Aumentan indemnización por daño moral por un auto 0 km que presentó fallas

La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Roca confirmó y elevó la indemnización por daño moral a una mujer que adquirió un auto cero kilómetro y se vio privada de su uso durante varios meses debido a los problemas de funcionamiento que aparecieron luego del primer service oficial.

La sentencia, con voto rector de la jueza Adriana Mariani y adhesión de su par Gustavo Martínez, elevó de 10.000 a 20.000 pesos la reparación por el rubro «daño moral», haciendo lugar a la apelación que había formulado la damnificada.

En la sentencia de primera instancia, dictada por el Juzgado Civil N° 9, se había ordenado además el resarcimiento por otros rubros, como gastos por traslado, cartas documento, constataciones de un escribano y gastos de mediación, que quedaron firmes.

En mayo de 2009 la demandante, domiciliada en Villa Regina, compró un Peugeot 207 en Armorique Motors S.A. de Roca, concesionaria de Peugeot Citröen Argentina S.A.. Se constató que en julio, cumplidos los primeros 10.000 km, la mujer entregó el auto al concesionario para realizar el service de rutina, sin que se detectaran fallas. Pero inmediatamente después comenzó a registrar problemas de aceite y electrónicos, lo que demandó sucesivos ingresos al taller oficial desde agosto de 2009 hasta febrero de 2010.

La concesionaria roquense apeló la sentencia de primera instancia, siendo sus agravios rechazados por la Cámara, mientras que Peugeot Citröen Argentina S.A. no sostuvo su recurso de apelación, consintiendo el primer fallo en su contra. La empresa local alegó que la demora en el envío de los repuestos necesarios para el arreglo no fue imputable a la concesionaria, que atendió todas las consultas de la cliente y que, a modo de «atención comercial», otorgó a la compradora una bonificación en el costo del segundo service oficial.

Al tener por acreditado el daño moral y la necesidad de su incremento, la Cámara valoró «el tiempo en que la actora se vio privada de su vehículo, las reclamaciones que debió efectuar, las conclusiones de la perito sicóloga que si bien determina que no resulta necesario un abordaje psicoterapéutico, entiende que lo sucedido ‘ha generado sentimientos de frustración y desconfianza'». Y en función de otros antecedentes relacionados con afectación de los Derechos del Consumidor, señaló el Tribunal que «el hecho de tener que lidiar con las grandes empresas le genera seguramente (al particular) una sensación de desprotección que es previsible que afecte su espíritu».

Del fallo de primera instancia surge que la mujer hizo los reclamos ante la concesionaria y también a la fábrica por intermedio del Servicio de Atención al Cliente. Incluso hizo constatar la situación con un escribano público y finalmente formalizó el reclamo ante la Delegación local de Defensa del Consumidor de Villa Regina. Solicitó en esa instancia el reemplazo de la unidad por una nueva y la indemnización de los daños y perjuicios sufridos, pero no se llegó a un acuerdo y su demanda continuó por la vía administrativa y judicial.