Ilusionismo ● ADN
El gobierno del FpV persiste en el mensaje optimista y en reproducir artificialmente efectos que pretender convertir ilusiones en realidad. Sólo trucos de magia, ilusionismo, como aquella técnica de pintura llamada “trampantojo” que engaña a la vista con perspectivas, sombras y otros efectos.
Todo un esfuerzo en vano. Las malas noticias ganan por varios cuerpos y cada vez resulta más difícil esconder la basura debajo de la alfombra.
Este gobierno que vino a cambiar a la policía de “Tito” Cufré no tiene políticas claras que conduzcan a la fuerza del orden.
Un policía viajó 700 kilómetros, de Catriel a Viedma, para matar por la espalda –con media docena de disparos- a su ex pareja también policía, en el establecimiento escolar adonde concurren sus hijos.
La institución policial rionegrina conocía la situación ¿Qué hizo?, nada y el hecho hoy es un recuerdo en las páginas policiales sobre crímenes pasionales, llamado femicidio. El dolor familiar es ajeno para la burocracia del Estado.
También Cipolletti fue escenario de la muerte de una joven técnica bioquímica en un establecimiento médico privado. Fuerte impacto en una sociedad altamente sensibilizada por hechos de violencia como la reciente muerte del comerciante Claudio Fabián Araya.
Ante la confusión el vicegobernador Carlos Peralta anunció la creación de una comisión legislativa de seguridad. El apresuramiento por decir algo y mostrar eficiencia hizo equivocar a Peralta porque nadie de sus asesores o legisladores oficialistas le recordó que esta comisión está creada desde hace muchos años.
El anuncio no fue consultada en la Justicia que durante años colaboró con el parlamento en la integración de este tipo de comisiones. Cabe recordar que cuando Alberto Weretilneck asumió como titular de la Legislatura anunció que solamente quedarían en funcionamiento las comisiones estables, desactivando al resto, sin notar que muchas de ellas fueron creadas por ley.
Los asesores legislativos debieron recordarle a Peralta que el parlamento fue activo en las investigaciones del doble crimen de Río Colorado, el Triple crimen de Cipolletti, la muerte de tres mujeres en un laboratorio de análisis clínicos de la misma ciudad y el llamado Caso Otoño, entre otros.
Tres presos ardieron en una improvisada celda del Penal de General Roca, luego de que uno de ellos prendiera fuego un colchón en protesta por un traslado.
En el hecho tampoco nadie tiene respuesta. Pero el silencio no pudo ocultar que últimamente no se compran colchones ignífugos.
¿Es posible que los funcionarios desconozcan que en las cárceles se permiten colchones comunes? Nada dijeron de esto Di Giácomo, Lastra, Bermejo, Galinger, Gatti, Alejandro Palmieri, Pablo Bergonzi, Nadia Diaz y jueces, entre otras autoridades que rotan por los ministerios con jugosos sueldos.
Hay que escuchar la opinión de policías retirados, algunos activos militantes justicialistas que asesoraron al ex gobernador Carlos Soria en la campaña electoral. Hay desazón y no les cabe que la fuerza no sea conducida políticamente y profesionalmente.
La actitud del gobierno y la mayoría de sus funcionarios frente a los empleados públicos, ya es una cuestión visceral. A la ley de prescindibilidad, malos tratos, traslados de oficinas, etc, se suma ahora la privatización del sistema de contralor médico con el loable objetivo de disminuir las inasistencias en los organismos públicos.
El realidad el principal problema de inasistencias está dado en Educación y Salud Pública, pero pareciera que para irritar al conjunto de los agentes estatales se hace tabla rasa con esta metodología de los noventa de tercerizar servicios del Estado.
¿Quiénes serán los médicos del sector privado que controlarán al sector público? ¿Los mismos profesionales que cobran plus e Ipross dependientes que facturan al Estado?
Sin dudas que hay que controlar las inasistencias, pero no sólo es una cuestión horaria porque también hay que medir productividad, calidad y eficiencia en la prestación de los servicios y satisfacción en la respuesta.
Los empleados cumplirán sus horarios y sus jefes funcionarios seguirán trabajando de martes a jueves, mostrando desconocimiento en el manejo de la administración pública, en el cumplimiento de la ley de administración financiera y viajando al exterior, una particularidad que se ha instalado en la administración Weretilneck.
Cabe preguntarse si no hubiera sido mejor reforzar y jerarquizar las juntas médicas y los controles internos y evitar un gasto innecesario. La respuesta sólo es posible encontrarla en la desconfianza del gobierno hacia el interior del sistema. Es una cuestión visceral.
Alejandro Palmieri ahora no tiene a su lado a Anahí Tapattá que le controlaba las desviaciones ideológicas cuando trabajaban juntos en el gabinete municipal de Carlos Soria. Ahora el ministro se presenta íntegramente menemista y liberal y por lo tanto no habría que descartar otras tercerizaciones.
Martín Soria descargó nuevamente toda su ira contra la Justicia y particularmente contra dos jueces con el mismo apellido y reiteró conceptos de su padre sobre el funcionamiento del Poder Judicial en Río Negro.
El mismo Martín Soria que nada dijo cuando el Fiscal Falca archivó la causa sobre la investigación de la falsificación de firmas del ex gobernador Carlos Soria. Este fiscal –que olvidó el concepto de certeza negativa-respondió a Nicolás Rochás –operador sorista en Viedma- con quien se reunió en varias oportunidades y principal responsable de las firmas truchas, también denunciado por pagar sueldos a una empleada que se mudó a otra provincia.
Nada dijo Martín, salvo que también comparta que falsificar la firma en un documento público no es delito.
Para el intendente de General Roca la interna judicial no le es ajena y pretende influir sobre el gobierno, legisladores y abogados principalmente cuando deban cubrirse vacantes estratégicas en la Justicia, donde nunca ocultó su preferencia para que la Procuradora Liliana Piccinini integre el Superior Tribunal de Justicia y que la fiscal Daniela Zágari, asciende a la camarista penal en Viedma.
La ingerencia del poder político sorista en la Justicia no es novedad y muchos recuerdan la posición del ex gobernador Carlos Soria sobre el tema.
Las malas noticias siguen ganando. Los pases de magia no pueden ocultar la realidad cotidiana y el voluntarismo no puede reemplazar al conocimiento. El gobierno sigue funcionando impulsado por la fuerza inicial de aquel 10 de diciembre del 2011 y la inercia hace el resto.