«No hagan olas». La premisa para mantener la unidad

(ADN).- El bloque del Frente para la Victoria quedó atado con alambre. Después de haber votado divididos el empréstito en dólares para financiar el Plan Castello, corrió como reguero de pólvora la versión de ruptura. Pero la decisión fue «esperar», «no hacer olas», «bajar la calentura». Por ahora, octubre sigue siendo un objetyivo común y aglutinador.

La discusión previa a la sesión del miércoles fue dura. Los legisladores se dijeron cosas que resintieron hasta las relaciones personales. Alejandro Mariano puso en consideración de sus pares su renuncia a la presidencia de la bancada. Y algunos plantearon de que de no haber acuerdo, habría fractura.

El debate estuvo (como siempre) entre quienes pretendieron lograr una postura homogenea y quienes querían libertad de acción. Los primeros, que responden al jefe del PJ, Martín Soria, buscaban un rechazo para asetar un duro golpe político al gobierno de Alberto Weretilneck. Los demás, sintieron que si no se acompañaban los reclamos de los intendentes, se corría el riesgo de perder poder territorial porque -aseguran- la diáspora hacia Juntos hubiese sido incontenible.

Durante la sesión sobraron las chicanas entre los «compañeros» mientras argumentaron a favor y en contra del endeudamiento y las obras. El quiebre era evidente. Pero el feriado hizo lo suyo y la cautela evitó que la sangre legara al río.

«El problema es que nunca hubo una posición única y clara. El presidente del partido nos dijo que teníamos que buscar consensos y garantías. Y eso hicimos», dijo un legislador a esta agencia. «Si la postura hubiese sido contundente por el no, y acordada con los intendentes, hubiésemos votado en contra».

No es un argumento que el sorismo tome como válido. Pero es cierto que se logró imponer en la agenda del oficialismo, algunos puntos como la copartipación a los intendentes, los aportes no reintegrables, el fondo fidusiario por fuera de las arcas provinciales y obras que se modificaron, agregaron o quitaron.

«Ya tenían claro el voto desde el año pasado», denunció un legislador que reporta en Roca. «Así es difícil tener una estrategia política conjunta», sinceró. «Hay que ver si realmente -quienes acompañaron a JSRN- quieren que ganemos en octubre», subrayó.

En este marco, volvieron las críticas a la conducción del bloque: «Ya no reconocemos su autoridad» dijo otro integrante de la bancada opositora, quien evaluó «la unidad es un deseo».

La polémica está planteada.