Un año electoral ● ADN

urnaEnero es sinónimo de vacaciones, descanso y un mes para recargar energías y encarar un año que en lo político tendrá todas las definiciones posibles en el orden local, provincial y nacional.

Alberto Weretilneck aprovechó la llegada de los recursos petroleros para prometer obras y conquistar apoyo de los intendentes que aumentarán sus ingresos y transcurrió el mes viajando y haciendo de las promesas su principal arma de proselitismo político para llegar al día de las elecciones provinciales con chances ciertas de ganar la gobernación.
Nada se resuelve mágicamente y el propósito gubernamental de capturar la atención mediática rionegrina no tuvo acabado cumplimiento porque la incapacidad del Estado de resolver problemas sigue intacta a pesar de sus recursos económicos. Los incendios dejaron una vez más al descubierto las falencias del gobierno tanto en la prevención como en la falta de equipamiento de los bomberos donde hubo casos, como en Río Colorado, donde los propietarios de los campos tuvieron que utilizar sus vehículos particulares para trasladar a los efectivos.

Nuevamente la actividad frutícola es centro del conflicto, donde el gobierno muestra incapacidad y desconocimiento del tema, y sin ministro de Agricultura, desde hace varios meses, depositando toda la carga en la inexperiencia del joven Alberto Diomedi, Secretario de Fruticultura.

Siguieron los problemas de abastecimiento de agua, con altas temperaturas, en varias localidades como Sierra Grande, General Roca, Cipolletti, entre otras, con temas recurrentes por las quejas sobre los servicios que presta ARSA,
La muerte del Fiscal Alberto Nisman terminó definitivamente por desviar el eje de la atención informativa. La política rionegrina no presentó sobresaltos y aún queda por conocer qué pasara con el justicialismo que suspendió su Congreso partidario, no definió candidaturas y espera –gestión mediante en la Casa Rosada- un pronunciamiento de Martín Soria, al respecto, que prometió en la tradicional Fiesta de la Manzana.

L’ enfant terrible de General Roca se dedicó a desmentir todo lo que el senador Miguel Pichetto dijo e hizo como presidente del PJ y mantiene en ascuas a toda la grey peronista sobre su futuro. María Martini, intendente de Bariloche ya definió y se alejó de todo entuerto interno anunciando su deseo de repetir en la municipalidad lacustre.

El justicialismo no puede llegar a la anhelada unidad que tanto necesita para encarar las próximas elecciones, más aún en un contexto nacional donde el denominado “caso Nisman” averió al gobierno de Cristina Fernández, con insospechadas consecuencias electorales.

El radicalismo sigue “en veremos”. Sin elecciones primarias todo está cuestionado y aún el partido no sabe definir si se presenta con lista propia, en una colectora que apoye a Alberto Weretilneck o buscar alianzas con otros partidos. Esta conducción radical está lejos del Frente Unen.

La esperanza de votar en el primer turno electoral y producir triunfos en cadena e incluso ganar comunas peronistas, como prometió el titular de la UCR, Horacio Massaccesi, podría terminar como la ilusión de una noche de verano. Las encuestas dicen otra cosa distinta, e incluso los posibles triunfos electorales –como el caso de Los Menucos- serán patrimonio exclusivo de los jefes comunales y que no puede adjudicarse la conducción provincial de la UCR.
En política no sólo alcanza con el voluntarismo y en épocas electorales se necesita fundamentalmente del consenso del votante, del ciudadano y su familia que siempre reclama mayor exigencia a la clase política, en cada tiempo electoral.

En tanto el partido Afirmación para una República Igualitaria- ARI, funciona cercano a otro sector del radicalismo, incluso no se puede negar la participación de Jorge Ocampos, de cuna y cuño radical, hoy legislador y colaborador directo de Magdalena Odarda y con múltiples relaciones dentro de la UCR.

