Coparticipación buitre. ADN

La presión de los gobernadores del Frente para la Victoria surtió efecto y la Casa Rosada acordó devolver el 15% de coparticipación en cuatro años. A cambio, el macrismo pretende acompañamiento de los mandatarios para destrabar en el Congreso la aprobación de la Ley Cerrojo y Pago Soberano, y así poder cancelar la deuda con los Fondos Buitre.

El gobierno central entiende que sin acuerdo con los acreedores internacionales, Argentina no tendrá acceso al crédito. El kircherismo se opone porque asegura que ello abre la puerta a nuevos endeudamientos. La disputa es fuerte y el tiempo apremia. El límite es el lunes.

Un tema quedó atado al otro. El Presidente no pudo cumplir con una promesa de campaña. No hay una nueva ley de coparticipación y, por ahora, el reparto de fondos seguirá siendo discrecional. El problema surgió porque la Corte Suprema convalidó el juicio que tres provincias (Córdoba, San Luis y Santa Fe) le hicieron a la Nación para que se les devuelva el 15% que se retenía de los fondos coparticipables.

La presidenta Cristina Fernández emitió un decreto para que esa devolución sea para todas las provincias, a partir de un mandato de la Corte en el fallo original. Macri desbarató la medida de CFK y produjo una rebelión de gobernadores, que iniciaron juicios.

Ante el inminente acuerdo con los Fondos Biutre, el gobierno usó como moneda de cambio la copartipación por votos a favor de derogar las leyes que limitan el endeudamiento.

El acuerdo fue general. Río Negro se benefició. Alberto Weretilneck desistió de sumarse pelotón de mandatarios del FpV en el reclamo. Validó su proyecto político provincial, sin ataduras a estructuras nacionales. La coyuntura le jugó a favor. Nación le devolverá el 6% este año y restituirá 3% por año hasta el 2019 para completar la devolución del 15%.

Pero Weretilneck no tiene senadores ni diputados propios. Así y todo jugó a favor del convenio y pidió a los representantes rionegrinos que aprueben la derogación de la Ley Cerrojo y Pago Soberano. Sabía que no existía un pensamiento homogéneo. Miguel Pichetto y Silvina García Larraburu (FpV) se habían expresado en favor del acuerdo con los acreedores internacionales, pero los diputados Martín Doñate, Silvia Horne, María Emilia Soria y Luis Bardeggia (FpV), resisten la idea. Sergio Wisky (PRO) es el único voto a favor. Resta aún conocer la opinión de la senadora del Frente Progresista, Magdalena Odarda.

Arreciaron las críticas. Los diputados salieron a responderle en duros términos al gobernador.

Por lo bajo, algunos los actores reconocen que hicieron lo que debían. El gobernador no podía (aunque más no sea para la tribuna) honrar el acuerdo que le permite contar con fondos vitales en el actual contexto financiero provincial. Las críticas eran lógicas de quienes mantienen una postura contraria a pagarle a los fondos buitre.

Todo parece indicar que el macrismo logrará consensos. ¿Y si fracasa?. La Casa Rosada amenaza con realizar un ajuste sin anestesia. Hoy, la interna pasa por palomas y halcones: gradualismo y brutalidad. Por ahora se impone el titular de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.

El temor de los gobernadores es la marcha de la economía. Ya perdieron fondos coparticipables que provenían de las retenciones. Podrán perder más si se discrimina el IVA en alimentos, una medida necesaria para los sectores más vulnerables. La marcha de la inflación y la devaluación son monitoreados por los mandatarios que serán los primeros en sufrir las consecuencias si no hay medidas de contención.

Los despidos ya no son exclusivos del gobierno nacional. Los hay en provincias como Santa Cruz y en el sector privado. Ninguna medida -por ahora- del macrismo favorece a los trabajadores.

Hay otros interrogantes. La oposición remarca que cuando se quitaron las retenciones se hacía para ingresar divisas al Banco Central. No fue como se esperaba. Los exportadores de cereales siguen sin sacar la soja de las silobolsas y esperan que el dólar llegue a 17 pesos antes de la nueva cosecha.

¿Qué garantías hay con el pago a los Fondos Buitre?. ¿Qué organismos internacionales prestarán dinero a la Argentina?. El argumento es neoliberal: un país que no paga no es confiable. Si un país no es confiable no tiene acceso al crédito. Sin crédito no hay crecimiento ni producción. Y sin crecimiento ni producción no hay trabajo. La taeoría está refutada por la experiencia del menemismo y la dictadura.

Hasta el 10 de diciembre la Argentina desplegó, desde 2003, un programa de desendeudamiento. La crisis de 2001 dejó al país atado a lo peor del capital especulativo transnacional. Expertos de la Organización de las Naciones Unidas advirtieron esta semana que si Macri le paga a los Fondos Buitre, abre un mal antecedente en el mundo, y los dueños de estos capitales (con muy buena llegada a los tribunales económicos mundiales) podrán presionar a otros países que tienen deudas.

Siguiendo la línea de pensamiento de la Casa Rosada, la Argentina (si acuerda) podrá tener acceso al crédito. Las provincias también.

Weretilneck dijo el 1 de marzo que no endeudará a Río Negro. No habrá pedido de créditos para financiar la maquinaria del Estado, pero sí para proyectos productivos. ¿Quién los devuelve?. ¿Cuáles son las garantías?. ¿Quiénes están en condiciones de recibirlos?. No fue especificado.

En su discurso, el Gobernador fijó pautas para el año pero fundamentalmente para el primer semestre. Abrió un interrogatorio para la segunda parte del año. Ese quedó reflejado en los acuerdos salariales. Los gremios pidieron que no se estiren los plazos de los aumentos más allá de junio. ¿Habrá reapertura de paritarias?. Difícil.

En Laprida y Belgrano repiten que los aumentos fueron los posibles. «Si hubiésemos dado más, no teníamos garantías de poder cumplirlos». Los gremios lo entendieron y, a pesar de los planteos iniciales, acordaron alrededor del 30%. Pero ATE puso en duda que los incrementos alcancen a reparar el poder adquisitivo de los salarios. Y abrió dos frentes: con el gobierno y con UPCN.

Así surgió el plebiscito. Durante dos semanas pondrán urnas en los organismos públicos para consultarle a los trabajadores de la administración si están de acuerdo con el aumento otorgado. Una mojada de oreja al gremio que conduce Juan Carlos Scalesi, y una señal a Weretilneck. Si la consulta no es favorable, ATE demostrará su teoría sobre la representación real de UPCN, y mostrará cuál es el porcentaje de trabajadores que no concuerdan con el incremento.

Democracia directa.

Hoy, el círculo íntimo de Weretilneck no quiere saber nada con ese concepto, prefiere la democracia representativa.

Esta semana varias fuentes ratificaron un adelanto de ADN. El gobernador no presentará un proyecto de reforma constitucional. No quieren forzar plebiscitos. Irán por una consulta al Superior Tribunal de Justicia. De esa interpretación podrá surgir la re-elección de Weretilneck. Ya cuentan los votos.

Anticipándose a los tiempos, el presidente del PJ, Martín Soria, lanzó su postulación a gobernador en 2019. El intendente hace gala de la fortaleza financiera del municipio que gobierna. En el contexto provincial y con el ritmo de la economía nacional, no es poco.

Pero la estación intermedia es 2017. Juntos Somos Río Negro irá con candidato propio. El FpV competirá y habrá que ver cómo llegan los socios de Cambiemos para tener postulaciones conjuntas o por separado: UCR y PRO.

En un momento donde la economía atraviesa momentos de incertidumbre, la política recrudece sus términos.