Carta abierta al gobernador de la provincia ● María Emilia Soria

Es cierto que el fallecimiento del Gobernador Carlos Soria no es su culpa, tampoco la muerte de Carlos Peralta, ni la de Leandro Gómez, ni tampoco lo fue en su momento la de Julio Salto. Seguramente todas estas desgracias son parte de una triste coincidencia del destino al cual usted nunca podría haber manipulado, por mas “curanderas” que frecuente. Nadie lo culpa a usted de semejante cosa.

De lo que sí es usted responsable señor Gobernador, es de haber traicionado la voluntad de los rionegrinos que un 25 de septiembre de 2011 eligieron poner en acción a esta provincia, y que hoy, tres años después de aquel histórico triunfo, está a la vista de todos que eso nunca se cumplió. Muy por el contrario, su gobierno pasará a la historia por ser el de la «inacción». Prueba de ello dan la parálisis total en la obra pública, la desidia en la gestión de la educación publica que ha llevado a perder decenas de días de clases a nuestros chicos, la falta de inversión en Salud, la creciente inseguridad en las calles y barrios de nuestra Provincia, y la ausencia del Estado como generador de políticas publicas, encabezan la extensa lista de problemas que día a día afectan la calidad de vida de miles de rionegrinos.

No pretenda usted deslindarse también de la responsabilidad de mal administrar nuestros recursos endeudando cada vez más a esta provincia en lugar de aplicar una política coherente de control de los fondos públicos. Es su responsabilidad la falta de aptitud para llevar adelante negociaciones fructuosas con los representantes de los trabajadores, de manera que puedan sostenerse en el tiempo y no afectar otros ítem fundamentales del presupuesto.

Su ir y venir, su constante marcha atrás en las decisiones, tampoco es obra del destino señor gobernador, es su carencia de firmeza, sus limitados conocimientos y su patológica impulsividad lo que lo lleva a gobernar con semejante falta de previsibilidad y a tener estos resultados tan erráticos.

Nadie obligó a Ud. Sr. Gobernador, a batir todos los records posibles de cambios en el gabinete, contando en su haber 4 Ministros de Obras Publicas, 2 Ministros de Salud, 3 Ministros de Desarrollo Social, 2 Ministros de Educación, 2 Ministros de Turismo, 4 Secretarios Generales, 2 Ministros de Gobierno y 4 Ministros de Producción, entre otras múltiples variaciones de rumbo dentro del gabinete, que incluyen un inédito despido masivo de funcionarios, único en la historia argentina, que da cuenta de la ausencia de un sentido lógico de sus actos, demostrando que el cargo de Gobernador le ha quedado muy grande.

Por otra parte, no podemos olvidar sus memorables y caricaturescas declaraciones públicas a lo largo de los últimos 3 años, que lejos de causar una sonrisa, nos generan vergüenza ajena como rionegrinos. Imposible olvidar sus desfachatadas criticas al Papa Francisco, horas después de la elección del mismo. Cómo no recordar su frase acerca de que «a veces no necesariamente hay que apegarse tanto a la ley» en un insólito llamado al incumplimiento de las normas vigentes.

Tampoco es fruto del destino su poca avidez a ser leal a una determinada causa o ideología, habiendo efectuado a lo largo de su vida pública una serie de actos de transfuguismo político, pasando desde su participación en el MPP, a alianzas con la UCR, luego afiliándose al Frente Grande, después integrando el Frente para la Victoria, posteriormente haber manifestado su intención de afiliarse al PJ y finalmente su reciente adhesión al Frente Renovador de Sergio Massa, en obvia traición a la voluntad popular que lo ungió vicegobernador en la formula del FPV.

Señor Gobernador, por favor deje de echarle la culpa al destino, a la sequía, a las cenizas, a las crisis institucionales que usted mismo generó. Por favor deje de malgastar los recursos de los rionegrinos en publicitar todas esas excusas, porque la inversión en los hospitales, escuelas y comisarías es mucho mas urgente.

Señor Gobernador mas que agradecer el acompañamiento de los rionegrinos, reconozca usted la paciencia de este pueblo que todavía debe esperar un año mas para elegir un gobierno que de verdad lo represente.