Fiscalía y querella pidieron 11 y 12 años de prisión para el policía Gianni

Viedma.- Concluyó hoy el juicio contra Guillermo Ariel Gianni, oficial de policía acusado del delito de tentativa de homicidio contra un menor, en un hecho ocurrido el 19 de febrero de 2014 en una zona rural en cercanías de General Conesa, durante un procedimiento. El efectivo habría efectuado un disparo con una escopeta.

La querella solicitó que se lo condene a Gianni a la pena de 12 años de prisión y que la inhabilitación forme parte de la condena. Por su parte, el fiscal de Cámara subrogante, Hernán Trejo, requirió 11 años de cárcel para el imputado y la defensa la absolución. La sentencia se conocerá el 27 de este mes a las 12.30.

Finalizada la etapa probatoria, se llevaron a cabo los alegatos y en primer término lo hizo el abogado Darío Cáccamo, apoderado de la querellante particular ejercida por Magaly Avila, madre del menor víctima. Aquél describió el accionar como “abusivo, desproporcionado, irracional, caótico y gravoso” por parte del imputado.

No había ninguna hipótesis de delito que justificara los disparos”, señaló y añadió que la conducta de Gianni ha sido ampliamente superada en esta audiencia y que es una acción típica propia del artículo 80, inciso 9 del Código Penal, pero en grado de tentativa por lo cual requririó al Tribunal, la pena de 12 años de prisión y que la inhabilitación para ejercer como empleado policial forme parte de la sentencia.

Luego fue el turno del alegato de Trejo, quién consideró que se ha acreditado tanto la materialidad del hecho como la participación y la autoría en el mismo del imputado Gianni, señalando la “intención homicida del imputado” por lo que solicitó al Tribunal que lo condene a la pena de 11 años de prisión calificando el hecho como «homicidio agravado en grado de tentativa”, Artículos 80 inciso 9º y 42 del Código Penal.

Posteriormente, la abogada Cecilia Donate, ejerciendo la defensa tulelar en representación del menor, adhirió en todos sus términos a lo expresado por la querella y, finalmente, la defensora oficial Martha Ghianni abogó por la absolución para su asistido ya que consideró que no existió dolo en la conducta de su defendido.

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