Alumnos de Odontología atendieron a chicos sureños

ALUMNOSColán Conhue.- Unos 30 alumnos de la Escuela Hogar N° 216 del paraje Colán Conhue recibieron prestaciones odontológicas por parte de docentes y alumnos de la carrera de Odontología de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).

La atención es parte del proyecto de extensión “Aprendiendo a servir, sirviendo para aprender-atención primaria de la salud bucal en la Línea Sur Rionegrina”, que se desarrolla desde el 2010 y que abarca distintos niveles de intervención: prevención primaria y secundaria, protección específica, diagnóstico precoz y tratamiento oportuno y limitación del daño.

La propuesta -dirigida por el docente director Diego Bonifacino y en la que participan los docentes coordinadores Gabriel Bove y Yanina D’ Ángelo- tiene como objetivo un “impacto doble”, ya que está destinada a generar hábitos saludables y una respuesta odontológica adecuada a las necesidades de la comunidad por un lado, y a estimular la formación de futuros profesionales con un perfil social y preventivo, comprometidos con las necesidades de la población y con capacidad operativa para brindar soluciones formando equipos de trabajo interdisciplinarios con todos los actores involucrados, por el otro.

Respetando los mismos niveles de prevención y los planes de tratamiento que ya se implementan en el Hospital Escuela de Odontología de la UNRN, en la ciudad de Allen, el equipo que lleva adelante el proyecto concretó tareas de educación para la salud y enseñanza de técnicas de higiene bucal, fortalecimiento de las piezas dentarias a través de la aplicación de fluoruros, colocación de selladores de fosas y fisuras, y tratamientos de lesiones incipientes.

Se incluyeron además “inactivaciones” (eliminar las capas infectadas superficiales de las lesiones de caries en las piezas dentarias y rellenar con materiales biocompatibles) y restauraciones “atraumáticas”, consideradas necesarias de acuerdo al diagnóstico elaborado en forma individual en cada uno de los niños.

De esta manera, los niños que cursan entre primero y séptimo grados quedaron incorporados al programa en calidad de destinatarios directos, y todo el personal docente y no docente y la comunidad adulta en calidad de destinatarios indirectos al transformarse en “agentes multiplicadores de salud bucal”.

Entre las conclusiones, abordadas en el informe presentado por el equipo de trabajo de la Universidad, se destaca que “se trabajó en un clima armónico y con muy buena predisposición por parte de todos los actores involucrados en el programa (niños, docentes, no docentes, comunidad en general, futuros profesionales y docentes coordinadores), logrando un efectivo acceso a la salud bucal que estas poblaciones suelen no tener debido la innumerable cantidad de barreras que las alejan de los servicios odontológicos habituales”.