Lanzarán en Bariloche el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (CEATSA)

Bariloche.- El inédito Centro de Ensayos de Alta Tecnología S.A. (Ceatsa) permitirá a la Argentina probar en el país complejos equipos como satélites, radares y desarrollos de la industria automotriz, en un enorme laboratorio aledaño a la planta de la rionegrina Invap, afirmó hoy el gerente general, Marcelo Famá.

«Excepto por el de Brasil -en el que se probó el satélite argentino SAC-D Aquarius antes de mandarlo con éxito al espacio-, el resto de los centros de ensayos están en el hemisferio norte, lo que demanda costos altísimos de traslado durante meses del satélite y el personal» de prueba, contó Famá.

El Ceatsa será inaugurado próximamente en forma oficial y funciona desde diciembre último en Bariloche, tras su creación en 2010 a partir del programa satelital geoestacionario para telecomunicaciones Arsat, con capacidad para recrear las condiciones que atraviesa un satélite durante el lanzamiento, y en el espacio exterior, donde deberá funcionar 15 años.

El flamante recurso fue presentado en el seminario «Desafío del sector espacial argentino» al que asistió Télam, que se desarrolla hasta mañana en la Casa Patria Grande «Néstor Kirchner» organizado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la empresa de telcomunicaciones del Estado Arsat y la de diseño y desarrollo de sistemas tecnológicos complejos Invap.

Famá, joven egresado de la carrera de Física del Instituto Balseiro, en Bariloche, enfatizó que «el Estado argentino invirtió sabiamente en gestar este centro de ensayos en Argentina».

«El programa nacional estableció a través de la creación de Arsat la fabricación y el lanzamiento de satélites, pero también podemos proveer la fase de ensayo», que es imprescindible para verificar que funciona aquello que demandó una enorme inversión.

Un ensayo mandado a hacer a Europa implica «cinco meses y, considerando que no haya ninguna falla que corregir, puede representar millones de dólares».

Los materiales de un satélite están sometidos a un extremo gradiente térmico por la variación de frío y calor derivada de si el sol ilumina o no la estructura, por lo cual se lo prueba en un rango de 190 grados bajo cero hasta 150 grados centígrados en una gigantesca cámara de termovacío, sin gravedad, durante 45 días en los que el gasto en nitrógeno líquido es de un millón de dólares.

Además, se debe medir también la compatibilidad electromagnética de los distintos equipos electrónicos montados en el aparato, y deben ser reproducidas las tensiones mecánicas a las que estan sometidos los diversos componentes del satélite.

El ‘Shaker’ es quizá la prueba más extrema, ya que consiste en un enorme vibrador de 50 toneladas, el más grande del mercado, que es una bobina como un gran parlante, para probar aparatos de hasta 5 toneladas de peso.

«Es un ensayo acústico tres veces mayor en potencia que un recital de rock en un megaestadio, para ver si sobreviven las conexiones eléctricas», precisó Famá.

Actualmente, la empresa realiza ensayos mecánicos en la antena radar del refaccionado rompehielos Almirante Irízar, informó.

«Ceatsa es estratégica y referente regional para todo tipo de industria, la de telecomunicaciones o la automotriz, que nos dio un auto para ensayos y, si probamos que trabajamos con el mismo rigor que la casa matriz, nos deriva toda la producción nacional para probar acá» y no tener que sacarla al exterior, contó.

El objetivo del Seminario es estimular un trabajo conjunto para identificar necesidades y horizontes comunes, generar sinergias entre los distintos proyectos, fomentar el desarrollo de nuevos proveedores locales y explorar líneas que orienten proyectos de investigación, definieron los organizadores.

Mañana continuará desde las 9.30 con la presentación de instituciones vinculadas a las misiones satelitales -como la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Centro de Investigaciones Opticas, entre otros-, los programas educativos en temas satelitales y ponencias de empresas proveedoras de servicios.

TELAM