La lección porteña. ADN

«Es posible transpolar la elección porteña a Río Negro? Claro que no, pero sí deja lecciones donde la política local deberá tomar nota», le respondió un consultor al periodista que lo interpeló, ávido de análisis tras la victoria de La Libertad Avanza en el bastión del PRO. Uno de los puntos insoslayables para los partidos es la baja participación ciudadana, un dato que se repitió en todas las contiendas desdobladas. «Los argentinos flexibilizamos el concepto de obligatoriedad del voto», puntualiza el analista. Y deja una pista: dice que es imperativo mirar la consolidación de la polarización de cara a octubre, el liderazgo de Milei y el fracaso de la multiplicidad de listas y candidatos.
¿Quiénes no están yendo a votar? Los sectores que perdieron toda esperanza en que la política (incluso la nueva que propone el Presidente) les puede resolver sus problemas. También aquellos que ya no se sienten representados por ninguna de las expresiones políticas actuales. Es decir, aquellos para los que la democracia perdió su valor. Este fenómeno que recorre el mundo, ni siquiera logró anclar en la propuesta anarcocapitalista outsider de Milei, porque para ellos todavía no llegó la tierra prometida. Dependiendo los distritos donde ya se votó, los índices de inasistencia son más o menos altos, pero el promedio ronda el 55%. Es mucho.
Saliendo del desencanto, lo que quedan son sectores consolidados, duros en términos ideológicos y ahí es donde la polarización cobra fuerza. Libertarios versus peronistas es el resumen de la grieta. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se vio claramente cómo entre ambos se repartieron todos los distritos porteños, relegando al PRO -que gobierna hace 18 años- al tercer lugar. LLA se quedó con un tercio (30%) y el PJ con otro (27%) mientras que los demás (15 listas) repartieron el porcentaje que quedó tras la fuerte deserción. Los más destacados fueron los ex socios (Macri: 15% y Larreta 8%) que, aún sumados, llegan al 23.
Fracaso de los intentos random como los de Ramiro Marra y Yamil Santoro por el lado libertario, y Juan Manuel Abal Medina y Guillermo Moreno del lado peruca. Quedaron muy atrás también la izquierda, la UCR, el ARI y el inefable Ricardo Caruso Lombardi.
Milei se impuso como líder de la centro derecha argentina, desplazó a Mauricio Macri y empoderado, busca ahora quedarse con todo. Sabe que todavía debe negociar, ya que el PRO aún conserva una estructura apetecible, especialmente en la provincia de Buenos Aires, próxima contienda desdoblada. LLA se impuso en una especie de interna a cielo abierto y pone las reglas del juego. Ya visó que va por Axel Kicillof con José Luis Espert a la cabeza, pero en alianza con los macri boys como Diego Santilli, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro.
Tiene un duro desafío porque el peronismo, aunque todo roto, irá unido y con Cristina Kirchner convertida en candidata en la Tercera Sección, con epicentro en La Matanza. Como sea, ese resultado, que se nacionalizará al menos en términos de análisis, tendrá su lectura local, como Santa Fe, Salta, CABA o el resto de las elecciones adelantadas, pero que ya tienen todas el mismo sesgo: la entronización de LLA como nuevo partido de poder. Domó a los ex Juntos por el Cambio (PRO, UCR, CC-ARI) y su objetivo central comienzan a ser las provincias y municipios. Octubre no cambia tanto la composición de un Congreso que tiene sin cuidado al Presidente, pero instala una tendencia para 2027. La Casa Rosada va por los gobernadores.
