Pensando en octubre, armando el 2015 ● Mariano Ferrari

marianoEl universo político argentino ya trabaja pensando en las elecciones de octubre para elegir diputados y senadores.

Cada distrito tiene que bucear en sus complejidades de acuerdo a los vaivenes domésticos, pero en la superficie nacional el tablero es más claro: se contarán fichas como el TEG y el Congreso será el escenario de batalla de dos grupos bien diferenciados.  

Al final de esa contienda, está la definición del 2015.

Candidatos

Es por ello que los candidatos son centrales. Aquí no da lo mismo (como en otros tiempos) quiénes ocupen las listas. Cada nombre pasará –en el tamiz del kirchnerismo- por la aprobación de la Presidenta. Nadie llegará por mérito político o territorial propio, ni por sus pergaminos ni su currículum.

Incluso, Cristina Fernández también podría tallar en otros armados.

Miguel Ángel Pichetto encabezará la nómina del Frente para la Victoria. Pero el actual jefe del bloque oficialista requiere compañeros nac and pop. Por eso no se descarta que quien lo secunde sea la legisladora provincial Silvia Horne, dirigente del Movimiento Evita. Otros sugieren a María Eugenia Martini, intendenta interina de Bariloche (referente de La Cámpora), aunque ya avisó que quiere forjar su futuro político en la ciudad. La nómina de diputados estaría encabezada por el actual legislador nacional Oscar Albrieu.

El terreno antikirchnerista está más claro. Magdalena Odarda será la candidata del Frente Amplio Progresista (Socialismo, ARI, Confluencia). Ese acuerdo quedó sellado en la elección a intendente de Viedma.

Por el contrario, en el radicalismo, el panorama es más confuso. Por el momento los ex gobernadores Miguel Saiz y Horacio Masaccessi anunciaron sus intenciones de competir, y no se descartan otros. El sistema de preselección es la instancia de elecciones abiertas y simultáneas y allí podrán medirse intenciones, trayectorias y votos reales. 

Sin embargo la definición corresponderá no sólo a un nombre, también a un proyecto. Saiz continúa vinculado al “Radicalismo K”.

Hace unas semanas pasó por Viedma el diputado bonaerense ultrakirchnerista Fernando “Chino” Navarro. Se encontró en un hotel céntrico con Saiz y se fundieron en un abrazo. Le dijo: “qué bueno que seas candidato, así tengo otro compañero en el Senado”.    

Reforma constitucional

Indudablemente se pone en juego la reforma constitucional y una habilitación para la eventual re-reelección de Cristina Fernández de Kirchner. Un esquema que conviene en casi todos los sectores políticos argentinos.

Ni el FAP, ni la UCR, ni la disidencia pejotista tiene armado un esquema y un candidato para ser alternativa al gobierno nacional que, sin la reforma, tiene a Daniel Scioli como candidato indiscutible y, al menos por lo que indican las encuestas, imbatible.

Por lo tanto, si prospera la reforma, CFK podría cumplir un ciclo de cuatros años más en la Casa Rosada y, en 2019, se rearma el escenario para el oficialismo y la oposición. Con este esquema, los únicos perjudicados serían Scioli y el jefe de gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri.

Ganadores y perdedores

En Río Negro, con un Frente para la Victoria unificado, el dilema es de la UCR.

Si triunfa la versión K del radicalismo, quedará dentro de las opciones de voto para acompañar la reforma, y correr el riesgo de quedar licuado por la impronta oficialista. Si por el contrario, adquiere un volumen político el sector que quiere romper definitivamente con la ligazón nacional y popular, deberá dividir votos con el FAP, claramente opositor.

Con lo cuál, la definición comienza a tener que ver con el 2015.

 

Martín Soria

Ante este escenario y la renovada alianza entre Alberto Weretilneck y Miguel Pichetto, un sector del peronismo comienza a blandir el nombre de Martín Soria para competir por la gobernación en 2015.

El análisis que surge de ese sector es que el intendente de General Roca reinstalará la mística y la conducción que el PJ perdió, y que impondrá una gestión de gobierno que fue votada en 2011 y hoy, tras la desaparición física de Carlos Soria, quedó desvanecida.

 

2015

Mucho está en juego en octubre. Para el gobierno nacional y para la política local.

Pero el FpV primero tiene el test electoral de Bariloche. Hoy la ciudadanía define si revoca o da continuidad a la gestión de Omar Goye, intendente suspendido.

Weretilneck, Pichetto, Soria y Peralta sentenciaron que la administración del ex presidente de la Cooperativa Eléctrica fue calamitosa, y debe alejarse del cargo.

Pero una vez superada esta instancia hay que moldear un candidato de consenso y dentro del esquema del FpV. El oficialismo fue derrotado en las elecciones municipales de Viedma y pretende no correr la misma suerte en Bariloche, que también tendrá impacto nacional.

Ese triunfo, sumado al que espera en octubre, lo posiciona como favorito a continuar en el poder más allá de 2015.

El fútbol y la política en la Argentina tienen puntos en común.

En política se dice que gobierno que tiene reelección, sigue. Y en fútbol, que equipo que gana no se toca.