«Viedma, la capital de un país que no existe»

Big Sur es una publicación patagónica, que con motivo de cumplirse el trigésimo aniversario de aquel anuncio del presidente Raúl Ricardo Alfonsín, de trasladar la capital federal al conglomerado de Viedma-Carmen de Patagones-Guardia Mitre, publicó un reportaje en exclusiva al vicegobernador Pedro Pesatti, realizado por Diego Siciliano, donde el rionegrino destaca la vigencia del proyecto en tanto obliga a pensar «si el eje histórico que ha sido el puerto puede garantizar la Argentina que queremos».

A continuación reproducimos el texto completo del reportaje de Big Sur:

A 30 años del anuncio del proyecto de Alfonsín de trasladar la capital a Viedma, entrevista con Pedro Pesatti, vicegobernador de Río Negro.

(Por Diego Siciliano 31-12-1969) Un día como hoy, hace treinta años, el presidente Raúl Alfonsín anunciaba su proyecto más ambicioso: trasladar la Capital Federal argentina a la Patagonia, en un distrito conformado entre Viedma y Carmen de Patagones. Alfonsín nunca contó con el financiamiento para llevar a cabo la idea, su gobierno comenzaba a debilitarse con el levantamiento de los cara pintadas y los poderes concentrados de Buenos Aires terminaron por ridiculizar su proyecto de alcanzar una Argentina Federal. El anuncio se recuerda hoy como una efeméride curiosa en nuestra historia pero la idea de un nuevo orden nacional que contemple todo el territorio sigue pendiente.

El vicegobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, es uno de los dirigentes que luchan por mantener vivo el proyecto alfonsinista. El jueves pasado realizó una asamblea dentro de la Legislatura provincial llamada “Viedma, Nuevo Distrito Federal: a 30 años del anuncio”, en el que participaron políticos, ingenieros y periodistas que de alguna manera estuvieron involucrados con la creación de la nueva capital. En una entrevista exclusiva con Big Sur, Pesatti remarcó la importancia de seguir luchando por la quimera más importante de la Argentina: el orden federal real.

¿Por qué recordar un proyecto inconcluso?

Porque la idea que tuvo Alfonsín de plantear un nuevo eje organizador de la vida política, económica y social del país aún tiene actualidad. Cuando éste hablaba de trasladarse hacia el sur, el mar y el frío señalaba dónde estaban los ejes organizadores de la vida política argentina, por fuera del puerto y el centralismo porteño. Tiene vigencia pensar 30 años después estas cuestiones. Lo que sigue vigente tal vez ya no sea el proyecto de Alfonsín, pero sí la necesidad de pensar cuál es el eje que conviene al país, o si el eje histórico que ha sido el puerto puede garantizar la Argentina que queremos.

¿Tenemos pendiente el federalismo como país?

Me parece que Alfonsín lo que hace es justamente recuperar de las ideas federales que están en la base de nuestra organización nacional y que hoy siguen siendo una quimera. Argentina no es un país federal, lo es desde un punto de vista de la formalidad, porque así está expresado en la Constitución, pero seguimos siendo un país unitario y esta era la cuestión que quiso romper Alfonsín, aunque el país unitario tuvo más poder para tirarlo hacia atrás.

¿Unitarios en 1986? ¿Seguimos atravesando la dicotomía unitarios y federales?

Si, tal vez, con las variaciones que correspondan según los tiempos que van corriendo porque Argentina no pudo nunca consolidar su organización federal de gobierno, al punto que todos sabemos que el gobierno nacional sigue teniendo un poder sobre las provincias que suele ser tan determinante que muchas veces éstas ven cercenadas su autonomía al momento de definir sus propias políticas. Eso se ha naturalizado tanto en la Argentina que ya nadie lo pone en duda como concepto fundamental de la organización del país. Alfonsín fue el último gran federal que tuvimos.

¿Por qué fracasó este proyecto?

Porque puso el dedo en la llaga. Puso en crisis esa organización que Argentina ha tenido históricamente de ser centralista, unitaria y porteña, que es el esquema del poder real argentino, y quiso desarmarlo. También tuvo un contexto político en contra, y no sólo de gobierno sino también de democracia. Un año después del anuncio se produce el primer lanzamiento de los cara pintadas, en el momento que el poder militar era muy fuerte y podía derrocar el gobierno. Alfonsín, cuando toma esta decisión, lo hace en un contexto político muy adverso y entra en una etapa de debilitamiento total a partir de lo que se conoce como ¨Semana Santa¨.

El año pasado tuve la oportunidad de tener una charla personal con el entonces ministro de educación, Dr. Julio Rajneri, que fue quien tuvo que redactar los primeros documentos del traslado de la Capital Federal. Esto se lo pide Alfonsín a él con el máximo secreto, al punto que Rajneri ni siquiera puede contar con sus propios colaboradores y tiene que redactar él mismo el documento. Rajneri cree que el proyecto fracasó porque hubo mucha preeminencia de los arquitectos en el proyecto y escasa incumbencia de las personas que tenían que haber resuelto cómo financiarlo. Faltaban porque no había fondos para ponerlo en marcha. Además de esto, Clarín lo ponía en sus tapas cuestionando al proyecto como un proyecto loco.

De hecho la noticia se filtró por Clarín y apuró al anuncio de Alfonsín el 16 de abril…

Claro. Se buscaba desacreditar el traslado de la capital a la Patagonia apelando a distintos argumentos. Hasta hay fotos trucadas de Viedma para mostrarla como un desierto. Se buscó abortar el proyecto desde muchos lugares. Y hubo mucha indiferencia. Alfonsín me parece que se adelanta en la agenda y la gente no lo termina de entender.

¿Cree que es posible realizar este proyecto a futuro?

Me paree que sigue siendo una cuestión pendiente, que lo que planteó Alfonsín surge de una necesidad como país, porque no hizo más que leer el mapa de la Argentina. Como decía Napoleón: “la política de un pueblo está escrita en su geografía”. Y cuando vos ves hoy Viedma y lo plantás en el mapa, ahora con la ampliación de la plataforma continental, te das cuenta que es el punto equidistante entre la Antártida, la Quiaca y el extremo de la plataforma continental, es el verdadero centro del país. Alfonsín entendió que Argentina y la Patagonia deben tener un nuevo eje.

Una reflexión final

Big Sur recuerda el 16 de abril como el aniversario del proyecto alfonsinista, porque fue el día en que el entonces presidente lo anuncia públicamente en un discurso en La Plata. Los diarios de Buenos Aires, en cambio, lo hacen el 13 de abril, que fue el día que el diario Clarín filtra en su tapa la idea del traslado de la capital, lo cual obliga a Alfonsín a apurar el anuncio. Quizás en esta diferencia de interpretación se encuentre el dilema de nuestra historia.