Todos desunidos perderemos • Jorge Castañeda

Los últimos acontecimientos en el peronismo rionegrino dejan al descubierto una serie de políticas bartoleras que muestran una orfandad de ideas y de formación doctrinaria en sus cuadros dirigentes.

Reciben órdenes directamente de la Casa Rosada desde donde les indican quién debe ocupar los espacios e ir en las listas para las próximas elecciones provinciales, vulnerando abiertamente las decisiones del distrito provincial y de sus órganos de conducción y lo que es peor a espaldas de sus afiliados que no son ni siquiera dueños de elegir a quienes los representarán. Y si no bajan la cabeza ante el poder de turno como en este caso, son chantajeados con el no envío de los fondos para los productores frutícolas. Lamentable. Muy lamentable y nadie dice nada.

Las rencillas entre los dos sectores mayoritarios (los que responden al senador Pichetto y al intendente Martín Soria) solo responden a sus propias ambiciones de poder y son como el agua y el aceite, imposible de juntarse, olvidando la famosa frase sobre los huevos: “juntos pero no revueltos”.

Es que el peronismo de Río Negro desde Mario J. Franco no tiene conductores y por eso todo se elige a gusto y paladar de cuatro o cinco vivillos que se creen que por portar apellido son los dueños del PJ, olvidándose que Perón decía que “los dirigentes salen de la acción, y si no, no son dirigentes y LOS DIRIGENTES QUE SE HACEN A DEDO DAN MUY MAL RESULTADO. Y así estamos.

Esto pasa porque la dirigencia peronista no sabe lo que quiere. “En la conducción puede uno hacer cualquier cosa, puede cometer cualquier error, pero hay algunas cosas que son imprescindibles, en las cuales no puede cometerse error sin pagar muy caras las consecuencias. Una de ellas es la CONTINUIDAD EN LA ACCION. Hay que obrar, sabiendo lo que uno quiere primero. Parece una perogrullada, pero no lo es. La mayor parte –concluía Perón- de los hombres que actúan en la conducción NO SABEN LO QUE QUIEREN.

Y al no saber lo que quieren como por ejemplo como construir un proyecto pluralista, unificado, amplio e integrador como lo están haciendo Alberto Weretilnek y Pedro Pesatti dentro de Todos Somos Río Negro, cometen un error tras otro que solo los llevará a caer en mayores desatinos. Y en política, de esos desatinos y del ridículo –se sabe- nunca se vuelve.

Otro de los gruesos errores es que cada día cambian no solamente los candidatos y las listas sino de actitudes y de formas. Es decir que el PJ de Río Negro no tiene CONTINUIDAD EN EL ESFUERZO, porque –y otra vez volvemos a Perón- “Hay hombres, o personas, que en todos los actos de la vida todos los días están comenzando. Es decir, que un día realizan una acción y al día siguiente se despiertan con otra idea e inician otra cosa, haciendo lo que los locos, que empiezan a cada rato una cosa nueva y nunca se detienen en una permanente”. Ese es el quid de la cuestión: el peronismo rionegrino hace muchos años que no tiene un proyecto permanente y por eso pierde el tiempo en cuestiones de menor valía donde casi siempre la sangre llega al río. Sus reyertas, sus peleas intestinas, sus ataques a todo el que piense distinto o lo enjuicie han transformado a sus dirigentes en “luchadores de montonera y no en luchadores constructivos de una organización permanente como es el Justicialismo”.

Es que se olvidaron o nunca conocieron la doctrina y las enseñanzas de Perón. Habría que cerrar como advertencia estas breves reflexiones con un apotegma y escribirlo con todas las letras y en especial con mayúsculas: “LO NUESTRO ES SUMAR Y MULTIPLICAR, NUNCA RESTAR O DIVIDIR”. ¡Pobre peronismo!!!

Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta