El Obispo de Viedma y funcionarios del Ministerio Público recorrieron la Cárcel provincial

Referentes del Ministerio Público de Rio Negro realizaron una visita al Complejo de Ejecución penal de Viedma junto al Obispo Esteban Laxague y referentes del Banco de la Buena Fe, para supervisar los talleres de los que forman parte las personas privadas de su libertad, evaluando el estado de los mismos y las necesidades existentes.

La visita se dio en el marco de una reunión previa, de la que participaron la Procuradora General, Silvia Baquero Lazcano y la Defensora General, Rita Custet en la que también estuvo presente la titular de la Oficina del Detenido y el Condenado, Erika Cabrera. En dicho encuentro coordinaron la recorrida que Custet encabezó en la tarde de ayer, en el marco de un trabajo conjunto tendiente a mejorar las condiciones de vida de la población carcelaria.

El grupo, conformado también por la fiscal Itziar Soly y los defensores penales Marta Ghianni y Pedro Vega, recorrió el lugar y tomó contacto con los internos quienes relataron sus actividades, solicitando que se fortalezcan los proyectos productivos, muchos de los cuales impulsa el Banco de la Buena Fe, como motor fundamental para lograr su resocialización.

En este sentido Custet requerirá en los próximos días una reunión con el Director del Servicio Penitenciario Provincial, Hugo Cecchini para transmitirle el resultado de la visita con la pretensión además, de coordinar acciones para continuar y ampliar el proceso de trabajo intramuros. En relación a ésto, la Defensora General enfatizó en su importancia “ya que más allá de constituir un derecho para las personas privadas de la libertad, es fundamental procurando la reinserción de ellas en la vida en sociedad”.

El Obispo, en tanto, evaluó la visita como “muy positiva, para tomar conciencia de la urgencia de generar posibilidades laborales para aquellas personas privadas de su libertad”. En este sentido resaltó: “Tanto el trabajo como el estudio no deben ser una excepción para algunos sino una posibilidad para todos, permitiendo la dignificación de las personas, a través de la valoración de sus posibilidades y conocimientos” y agregó la predisposición de la iglesia así como de organizaciones intermedias que pueden “prestar colaboración en la organización y desarrollo de estos talleres, en la medida en que el Servicio Penitenciario así lo permita”.