Honrosas excepciones
Mi esposa y yo fuimos a almorzar el domingo 17 de noviembre a una parrilla situada sobre la salida de Bariloche hacia el Este. Con estacionamiento cercano al acceso y sin escalones es uno de los pocos lugares realmente adecuados para dos personas como nosotros, discapacitados motrices con importante dificultad para caminar.
Antes de retirarnos mi esposa utilizó los sanitarios. Salió indignada y asustada: El pésimo estado del inodoro la obligó a hacer un esfuerzo doloroso para evitar una caída que, de ocurrir, podía tener gravísimas consecuencias.
En los últimos años ha mejorado la accesibilidad en Bariloche, pero aun falta mucho por hacer. Todavía se habilitan locales de uso público con acceso por escaleras o con sanitarios imposibles de utilizar para discapacitados motrices. Un ejemplo reciente es un restaurant céntrico habilitado en un primer piso sin ascensor. Casi no existen lugares con información en Braille o personal con algún conocimiento de lenguaje de señas.
Con honrosas excepciones, la desidia y la indiferencia siguen presentes en todas partes y parecería que las autoridades miran para otro lado.
¿Tendremos alguna vez una ciudad razonablemente accesible interesada en el 10% de la población permanente y turística que necesita facilidades especiales?
Atte.
Mauricio Kitaigorodzki
DNI 4376884
Nota: El nombre de la parilla mencionada está a disposición de quien lo solicite.