Ese esquema se estudia en Río Negro. Ya no se debate quién lidera el espacio liberal, ahora solo resta saber cómo y de qué manera va en la boleta única de papel. Karina Milei prefiere repetir fórmula. Como impuso a Manuel Adorni en CABA e irán con un duro como Espert en territorio bonaerense, el plan A es colocar «uno propio» en la cabeza de lista de senadores. La jefa del partido rionegrino, Lorena Villaverde, pretende ese lugar pero aún tiene «alertas» internacionales por la causa de lavado y por ahora no puede ingresar a Estados Unidos, un punto sensible para el país y el Presidente por su relación con Donald Trump. La rionegrina lidera la comisión de Energía en Diputados y se perdió las excursiones que vienen haciendo distintos dirigentes a los paraísos petroleros de la mano de AmCham y otras cámaras y fundaciones yanquis.
No está descartada, pero se busca una alternativa. En algún momento se sondeó el apellido Fenoglio. Fue por Laura, la desarrolladora inmobiliaria barilochense, un nombre que acercó el diputado Aníbal Tortoriello al despacho de «Lule» Menem. No prosperó. La empresaria descartó de plano la idea. Querrán tentar a su hermano Diego? El dueño de la chocolatería Rapanui es un libertario confeso y logró que el Ministerio de Economía le otorgara un crédito (a través del Banco de Inversión y Comercio Exterior-BICE) por 3.000 millones de pesos para una nueva fábrica de uno de sus productos estrellas, el Franuí, en la provincia de Buenos Aires.
Mientras tanto, sus posibles socios esperan que se aclare un poco el panorama nacional. Tortoriello prefiere pasar esta etapa sin confrontar, y se prepara para las reuniones que le agendaron en la Casa Rosada. Juan Martín tiene al PRO listo para salir a la cancha solo si las circunstancias así lo imponen, pero alienta un entendimiento con LLA y todos los «parecidos» del espectro de la centro derecha rionegrina, como Primero Río Negro y Republicanos Unidos. El dirigente roquense leyó la elección porteña, conoce la debilidad amarilla pero también ve que el aporte a la «ola violeta» será central para ganar. Lo mismo piensa el ex intendente de Cipolletti y su ex socio.
Pero esencialmente, corren el riesgo que ir solos les reporte muy bajos porcentajes de votos y los saque de carrera hacia el futuro.
LLA no tiene apuro, entiende que «de última» van solos y pueden obtener ese 30% que sacó Adorni en capital. Es más, piensan que el peronismo puede sacar el 25% y el resto tendrá que ver cómo compite. Pero también miran los números y advierten que la unidad nutriría un triunfo.
¿Es el peronismo su adversario? Para nada. La existencia del PJ conviene como efecto «cuco», el «pasado» y ayuda a polarizar. Por el contrario ven a Juntos Somos Río Negro como al adversario a vencer. Estiman que si el oficialismo pierde terreno ahora, será más vulnerable en 2027, donde tendrá lugar la batalla más importante. Otra vez: Milei va por los gobernadores. No solo en LLA existe este análisis, también en el PRO y en CREO. Hay subestimación del justicialismo.
En esa carpa esperan que en los próximos días las autoridades del Consejo y el Congreso (Sergio Hernández y Martín Soria) comiencen a mover los hilos institucionales del partido para desempolvar las estructuras y convocar un amplio frente anti Milei. Desde esa conformación, vendrá el armado de las listas que deberá contener a todos los sectores y ser lo más representativa posible de quienes se oponen a las políticas de la Casa Rosada.
Martín Doñate pasó por San Antonio Oeste esta semana. El senador advirtió que para octubre se necesitan representantes que «no se achiquen» ante el poder y no «canjeen votos por privilegios». Además de un mensaje crítico a la participación de los representantes de Juntos en el Congreso, hay un recado hacia adentro. Está marcando el perfil de quienes deberían integrar la nómina de diputados y senadores de Unión por la Patria, o como se llame el espacio en octubre. El dirigente advierte que esta crisis actual tendrá fuertes desafíos en el futuro. Por eso, adelantó en la Unidad Básica local que en este momento «no se trata de encabezar listas ni disputar cargos», sino de «contribuir» con responsabilidad a la unidad, que debe ser lo más amplia posible.
