Puerto del Este: Exportaciones, turismo y medio ambiente

Ayer sábado, desde el muelle del Puerto de San Antonio Este zarpó el buque Crystal Reefer, de bandera panameña, llevando frutas rionegrinas con destino a los mercados de consumo internacionales.
Fuentes extraoficiales mencionaron que se trató recién de la tercera embarcación que sale en lo que va de la temporada de la estación marítima sanantoniense y eso se notó ayer en el poblado.

Aumentó el ingreso de conductores en grandes camiones en la playa central de estacionamiento y en otros sectores cercanos al muelle de de descarga y en el pequeño sistema comercial local, principalmente alquiler de viviendas y oferta gastronómica.

Al mismo tiempo, cientos de turistas de diversos lugares del país continúan eligiendo las playas del Este, también conocidas como de Las Conchillas, incluso Saco Viejo, y del Mirador, cerca del muelle y hasta el extremo del Canal.

En ese lugar está el apostadero de aproximadamente 280 lobos marinos, donde desde hace poco tiempo está prohibido ingresar –afortunadamente- y permanecer muy cerca de los animales. Un guardia ambiental no permite el acceso de personas al frágil área faunística.

Muy cerca, muchos turistas y locales (en su mayoría pescadores) deciden acampar para desarrollar diversas actividades, previo ingreso de vehículos que ponen en peligro a otros animales marinos que permanecen en el sector playero.

En el otro extremo del lugar (Punta Perdices) cada vez más turistas concurren donde no hay ningún tipo de servicios, por una supuesta tranquilidad. Es que el “boca a boca” sobre las bondades naturales ha generando una “avalancha” de personas interesadas en conocer el sector.

A esto se suman las actividades que ofrecen prestadores de viajes náuticos y pesca embarcada para turistas ávidos por disfrutar del mar y las playas, que merecen ser cuidadas por todos, pero también protegidas en lo ambiental por las autoridades locales.