La UCR define su destino electoral

Viedma.- Semana corta y plazos reducidos. Al radicalismo rionegrino le queda poco tiempo y el próximo fin de semana tendrá que definir una posición frente a las elecciones provinciales del 14 de junio.
El partido carece de la agilidad de otrora. Perdió cintura y ahora luce un abdomen prominente. Quedó huérfano de reflejos y se encamina a la Convención provincial sin una estrategia clara y tironeado entre quienes proponen caminar junto al gobierno de Weretilneck y quienes apoyan una alianza con el ARI, Frente Progresista, como definió hace semanas el radicalismo nacional en Entre Ríos.

El PRO ya habló y fijó posición para junio. Irá solo y no muestra voluntad de sumarse a una coalición con aristas, radicales y socialistas.

El sábado en Las Grutas se realizó una pre convención radical, donde si bien no se definió una postura clara para proponer al encuentro del sábado venidero en el Valle Medio, quedó en claro que muchos radicales miran al gobierno mientras que otros definieron desde hace un tiempo su cercanía con el ARI.

Poco queda para la propuesta del saizmo para intentar competir con la Lista 3 UCR, con una eventual candidatura de César Barbeito, impulsada por la ex legisladora roquense María Inés García. Sólo una peligrosa ilusión.

Hay un final abierto pero previsible, ya que nada hace pensar que se puede evitar una fractura en la UCR de Río Negro. Diluirse con un apoyo al gobierno tiene sólo como argumento que Alberto Weretilneck “siempre estuvo cerca”, recordando las amistades con Pablo Verani y Daniel Sartor y que de hecho muchos radicales, entre otros media docena de legisladores, apoyaron más de una medida del gobierno.

Por el otro, nadie puede sorprenderse de la tendencia al acuerdo con Magdalena Odarda siempre demostrada por Bautista Mendioroz, como por Jorge Ocampos y otros dirigentes que operan con el paragua de la línea bajada en el orden nacional de la Alianza UCR-ARI-PRO.

Nada indica que la orgánica radical juegue con Odarda y sólo podría llevar al partido hacia ese camino el intendente de Viedma, José Luis Foulkes, porque necesita un partido unido para las elecciones del 3 de mayo, donde las encuestan muestran mucha paridad en la capital (+- uno o dos puntos arriba y abajo con JMPichetto) y porque ejerce la presidencia de la Convención.

Podrían asistir a la Convención radical del próximo fin de semana alrededor de 120 convencionales, sobre un total de más de 190, pero nadie ostenta una clara mayoría de votos para imponer con claridad un criterio, y además están lentos, desmotivados y sin vocación de poder.