Caso de legítima defensa: “Pasten disparó la carabina para asustar”

Viedma (ADN).- El abogado de la querella en la causa que se inició por la muerte de una persona de un disparo que efectuó el cuidador de un predio de “chatarras” en Viedma, pidió en su momento 12 años de prisión para el autor del balazo, pero del expediente se desprende que éste, Carlos Blas Pasten, “disparó la carabina para asustar”.

En el expediente judicial, difundido ayer, se describió que los jueces de la sala A de la Cámara en lo Criminal de Viedma valoraron la prueba y ponderaron los siguientes aspectos: no había amanecido; los ladridos y ruidos advirtieron de la presencia de extraños; la llegada del intruso dentro del predio solo podría explicarse de haber escalado este el paredón perimetral.

También, que “Pasten percibió en forma indudable que se trataba de un ataque a la propiedad y temió por su seguridad y su vida, sentimiento que invadió su alma (psiquis), puesto que no pudo pensar otra cosa que un enfrentamiento con delincuentes; el imputado tuvo la sensación de que había más de una persona y luego advirtió una silueta en el marco de la puerta de ingreso que, en esas circunstancias, entendió que se debía a que el intruso se disponía a entrar”.

“En tales condiciones, ni la reja ni la puerta eran un obstáculo suficiente para entrar; Pasten disparó la carabina para asustar y a este le resultaba imposible ver quién o cómo estaba la persona del otro lado de la puerta, de modo que bien podría haber supuesto que del otro lado de la puerta tenían armas”.

Uno de los jueces del Superior Tribunal destacó: “En tal contexto de valoración concatenada de la prueba que realizó el sentenciante, es absolutamente insuficiente para refutar su fundamentación la impugnación basada en que no se encuentra acreditada “la peligrosidad del delincuente” por ausencia de antecedentes o por falta de secuestro de arma propia o impropia”.

Llegó a igual conclusión respecto de que la conducta del imputado fue “acción” y no “reacción”, ya que esta afirmación “se basa en la valoración parcial de la prueba que hace el recurrente, la que deja sin rebatir la motivación de “agresión ilegítima en curso” como inferencia aquilatada de la totalidad de los indicios”.

En otras palabras, el juez afirmó que “la parte querellante no rebate el fundamento de que las circunstancias de tiempo, modo y lugar denotan ex ante del hecho la percepción de que más de un delincuente iniciaba un ataque a la propiedad, lo que hizo que el imputado temiera por su seguridad y su vida…”. (ADN)

 

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