De la mano de Stiuso, un grupo que operaba en las sombras vuelve al poder

(Emilia Delfino-Perfil) Se dedicaba a incidir en causas judiciales y dominaba los servicios de inteligencia del Estado hasta la pelea con Cristina Kirchner.

El retorno al país del ex jefe de los espías, Jaime Stiuso, no es sólo el regreso físico de uno de los hombres más poderosos de los últimos veinte años. Es la vuelta al poder de un grupo de inteligencia sospechado de operaciones políticas, blindajes judiciales y pagos encubiertos a diferentes sectores del poder.

Se trata de un grupo que se potenció al máximo de la mano del kirchnerismo hasta que ya no le fue útil, y que ahora el macrismo hace resurgir como el Ave Fénix. Aprender de los errores de su antecesora no parece estar en los planes de Mauricio Macri.

El ex director de Contrainteligencia de la ex SIDE, hoy Agencia Federal de Inteligencia (AFI), volvió a tener hombres clave en el organismo gracias al macrismo. Dos hombres directamente ligados a Macri integran esa lista: Gustavo Arribas, el director de la AFI, y Daniel “Tano” Angelici, empresario del juego, presidente de Boca y uno de los operadores judiciales del Presidente. Arribas es la cara visible de un grupo dedicado a la compra de jugadores, y durante la presidencia de Macri en Boca fue intermediario en el cuestionado pase de Carlos Tevez al Corinthians. En esa operación, la Unidad de Información Financiera (UIF) quiso determinar si hubo evasión o lavado de dinero y las sospechas del organismo apuntaban a posibles maniobras financieras de la mafia rusa, como reveló PERFIL.

Stiuso entró a la ex SIDE en 1972 y gobernó el organismo hasta fines de 2014, cuando la ex presidenta decidió eyectarlo ante el impulso de los operadores judiciales de Stiuso contra los intereses del kirchnerismo en la Justicia.

Otro de los hombres de confianza de Stiuso en la nueva AFI es el ex secretario de Finanzas del organismo, Juan José Gallea. A pesar de haber estado envuelto en el escándalo de las coimas del Senado, regresó a la AFI para ocupar el mismo puesto: tiene a su cargo los fondos reservados. La ONG La Alameda denunció a Gallea por el supuesto manejo de fondos del Estado a través de sociedades anónimas. Tras salir de la ex SIDE, Gallea fue directivo del Grupo Veintitrés, de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, que recibió millones en pauta oficial y actualmente adeuda varios meses de salarios a los periodistas de sus medios.

Gallea vincula a Stiuso con el principal estudio jurídico que defendió a funcionarios kirchneristas acusados en causas de corrupción: Richarte y Asociados. Según La Alameda, la actual esposa de Stiuso, María Cecilia Rossero, figura como empleada de dos empresas de Gallea y Richarte. Gallea y Darío Richarte son socios en Magnum Sabores Argentina SA. Richarte fue el número dos de la SIDE durante la presidencia de Fernando de la Rúa, y es otro de los hombres de confianza de Stiuso que volvieron al ruedo.