Bariloche, lista para recibir turistas

Bariloche.- No se los ve a montones, más bien a puñados. Pero los turistas ya comenzaron a llegar a Bariloche. Aún faltan casi tres semanas para el inicio oficial de la temporada de invierno y, al igual que en su vecina Villa La Angostura, la ceniza del Puyehue es cosa del pasado.

Desde el punto de vista del paisaje, por lo menos, de ese polvo gris que alfombró toda la ciudad ya casi no quedan rastros. El ojo del turista acecha, pero no es fácil encontrar algún vestigio sin la ayuda de un lugareño experto.

«Ya estamos en carrera otra vez, falta que llegue la gente y le dé vida a la ciudad nuevamente.» La frase la dice Miguel Velázquez, que nació en San Carlos de Bariloche y maneja un remís desde hace más de diez años, pero su expresión de deseo resume el espíritu que se palpita en todos los habitantes.

Un susto pasajero

Con la rotura de un caño maestro de gas el martes pasado, que afectó a 140.000 usuarios en la región, la preocupación volvió a la ciudad, y durante estos días en la calle no se hablaba de otra cosa. Incluso los turistas, que maldecían no poder darse un baño de agua caliente con tanto frío.

Hoy, la restitución del servicio ya está prácticamente normalizada. Quedan algunos casos que, según la distribuidora Camuzzi Gas del Sur, serán reconectados durante esta tarde.

«Es increíble, llega esta fecha y algo tiene que pasar. No estamos para sustos en este momento, y agradecemos que no haya sucedido en plena temporada», dice Gastón Burlón, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo de Bariloche (Aavytuba).

Los grupos turísticos de jubilados son mayoría en esta época, pero ya se escucha también el alentador muito obrigado, frase que aquí suena como una bendición luego de una temporada «muerta».

«Falta la primera nevada que nos lleve a la primera plana de los diarios para que comience a llegar con fuerza el turismo. La ciudad está en pleno funcionamiento. Pero mejor sacarse de la cabeza que con esta temporada Bariloche tiene que salvarse -dice a LA NACION, cauteloso, Vicente Bua, secretario de Turismo de la ciudad-. La recuperación será lenta. Estamos en marcha, vamos a paso firme, pero despacio.»

Desoyendo al funcionario, corriendo y a los saltos, Valentina, de 9 años, jugaba en la cima del cerro Catedral, y por primera vez tenía contacto real con la nieve. «Se sacó las ganas de venir a la montaña -dice su mamá, Mariana Vinyolas-. Nosotros aprovechamos para descansar y la verdad que la ciudad está hermosa. Creí que algo de cenizas íbamos a ver, pero nada.»

Más atrás, bajan de la mano Deborah y Seferino Araujo, que se casaron en Brasil hace una semana y ahora están en Bariloche de luna de miel. Para él, un fanático del esquí, ésta es su cuarta visita al cerro Catedral, aunque este año eligió la ciudad para pasar sólo tres noches románticas.

«En agosto vamos a Valle Nevado. Me arriesgué la temporada pasada y vinimos a esquiar en septiembre, pero no resultó. Este año vamos a probar en Chile, pero seguro volveremos otro año», confiesa Seferino al dialogar con LA LA NACION.

Más locales

Si bien las expectativas en el sector turístico son alentadoras, la merma de visitantes brasileños es una de las mayores preocupaciones. El aeropuerto local tiene programado el arribo de 140 vuelos chárter de las empresas Gol y TAM, una diferencia importante con los más de 200 que llegaron en 2010.

 

«Es como empezar de cero, de nada vale comparar con otros años. Ahora la conectividad está garantizada, pero igual el turista brasileño ha pasado malas experiencias en nuestro destino los últimos años», se sincera Daniel García, presidente de la Cámara de Turismo de la región andina. García se refiere a la erupción del volcán Chaitén, en 2008, y la gripe A, en 2009.

«Le dimos un respiro en 2010 y después el Puyehue el año pasado. La devaluación en Brasil tampoco ayuda, así que es lógico que la afluencia de este segmento de alta gama sea menor», reflexiona García.

La baja, estiman desde Emprotur, será de entre el 20 y el 30% con respecto a la temporada de 2010. «Esperamos compensar esa falta con la llegada de más turistas locales, y aspiramos a tener una ocupación máxima del 75% en julio», dice a LA NACION Claudio Roccatagliata, titular del ente promocional.

Según coincidieron algunas agencias de turismo consultadas, el incremento en los valores de alojamientos y servicios contratados también va desde 20 hasta el 30 por ciento.

«Hospedarse en el cerro está caro. Hay algunos pocos lugares que siguieron con las ofertas iniciadas el año pasado y si este año contratabas en junio, te cerraban al mismo precio, sin aumento. Pero, en general, las tarifas subieron. El hospedaje en julio para una familia de cuatro personas, en un complejo de cabañas estándar, ronda los 10.000 pesos», detalla Victoria Gowland, de Flow Viajes.

Inversión en la montaña

Lograr el 100 por ciento de la apertura de los medios de elevación durante la mayor cantidad de días. Ese es el desafió de Catedral Alta Patagonia para esta temporada, empresa que opera el centro de esquí más grande del país y que, desde este año, está en nuevas manos: la compañía de transporte terrestre Vía Bariloche.

 

«La renovación incluye una gran cantidad de mejoras, como el aggiornamiento de mangas en los medios de elevación para mejorar el flujo de gente; el cerramiento de la silla Nubes, a 2100 metros, que muchas veces por el viento debía cerrarse y dejar de operar; un nuevo sistema de señalización en la base y en las pistas, y la adquisición de tres pisapistas nuevos, que se suman a la puesta en valor de los 14 pisapistas actuales que fueron reacondicionados», cuenta Sofía Ruiz Guiñazú, de Catedral Alta Patagonia.

Nadie espera aquí que Bariloche «explote» de turistas. «Mejor que no explote nada -retruca con humor irónico Bua-. Hay que ser prudentes con las expectativas. Bariloche había salido de las góndolas turísticas y ahora volvemos, con todo.»

 

TASA LOCAL, CONTROVERTIDA INICIATIVA

 

SAN CARLOS DE BARILOCHE (De una enviada especial).- Cobrar una tasa municipal a todo el que visite la ciudad. La tasa turista es un proyecto que nació como parte de la campaña del actual intendente Omar Goye, que asumió en diciembre pasado y que, a puertas de la temporada de invierno, encendió el debate.

«Es una medida que no acompaña la situación que vivimos. Mal puede salir Bariloche en este momento a querer cobrarle al turista una tasa por venir a la ciudad. El debe ser nuestro anfitrión, y los gastos de los servicios deben ser asumidos por el prestador, y no por el turista», dijo a LA NACION Claudio Roccatagliata, titular del ente promocional Emprotur.

Por su parte, el secretario de Turismo de Bariloche, Vicente Bua, agregó: «Es un proyecto que será debatido y aún no se conoce la letra fina del documento. Será discutido en el Concejo Deliberante, estamos muy encima de la temporada y, por el momento, no hay nada aprobado»

LA NACION consultó sobre el tema a varios comercios y agencias de viajes ubicados en el centro comercial de la ciudad, y la respuesta, con matices, fue casi unánime: «Es una locura. Lo único que nos falta ahora es querer cobrarle una tasa al turista. Hay que reconquistarlo, y así lo ahuyentan cada vez más».

 

 

Por Soledad Vallejos  | LA NACION