Traidor a la Patria ● Enrique Minetti

¿Es posible conjeturar siquiera que la Universidad de Charcas, en rigor, Universidad Mayor, Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca, luego de las victorias de San Martín en Chacabuco y Maipú convocara al jefe del poder realista en América del Sur, Francisco Casimiro Marcó del Pont Díaz Ángel y Méndez para que disertara sobre los planes de la corona española respecto de su estrategia para consolidar el dominio sobre estas tierras de América que luchaban por deshacerse del yugo de más de quinientos años?
¿Alguien puede imaginarse que alguna institución argentina invite al Primer Ministro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, David Cameron, para que exponga y publicite sus ideas acerca de la política que da sustento al dominio colonial en la Islas Malvinas, negándose a cumplir con reiteradas Resoluciones de las Naciones Unidas y que provocó la muerte en el conflicto de 649 argentinos, mientras que 1082 resultaron heridos; lo que suman 1703 bajas de héroes?

Y por dar un ejemplo local: que se hubiera dado prensa al genocida Videla para que explicite las virtudes de la aplicación en el país de la teoría de la seguridad nacional que costó la vida de 30.000 personas y que creara el tan deplorable como infausto y cobarde término de “desaparecidos”. Dictador que se llevó a la tumba los reglas utilizadas en la más cruel e ilegal de las cacerías humanas que recuerde la historia argentina y mundial, quiénes fueron los autores materiales e intelectuales de los secuestros, torturas y asesinatos, por orden de quién, dónde están sus cuerpos, quiénes pergeñaron y ejecutaron el horror de arrojar personas vivas desde un avión al mar, qué mente siniestra ideó el plan sistemático de arrancar del vientre de la madre en cautiverio a su bebé.

Pero es del caso que la Pontificia Universidad Católica Argentina con sede en el coqueto barrio de Puerto Madero convocó a Domingo Felipe Cavallo a dar una conferencia y presentar su nuevo libro.

Artículo 119 de la Constitución Nacional: La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro.

El subrayado es la conducta cometida por el tristemente célebre creador de la Fundación Mediterránea. El citado personaje hundió en la miseria, la desocupación y el hambre a millones de argentinos provocando la tragedia del 2001 que desencadenó en la huida del inimputable De La Rúa, quien lo nombró Ministro de Economía, luego de haber sido también Ministro del turco que lo parió, riéndose en la cara de la gente que lo votó para sacárselo de encima. Quién no recuerda cuando la gente pasaba la noche frente a los bancos para estar en los primeros lugares de la cola para que un empleado saliera y anunciara si ese día iban a devolver 100 o 150 pesos (hasta un máximo $250 por semana) de la plata de los clientes que había sido secuestrada por el cordobés traidor. Y la desgarrante imagen de los argentinos golpeando con lo que tenían, en los frentes de los parapetados bancos manilargos mientras éstos fugaban las divisas al exterior. Autor del tristemente célebre corralito, la más nefasta incautación de los depósitos del pueblo, en algunos casos el ahorro de toda una vida y la innumerable catarata de juicios para recuperar algo. Todavía hoy gente a la que no le devolvieron lo que le robaron.

Autor del megacanje, el más grande, corrupto y perjudicial negociado de la historia Argentina, comparable tal vez con el vergonzoso préstamo de la Baring Brothers. Bernardino Rivadavia (el “de infernal conducta”, al decir de San Martín) fue el inventor local de “la deuda eterna”. En 1824, siendo Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, autorizó pedir un préstamo a la Baring Brothers (Inglaterra) por un millón de libras esterlinas, del cual llegó menos de la mitad, el resto quedó en el camino entre comisiones y otras yerbas. Este préstamo fue impuesto como parte de la estrategia geopolítica de dominación de Gran Bretaña, para condicionarnos económicamente e impedir nuestro crecimiento como Nación independiente. Respondió más a las necesidades inglesas de asegurarse la subordinación colonial que a necesidades locales.

También puede compararse con el humillante pacto Roca-Runciman, denominado “El Estatuto Legal del Coloniaje” por Arturo Jauretche (FORJA).

Éste, a todas luces se trató de un pacto de claudicación para los intereses generales de nuestro país y que incluso tampoco llegó a conciliar plenamente los pedidos del lobby ganadero local. El asesinato del senador Enzo Bordabehere, en 1935, dejaría en evidencia la injerencia del poder de los frigoríficos; un atentado en realidad dirigido hacia el valiente y solitario luchador santafecino, el senador demócrata progresista Lisandro de la Torre, denunciante de maniobras de evasión y ocultamiento de datos de los frigoríficos extranjeros, en connivencia con el gobierno local. Una vez corrido el velo del ocultamiento, quedó al desnudo el carácter parasitario y corrupto de las grandes corporaciones locales y extranjeras, y su falta de escrúpulos para el uso de la violencia.

Volviendo al Megacanje, hay que decir que le dejó cuantiosas ganancias, tanto a Cavallo como a sus cómplices internos y externos y por el que el Juez Ballesteros lo tiene como procesado, habiendo pedido el Fiscal interviniente que se cite como imputados a los presidentes de los bancos Galicia, Santander, Francés, Credit Suisse First Boston Corporation, HSBC Bank Argentina, JP Morgan Securities y Salomon Smith Barney, que cobraron 150 millones de dólares de comisión para hacer la operatoria que incluyó «el Canje de sus propios bonos».

El fiscal sostuvo que se implementó una «misce en scene» mediante la «contratación del grupo de bancos» para hacer un «desplazamiento patrimonial a favor de un agente o tercero» de bienes de la administración pública, lo que configura el «ardid o engaño» al que alude el Código Penal cuando define la estafa tipificada por un multimillonario perjuicio para el país a partir de la firma del decreto 648/01.

La norma, dictada a instancias del Ministerio de Economía -cuyo titular por ese entonces era Cavallo- autorizó la renegociación de la deuda y designó a las siete entidades crediticias, a cuyos titulares el Fiscal quiere indagar. Esta fenomenal estafa es en gran parte, la deuda que hoy quieren cobrar los carroñeros fondos buitres, entre ellos varios amigos del ex Ministro.
Recordemos que fue también quien rebajó los salarios de los trabajadores y los haberes provisionales de los jubilados un 13 % y quien mandó a los científicos a lavar los platos produciendo una fenomenal fuga de mentes brillantes argentinas, de la cual se han repatriado gracias a políticas activas en tal sentido, más de mil hasta la actualidad.

También Luis Majul -biógrafo del irrespetuoso, soberbio y mal hablado mascarón de proa del Grupo Clarín, el periodista devenido en showman circense Jorge Lanata- quien acusa al gobierno de crear una “grieta” entre los argentinos y tiene como logo insignia de su programa una mano en actitud de Fuck you, gesto que sin duda lejos está de proponer la paz y la concordia; también le dio cámara en su programa de televisión.

¿No es una actitud realmente provocativa darle prensa a un siniestro personaje como el que nos ocupa. No es, dolorosamente, incitar a la gente a que actúe violentamente. Quién es el que genera la violencia?. Cuidado con aquello de matar al mensajero.

Cavallo no es un querubín indefenso y neutro que anda por el mundo teorizando acerca del sexo de los ángeles. No, ha tenido actuación concreta en la política y en la economía con los resultados nefastos para la Argentina que brevemente se reseñaron.

Cavallo no es un adversario con el cual se dialoga, se discute y hasta se puede acordar. Cavallo es un enemigo del pueblo argentino y con los enemigos no se dialoga, al enemigo no se le debe dar prensa.

ENRIQUE MINETTI