El senador cree que un eje a explorar es Roca-Bariloche. Quizás sean las ciudades con más capacidad de aportes para esta elección. Y pretende que los próximos candidatos sean parte de un proyecto provincial para ser alternativa de poder en Río Negro, pero también leales a nivel nacional, férreos en el Congreso, que no sean permeables a «saltar» de bloque «ni titubeen a la hora defender los intereses del pueblo».
Es curioso lo que ocurre en San Antonio. Mientras esperan el boom exportador de GNL, sufren la crisis de la industria pesquera, turística y la debacle de ALPAT, que producto de la importación de soda Solvay está por cerrar. Si se proyecta, esto ocurre con otras economías regionales, como la fruticultura. También hay riesgo para el mundo ganadero por la flexibilización de la barrera sanitaria. Las pymes sufren la caída del consumo a partir del aumento de precios que desvaloriza los salarios públicos y privados.
Frente estos desafíos provinciales, surgen propuestas para usar los fondos del acuerdo con el consorcio VMOS y salir al rescate de los sectores en crisis. También los gremios pretenden «manotear» algo de esos dólares. Pero el oficialismo blindó los recursos. Aprobó en la Legislatura el entendimiento con las petroleras por el oleoducto y le dio destino a parte de esos ingresos. Por caso, un 5% irá a Sierra Grande, localidad donde desemboca el caño que viene de Vaca Muerta, y alojará los tanque petroleros y la monoboya para exportar.
El Gobierno requiere de ingresos urgente ya que pierde mes a mes recursos de la coparticipación. Además enfrenta en julio el pago de aguinaldos y en septiembre vencimientos en dólares del Plan Castello. Llegan próximamente los primero US$ 60 millones, lo que representa, a groso modo, media masa salarial.
Los reclamos son muchas y los fondos, escasos. «Hay que administrar pobreza» admiten en las oficinas provinciales, que valorizan el esfuerzo por «atender a todos». Sin embargo, a veces el esfuerzo deja enojos. Un caso es el acuerdo con ANSES que votó el Parlamento para dar un beneficio extraordinario y único a retirados y pensionados de la Policía y el Servicio Penitencia Provincial, para equiparar el aumento de los activos.
Finalmente, serán unos 2 millones de pesos por persona y en cuotas. Según los cálculos de las fuerzas, lo justo serían 11 millones. Esto desató una fuerte polémica en el recinto. Dos legisladores fueron los más críticos: Santiago Ibarrolaza (CREO) y Roberta Scavo (Cambiemos), que plantearon sus diferencias lo que provocó un fuerte cierre del jefe del bloque de Juntos, Facundo López.
Ibarrolaza y Scavo (candidatos de la lista de Tortoriello) fueron visibles voceros de los reclamos policiales en 2023, durante el gobierno de Arabela Carreras, en tiempos previos a la elección de abril. También fueron acompañados por sectores el sorismo. Tanto, que hoy hay un componente fuerte en la policía de esos dos partidos. Pero la discusión se fue de cauces y López apuntó contra los retirados a quienes calificó de «sabalaje». Ayer hubo un comunicado con una dura respuesta de parte de los ex uniformados.
La sábana corta en tiempos electorales es difícil de administrar. Así irá sorteando el oficialismo los desafíos de gestión mientras define cómo constituir sus listas de diputados y senadores para octubre. El oficialismo cree que un triunfo de Milei en provincia de Buenos Aires (septiembre) hará explotar la «unidad forzada», y eso tendrá un beneficio de votos peronistas que, sin rumbo nacional, apostarán por el provincialismo para competir contra LLA.
Hace unos días, Alberto Weretilneck vaticinó que la elección de octubre será entre federalismo y centralismo, ubicando a los gobernadores como caudillos desafiando el poder porteño.
Y si el PJ sostiene su bastión, Juntos deberá concentrarse en disputar el voto no peronista, que está disperso en la provincia y ahora tiene en La Libertad Avanza, un partido con poder nacional que los representa.