La senadora -insisten en el ARI- será candidata a la gobernación y busca alianzas para su armado electoral con vistas a las provinciales. En Viedma se observa actividad junto a Mario De Rege, también de origen radical, pero trascendió que en la capital rionegrina se podría sumar al PRO, como una experiencia piloto netamente local.
Como afirma la politóloga María Esperanza Casullo, en “Le Monde Diplomatique” de enero, “una alianza entre la UCR y el PRO es casi inevitable: más que partidos opuestos, son dos fuerzas que encajan una dentro de la otra” y entre otros análisis referencia a que Macri incorporó a su partido a dirigentes provenientes del radicalismo, sobre todo en Capital Federal, Córdoba Santa Fe.

Ayer desde el PRO RN se informó que Macri y Carrió, anunciaron en forma conjunta, a través de las redes sociales, que competirán en las PASO con el objetivo de construir «una alternativa competitiva frente a los que gobiernan hace décadas».

Comienza a moverse el avispero en los partidos políticos y una muestra de la actividad de enero ha sido que el PRO no se quedó quieto.

Los comentarios en torno a Macri señalan que Julio Arriaga ya habría comprometido su candidatura por el PRO en Cipolletti, Roberto Zgaib es el hombre para General Roca, Norberto Pirri, dio su palabra en Luis Beltrán y que Gustavo Genusso, sigue en conversaciones con el macrismo, a pesar que desde el gobierno se lo trata de captar, incluso Weretilneck no lo descartaría como compañero de fórmula.
A estos sectores que disputan al electorado no peronista hay que sumar al partido del gobierno, conducido por Alberto Weretilneck, que aún no tiene candidatos –ni siquiera para la elección de mayo en la capital de la provincia- y tampoco una denominación que lo identifique. Un posible nombre estaría compuesto por las siglas UNIR (Unión de Partidos Rionegrinos) por cuanto identificaría la alianza con Unidos por Río Negro, el MPP, Partido de la Victoria y REDES, entre otros. Falta dar contención a los justicialistas que quedaron en el gobierno.

Se aproxima la hora de la verdad para las pretensiones de Weretilneck y apuran los tiempos para definir alternativas electorales en ciudades claves como Viedma, Roca, Cipolletti y Bariloche, con candidatos que se opongan a presencias fuertes de dirigentes como Soria, Baratti, Arriaga y Martini. Sólo en Cipolletti se menciona al empresario Aníbal Tortoriello, del MPP como representante del gobernador, pero restan candidatos en las demás ciudades.
Weretilneck pareciera prisionero del acuerdo con el titular de la UCR, Horacio Massaccesi, articulado a través de Daniel Sartor, donde concluye que es poco lo que le ofrecen, salvo media docena de votos en la Legislatura que aún los necesitará en este año. No sumó candidatos locales, a pesar de tener encuestas que miden a dirigentes en la provincia, y se observan movimientos lentos, falta de equipo y escasa construcción política. Todo se asienta en los recursos económicos, reparto de módulos alimentarios, ropa y otros enseres, una vieja práctica política conocida en Río Negro.

Se votará en mayo en Viedma, Comallo, Lamarque, Contralmirante Cordero, Los Menucos y Catriel, media docena de municipios que formarían parte del acuerdo UCR-Weretilneck, mientras que el PJ convocaría en los municipios de Choele Choel, Conesa, Pilcaniyeu, Campo Grande, Sierra Colorada y Cipolletti. Mañana habría novedades cuando se cumpla el plazo para convocar a elecciones municipales para el 3 de mayo.

¿Cuándo serán los comicios provinciales? El gobernador fiel a su estrategia de confusión y desconcierto declaró que septiembre sería una buena fecha y agregó que la primavera es una estación que mejora el ánimo de los ciudadanos. Poco creíble y los comentarios íntimos señalan al último domingo de junio como el día elegido.

Finalizó el primer mes del 2015 y como dijimos más de una oportunidad desde este espacio, hasta el momento no hay elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias y tampoco la formalización de un efectivo y real acompañamiento a Sergio Massa, en su postulación presidencial, es más Alberto Weretilneck sigue observando con simpatía a Mauricio Macri, el único candidato opositor que sigue creciendo en las encuestas.