Unicef recomendó no quemar Qunitas. Piden intervención Papal

La decisión del juez Claudio Bonadio de destruir los 60.000 kits de moisés y sacos de dormir del plan Qunita, inutilizados desde abril por el Gobierno, sigue generando resistencias. Cientos de pediatras y neonatólogos, “en representación de los niños de nuestra Patria”, le enviaron una carta al papa Francisco para que interceda ante esa “decisión extemporánea, arbitraria y desproporcionada” que afecta “los derechos de millares de niños y niñas de las familias más humildes”. La Facultad de Medicina de la UBA, a través de su decano Sergio Provenzano, le aconsejó al juez que profesionales de esa casa evalúen los elementos “que conforman el kit y que no han demostrado peligrosidad para que no sean descartados”. La misma intervención había sugerido el fiscal Eduardo Taiano. Unicef, en tanto, recomendó una evaluación interdisciplinaria “antes de cualquier medida” y destacó la importancia de las “estrategias que contribuyen a disminuir el síndrome de Muerte Súbita del Lactante”.

Bonadio ordenó destruir los moisés amparado en un informe del INTI y recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría que alertan sobre riesgos por su mal uso pero que no sugieren que dejen de repartirse. El juez rechazó el pedido de “acondicionar y adecuar” posibles defectos del kit que hizo el fiscal, quien le recordó que resultan de “gran provecho y bien público” y le pidió que considere “el insumo de dinero que implicó al Estado”.

Las opiniones críticas a la decisión de Bonadio se multiplican. “Vimos con profunda alegría” la implementación del programa que “proveía a los niños nacidos en maternidades públicas” de insumos “para los primeros meses de vida” con los objetivos de “disminuir la mortalidad infantil, garantizando el control del embarazo y el nacimiento en maternidades seguras, y reducir la ocurrencia de muertes infantiles relacionadas con el colecho y con condiciones ambientales favorables”, destaca la carta al papa que firman Gabriela Bauer (pediatra del Garrahan), Alicia Benítez, Roxana Conti (pediatras y neonatólogas de la maternidad Sardá), Alejandro Jenik (neonatólogo, presidente de la Fundación para el Estudio y la Prevención de la Muerte Infantil y Perinatal) y Adriana Gorenstein (neonatóloga del sanatorio Trinidad). Señalan que la destrucción ordenada por el juez se basa en “informes parciales e insuficientes”, rechazan su negativa a la intervención de entidades científicas y universidades, y le piden a Bergoglio que “considere interceder”.

El decano de Medicina señaló en su nota a Bonadio su “inquietud” por la decisión y su apoyo a “toda iniciativa” para disminuir la mortalidad infantil. Provenzano le ofreció “la participación académico científica a través de profesionales de esa casa, para evaluar elementos que componen el kit y que no han demostrado peligrosidad”. Unicef le recomendó una “evaluación interdisciplinaria para rever los aspectos técnicos”. “La evidencia internacional disponible del uso de este tipo de insumos demuestra que son estrategias que contribuyen a disminuir el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante, siempre que respondan a estándares de calidad adecuados”, recordó.

La Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores (Facyr-CTEP), con el respaldo técnico del ingeniero especializado en reciclado Manuel Mateu y Carolina Azcola, médica de la Mutual Senderos, también le presentó un escrito a Bonadio para reconsidere su orden de incinerar los moisés y bolsas de dormir del kit Qunita por considerar esta práctica contraria a los más elementales estándares ambientales. Asimismo, se ofreció para reacondicionar gratuitamente los mismos bajo supervisión de los organismos técnicos y sanitarios de modo que puedan ser entregados a familias necesitadas.