adelante por organismos públicos integrantes del Cluster, se orientan a la producción de aceites de calidad y harinas sin tacc.

Actualmente, la producción de nueces de la región se vende casi en su totalidad en el mercado local o regional, con compradores en Bariloche y distribuidores en Bahía Blanca y Buenos Aires, aunque también existen casos de exportación de nueces y avellanas.

Esta es una actividad dinámica que año a año se incrementa. Por lo que Río Negro se encuentra participando en el censo nacional del sector, acordado en el marco del Consejo Federal de Frutos Secos, para conocer la superficie total dedicada a este negocio en la provincia.

Se estipula que el Centro estará en pleno funcionamiento para la próxima cosecha, que comenzará a fines de febrero, en el caso de la avellana y la almendra y en marzo para la nuez.

“Una vez en funcionamiento se ofrecerá también el servicio de descascarados a la planta de post cosecha ubicada en Lamarque y hay interés de establecimientos del Alto Valle y Valle Medio por la línea de producción de aceites”, puntualizó di Nardo.

“El Centro dará mucha importancia a la trazabilidad del fruto de cada productor. Y tendrá un costo fijo que solventará la gestión del mismo, incluyendo la contratación de mano de obra y el pago del servicio de electricidad, entre otros aspectos”.

La producción de frutos secos en Río Negro es relativamente reciente. Si bien las primeras plantaciones comerciales se desarrollaron durante las décadas del ’80 y ‘90, los cultivos comenzaron a evidenciar creciente importancia a partir de los primeros años de la década del 2000.

En la actualidad, Río Negro se posiciona, junto con Mendoza, seguido por Catamarca y La Rioja, como una de las principales regiones productoras de nueces de nuevas variedades, encontrándose dentro del segmento de productos de altos márgenes, buenos rindes y de calidad requerida por los mercados más exigentes. Asimismo, la provincia es prácticamente la única región con producción de avellanas a escala comercial y genera el 92% de la producción nacional.