Ajustes de jubilaciones mínimas y asignaciones universales

(Por Hernán P. Herrera*).- Las jubilaciones mínimas han transitado un período de turbulencias en los últimos años pero estas turbulencias se han acelerado con el macrismo. Tras cada aumento de las jubilaciones la volatilidad del poder adquisitivo primero sube y después baja –tal como puede observarse en Gráfico 1–, producto de la inflación, según el índice de CABA. No obstante, se puede observar que en septiembre de 2015 el nivel de poder adquisitivo alcanza su punto más alto, empatando aproximadamente a septiembre de 2013 (siempre según IPC CABA).

Desde ese punto de inflexión, y luego del último aumento de las jubilaciones de 2015 se presenta una importante caída que incluye la devaluación de diciembre de 2015 y su consiguiente traspaso a precios, aspecto que impacta en el nivel de poder adquisitivo de las jubilaciones en particular, y del conjunto de la población en general. Además, cabe considerar que los productos propios de una canasta de bajos ingresos y los remedios aumentaron por arriba del promedio de inflación, lo que impactará aún más en nuestros abuelos.

Se puede estimar que el nivel de las jubilaciones estará en agosto de 2017, 15,1% debajo de su nivel de septiembre de 2015. El peligro que se vislumbra es que esta situación sea verdaderamente difícil de recomponer en el mediano plazo y de manera sustentable. Tal es así porque la recaudación de Anses y el nivel salarial de los aportantes parece ir por debajo de la inflación con impacto negativo en la fórmula de movilidad, incluso aunque no sea tocada tal como pedía el FMI o como amagó hacer Cambiemos.

Los jubilados tienen un derecho que no puede estar en manos de la discrecionalidad del gobierno de turno, deben tener certidumbre de ingresos y condiciones de vida.

Gráfico 1: evolución reciente de las jubilaciones mínimas

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De este modo se puede ver que la jubilación mínima empieza a estabilizarse en los niveles de 2012, que, si bien no son históricamente los peores, se pierde la opción por el ascenso, que significaba un valor social del cual la Argentina podía estar orgullosa.

Gráfico 2: poder adquisitivo de las jubilaciones mínimas

La jubilación mínima subió un 2,1% entre 2015 y 2014 (promedio acumulado entre aumentos de septiembre), bajó un 2,35% en 2016 y apunta a bajar otro 4,5% en 2017. La situación es delicada. Siendo además que nunca su monto fue relativamente un ingreso que aseguraba la calidad de vida, y los $6.395 que tendrá entre marzo y agosto de 2017, por supuesto que tampoco.

La Asignación Universal por hijo transita una situación similar

La AUH no es un gasto, sino que es una inversión, no sólo social, también es una inversión económica que promueve un círculo virtuoso de la economía, de abajo hacia arriba, promoviendo el consumo.

Todo este círculo virtuoso se rompe a medida que se rompe el proyecto de transferencia de ingresos hacia los sectores más humildes de la sociedad. Nuestra sociedad es mejor cuanto más igual es, esto es en parte por la importante pobreza en todo el país, y por la presencia de actividades rentísticas de bajo valor agregado (como agroexportadores, bancos, etc.).

La Asignación Universal por Hijo (AUH) viene teniendo una pérdida real de poder adquisitivo en los últimos meses. Cada actualización, la asignación aumenta año a año hasta 2015 por encima de la inflación (de IPC CABA). Sin embargo, a partir de 2016 se activó la movilidad de las asignaciones en conjunto con las jubilaciones. Tanto en marzo, como en septiembre de 2016 el aumento no alcanzó a cubrir la pérdida ocurrida durante el último lapso desde el aumento anterior.

Gráfico 3: Poder adquisitivo de las AUH

La AUH terminaría en agosto de 2017 casi 20% por debajo de su mejor nivel en términos de poder adquisitivo en junio de 2015.

El poder adquisitivo de la AUH mejoró a través de los años –medido por su poder de compra–. Creció un 40% nominal en 2014 y un 30% en 2015, cuando ninguna medición –ni siquiera de consultoras privadas– indicaba una inflación que superara ese aumento en los años respectivos.

En 2016 tuvo una mejora que apenas araña los 32% (acumulados), cuando todas las mediciones señalan una inflación anual que gira en torno del 40%. Hubo una pérdida de poder adquisitivo para los sectores vulnerables.

En Argentina se otorgan alrededor de 4 millones de Asignaciones Universales por Hijo y Embarazo. En conjunto, las familias beneficiarias –es decir, las titulares que cobran esos derechos– son aproximadamente 2 millones. En la generalidad de los casos, las familias lograban otro ingreso gracias a la demanda de trabajo que se consolidó en la Argentina hasta 2015. Es evidente que menos de dos chicos por familia no verifica el slogan de derecha que dice que “se embarazan para cobrar un plan”.

Gráfico 4: evolución reciente de las AUH

La AUH para protección social tendrá un monto de 1.246 pesos por beneficiario a partir de marzo de 2017. Se cobra 80% cada mes y se acumulan todos los 20% de cada mes para principios del año siguiente, contra comprobante de escolaridad y salud de los chicos y jóvenes. (Economía Política Para la Argentina- EPPA-)

Publicada en http://www.lateclaene.com/hernnpherrera-c1217