Macri pidió responsabilidad fiscal, e impone un fuerte desafío a Río Negro

(ADN).- El presidente Mauricio Macri pidió a las provincias responsabilidad fiscal, y marcó el 2019 como el horizonte donde todas las jurisdicciones deben tener «saneadas» sus cuentas públicas. Lo hizo el martes en Córdoba minutos antes que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reuniera con todos los gobernadores para firmar un acuerdo federal. Ello, impone un fuerte desafío, fundamentalmente, a las provincias como Río Negro que destina un alto porcentaje de su presupuesto en salarios.

Macri apuntó al equilibrio fiscal de las provincias y la Nación. Para ayudar a ese objetivo, la Casa Rosada destinará recursos de la devolución de la coparticpación y un préstamo.

Además, si se avanza en un pacto para mejorar la distribución de los recursos federales, las provincias podrían mejorar sus ingresos. Por ahora, eso solo es una expresión. Aún resta definir la pelea judicial que libra en la Corte Suprema la gobernadora María Eugenia Vidal por el fondo del conurbano.

Pero el objetivo solicitado por Macri y Frigerio a los gobernadores impone un fuerte desafío. Por caso, Río Negro mejoró una de las variables de su situación fiscal, y encaró un proceso de desenduedamiento desde 2011, al ritmo del proceso nacional con los organismos internacionales de crédito. Bajó su stock de deuda. En 2011 era de 5 mil millones sobre un Presupuesto de 7 mil millones de pesos. En 2017 el stock es 7 mil millones en un Presupuesto de 27 mil millones de pesos.

Sin embargo, sigue siendo alto el porcetaje que el Gobierno destina a salarios. De acuerdo a las consultas y las diferentes visiones -incluso en la propia administración-, ronda entre el 65 y el 80%. Esos números dejan poco margen para el desarrollo y la acción gubernamental. Hasta acá, había herramientas (como el fondo sojero) que disimulaban la escazés de recursos para funcionamiento y mantenía activa la obra pública. Pero la merma en los fondos que Nación envía, generó una seria preocupación. Tanto, que hubo que vender Letras del Tesoro para pagar salarios, y se pidió un permiso especial al Parlamento para girar en descubierto en el Banco Patagonia.

La estrechéz financiera reimpulsa la idea de avanzar con las jubilaciones del personal que está en condicones. Hoy, están práctimente cerradas las puertas a nuevos contratos en el Estado. Después del pase a planta permanente, se blindó el ingreso.

El Gobierno tiene cuatro años para cumplir las pautas fiscales que le impuso Nación, condición exclueyente para seguir recibiendo fondos. Habrá un monitoreo del Ministerio de Economía de la Nación.

Pero en 2017 surgen dos temas que requieren incorporación de trabajadores: la reforma del Nivel Medio y la instrumentación del nuevo Código Procesal Penal.

Río Negro está obligado a poner los sentidos en alcanzar el equilibrio fiscal, bajar el impacto que la masa salarial tiene en el Presupuesto y siguir desendeudándose. Todo, sin perder puestos de trabajo. Una tarea difícil.

En economía argentina, bajar el déficit fiscal es sinónimo de ajuste, libre mercado y privatizaciones. Para más referencias, léase los dictados de los ministros Alfredo Martínez de Hoz (1976-1981) y Domingo Felipe Cavallo (1991-1996). Consultado Frigerio, un desarrollista, descartó esas recetas, pero dijo (como pidió el Presidente) que hay que abandonar la emisión y el endeudamiento, y aliviar al Estado de cargas salariales innecesarias.