Aportes para la causa ● UCR MORENA Catriel

La Unión Cívica Radical nació para oponerse a un régimen autoritario y centralista con una profunda vocación reparadora levantando banderas nacionales, populares, federales y democráticas. Es el Partido de la paz, la libertad, los derechos humanos y la vida. Sus principios se sintetizan en la célebre frase de Moisés Lebensohn: “Doctrina para que nos conozcan, Conducta para que nos crean”.

La reafirmación permanente de fe doctrinaria se manifiesta en el legado histórico de los próceres que hicieron de la ética, la moral, la decencia y la honestidad una forma de hacer política, una forma de vida: Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen,  Moisés Lebensohn, Crisólogo Larralde, Ricardo Balbín, Arturo Illia y Raúl Alfonsín.

Hoy, nuestro Partido necesita nutrirse de su gloriosa historia para volver a ser lo que fue. Necesita de Radicales que emulen a estos próceres para llevar adelante su renovación y reconstrucción; de radicales con firmes convicciones e ideales al servicio de la Causa y no la Causa al servicio propio.

Hoy está en riesgo el sistema democrático. La democracia es incompatible con la violencia y la prepotencia. La democracia es incompatible con las sucesiones cuasi dinásticas con ansias de eternidad. La democracia es incompatible con el avasallamiento al federalismo desde el poder central. La democracia es incompatible con las facultades extraordinarias del Poder Ejecutivo.

El Kirchnerismo es estructuralmente antidemocrático. Se manifiesta a través de una visión anarco pseudo progresista y en realidad constituye un sistema hegemónico. Es protagonista de una lógica conservadora que promueve el unicato del Siglo XXI. Actúa como dueño de la verdad absoluta y no de una parte relativa con la que se debe construir la verdad de todos. La Argentina de hoy está enferma de intolerancia y de autoritarismo.

Por eso la Unión Cívica Radical debe recuperar su valor histórico. La ciudadanía lo está esperando. Es el único partido con historia y trayectoria, con inserción territorial, con caudal militante, con organización suficiente para poner límite al abuso Kirchnerista. Esa es nuestra obligación, es nuestro deber. Para ello debemos homogenizar nuestras posturas, reconstruir los grandes ideales y reafirmar nuestra pertenencia. Lo lograremos con el debate franco y sincero de las ideas y no de los intereses; con un debate que posea la grandeza suficiente para alimentar la pasión que debe guiar nuestra militancia y que como una poderosa luz atraiga a los ciudadanos a engrosar las filas en la lucha por defender la democracia en la Argentina.

El debate no puede estar exento de la autocrítica. El debate nos exige mirar primero hacia adentro y encontrar las causas por las que la Unión Cívica Radical atraviesa su difícil situación actual. Debemos aprender de nuestra propia historia para poder mirar con claridad al porvenir porque la Argentina nos necesita en ese futuro.

La Unión Cívica Radical es un partido nacional, con vocación de poder nacional y no una federación de partidos que coyunturalmente se unen o se desunen de acuerdo a las conveniencias locales momentáneas. La Unión Cívica Radical tiene en su Honorable Convención Nacional el ámbito orgánico y legítimo para discutir abiertamente y construir colectivamente su línea de acción política nacional. El radicalismo rionegrino no es, no puede y no debe ser un partido provincial ni actuar como si lo fuera, por ello debe participar con sus representantes en los organismos partidarios nacionales, llevar sus planteos, estrategias y discutir sus posiciones y construir entre todos el futuro accionar político de nuestro Partido.

Hemos cometido muchos errores en aras de mantener el poder. Nos planteamos, en su momento, que no convenía electoralmente mostrarse “tan radical”. Se comenzó a hablar del “proyecto de poder”,  “del poder como finalidad”. El realismo sustituyó a los principios y la política dejó de ser un camino para convertirse en un punto de arribo. La vieja fuerza moral se convirtió en una estructura vacía de contenido. Se perdió el interés en la militancia, en las asambleas o reuniones en los comités para discutir rumbos y muchas veces rectificar los caminos tomados por alguna dirigencia confundida. No se ejerció el principio republicano de control, a nadie le importó ser republicano en ejercicio. Para qué?, si habíamos descubierto y estábamos todos bajo el sacrosanto manto del “Poder”.

Así, se profundizó este proceso de pérdida de nuestra identidad hasta llegar al extremo, cuando la conducción de la U.C.R. culminó siendo funcional para luego llegar a ser protagonistas del Kirchnerismo en el proceso electoral del 2-007. Se cometió un desvío ideológico de tal magnitud que hizo tambalear la estructura partidaria.

Por ello, nuestra misión es convocar a los jóvenes, a los hombres y mujeres, a todos aquellos con verdadera y profunda vocación democrática a acompañarnos para reconquistar la pasión creadora que caracterizó a la Unión Cívica Radical y poder el año que viene, en las elecciones legislativas, dar una contundente respuesta a favor de la plena vigencia de las instituciones republicanas y profundizar las prácticas democráticas que deben caracterizar a una sociedad que quiera reconquistar la alegría de vivir.

Desde el Movimiento de Renovación Nacional – MO.RE.NA.- de la Unión Cívica Radical, expresamos nuestro orgullo por ser radicales de la Causa y por la lucha inclaudicable desde siempre en pos de levantar bien alto el estandarte doctrinario de nuestro Centenario Partido.

 

Fabian A. Cofre                                                                Nicolas O. Diaz

Seccretario                                                                         Presidente

MO.RE.NA.- U.C.R.- Catriel

UNIÓN CÍVICA RADICAL

MOVIMIENTO DE RENOVACIÓN NACIONAL

MO.RE.NA.- CATRIEL

APORTES PARA LA CAUSA