Balotaje. ADN

El domingo pasado se abrió una nueva instancia electoral en la Argentina, y por primera vez en la historia habrá balotaje. Las urnas también definieron las nuevas autoridades de 9 municipios rionegrinos, y ello terminó de confirgurar el mapa político provincial, consangrando la instalación territorial del oficialismo.

Daniel Scioli y Mauricio Macri comenzaron a redefinir sus estrategias para cautivar al electorado que el 25 de octubre optó por Sergio Massa, Nicolás Del Caño, Margarita Stolbizer o Adolfo Rodríguez Saa. El Frente para la Victoria salió a fidelizar el voto peronista y anunció medidas de gobierno que figuran en el decálogo massista. Sin embargo, el macrismo avanzó por el costado económico y acentuó sus críticas al «modelo» buscando el voto anti, cimentado en su eslogan Cambiemos, evaluando que el 64 por ciento no votó al kirchnerismo.

El oficialismo nunca imaginó perder la provincia de Buenos Aires. Mucho menos la placa de los primeros cómputos que le daban el triunfo a Mauricio Macri. Tardó en reaccionar. Y eso habilitó los reproches internos. Scioli cargó con la responsabilidad. Y quedó habilitado a definir el rumbo de la campaña, las alianzas políticas y las autocríticas de 12 años de gobierno.

Cambiemos fue la contracara. Pero la sensación de triunfo en el balotaje puede resultar contraproducente. Macri se fue de mini vacaciones a Tandil. Y María Eugenia Vidal (gobernadora bonaerense electa) ya anunció el fin de un programa que deja al menos a 200 profesores sin empleo. Sin embargo, en los equipos de campaña evalúan que la medida caerá bien en los sectores críticos del kirchnerismo. En esa línea también existe confianza en los anuncios de unificar el dólar, eliminar todas las retenciones a las economías regionales y abrir las importanciones.

La elección del 25-O trajo consecuencias en Río Negro. Scioli, que había sumado el apoyo del gobernador Alberto Weretilneck luego de las PASO, sumó el 4 por ciento de una elección a la otra. El jefe del PJ evaluó que el magro aporte se debió a que el gobierno jugó a tres puntas. Solo así -reflexionó Martín Soria- pudo haber crecido Sergio Massa. «No es de extrañar que lo veamos a Weretilneck coquetear con Macri», chicaneó el intendente de Roca.

Pero el oficialismo redobló la apuesta. El lunes inmediato a las elecciones, el gobernador dijo en AM La Carretera: «Las grandes respuestas para Río Negro son de Daniel Scioli». Inmediantemente después, el Secretario General de la Gobernación reforzó el compromiso y fustigó a Soria: «No se quiere hacer cargo de la derrota del FpV en las elecciones municipales».

Así, Matías Rulli metió en la interna del peronismo. Desde que el intendente conduce el partido, solo dos municipios pudo ganar el Frente para la Victoria. Uno de ellos Luis Beltrán, que el jefe de La Cámpora Martín Doñate se encargó de alambrar.

Desde el 3 de mayo las ciudades fueron eligiendo intendentes. En todos los turnos electorales el oficialismo fue conquistando comunas y llega a fin de año con poder territorial propio. A partir del 10 de diciembre tendrá un bloque mayoritario en la Legislatura y un conglomerado de intendentes que corporizará el proyecto de partido provincial.

Pero el incipiente movimiento rionegrino dio señales de inserción en el panorama nacional. «Vamos a defender los intereses de nuestra provincia, aportando al desarrollo nacional». Ese desarrollo tiene un eje principal: el autoabastecimiento energético. Y Río Negro comienza a posicionarse fuertemente dentro de las provincias productoras de gas y petróleo.

Varios gobernadores se reunieron en Tucumán con Daniel Scioli en respaldo a su candidatura para el balotaje del 22 de noviembre. Desde allí, Jorge Sapag, valorizó el rol de la YPF estatal y recordó que el proceso de privatizaciones desmejoró las provincias productoras de hidrocarburos. El neuquino congregó la opinión de los mandatarios que integran la OFEPHI. Weretilneck no estuvo, pero fuentes gubernamentales aseguran que habrá una postura similar del rionegrino.

La segunda vuelta obligó a todos los sectores políticos definirse. El socialismo (integrante de Progresistas que postuló a Margarita Stolbizer) emitió un documento para anunciar que no votará a ninguno de los candidatos. Su presidente, Juan José Tealdi, había adelantado esa posición pero aclaró: «ningún socialista voatará a Macri. A Scioli no creo, pero puede ser». Ovidio Zúñega aseguró que el massismo acompañará al hombre del FpV solo «si demuestra que puede conducir y se despega del kirchnerismo».

Cambiemos espera reforzar la campaña y sumar más votos para Macri en Río Negro. Ese sector cumplió su objetivo incorporando un diputado nacional. Sergio Wisky alentó la alternancia en el gobierno nacional y apela a los votantes de Sergio Massa.

El balotaje extendió el largo calendario electoral. Así llegaremos a fin de año. Habrá que observar cómo Alberto Weretilneck termina de redefinir su Gabinete para su próxima gestión que inicia al 10 de diciembre. Esta semana anunció otra modificación: en Turismo se va Mariana Giachino y la reemplazará su segunda, Silvina Arrieta. El gobernador oxigena con un mensaje claro hacia el interior del gobierno sobre la utilización de fondos públicos e influencias políticas para beneficios personales.

Asoman semanas muy politizadas. Todo pasa por el balotaje.