Sobre violencia y desequilibrios

(Ariel Rivero* ). – Dice una de las definiciones de violento en el diccionario que se trata de una persona que “usa la violencia o es propenso a fomentar conflictos”.

La cita viene a cuento para poder analizar y compartir con el profesor, amigo y compañero, Pedro Pesatti sus recientes declaraciones sobre su temor a que una persona violenta conduzca los destinos de la Patria y agrega que “siempre es más difícil crear y construir que destruir y demoler”.

Podría hacer un análisis retrospectivo de los acontecimientos nacionales que hemos vivido y soportado a partir de la fuerte irrupción del “kirchnerismo”, pero quiero centralizar en nuestra provincia que es lo que más nos interesa tanto a mi como a Pedro.

Tengo claro que coincido con Pedro, ya que venimos de la misma escuela, en que debe primar en nosotros como clase política, los valores del bien común, unidad, solidaridad, comprensión, y como en esa escuela nos enseñaron consolidar una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.

Pero en cuanto a la violencia tenemos puntos de vista diferente.

Pedro se ha integrado a partir de las circunstancias difíciles de principios del 2012 a un grupo de dirigentes que convocados por el entonces gobernador Alberto Weretilneck, diseñaron un proyecto político con evidentes resultados electorales que sirvió en ese particular momento, pero también provocó en su recorrido que los habitantes de nuestra provincia fuéramos rehenes de circunstancias suficientemente complejas.

Y allí es donde viene mi disenso. Violencia es no haber podido en más de 10 años de gestión en una provincia rica y con recursos cada día más importantes, haber dotado por lo menos de los servicios básicos a sus ciudadanos, muchos de los cuales viven sobre una de las riquezas más grandes del mundo y no tienen acceso al agua o al gas que se llevan desde las entrañas de nuestra tierra.

Violencia es no brindar los servicios indispensables de educación, salud y seguridad; violencia es dejar a los habitantes de la provincia librados a su suerte durante meses, inmersos en las intestinas internas del “desgobierno” provincial.

Violencia es no pelear y defender nuestros recursos y nuestros derechos ante el gobierno central y acomodarse con quien ejerciera esas funciones para obtener resultados meramente personales.

También es violento no priorizar esos intereses provinciales y por el contrario tomar partido por uno de los candidatos a la presidencia de la Nación, que además representa la errónea y violenta política de los últimos años que ha llevado al País a un momento desesperante en lo que hace falta una cirugía mayor.

Estimado Pedro, con una mano en tu corazón, ¿no sentís que, en estos años, tanto en Nación como en Provincia, nada se ha construido ni creado y por el contrario se ha destruido sistemáticamente sin medir las consecuencias en la sociedad?

En serio pensás que uno de los responsables de llevarnos a esta dramática crisis que estamos transitando, puede modificar el rumbo de las cosas.

Y finalmente, estimado Pedro, teniendo en cuenta nuestra lucha común hace varios años atrás, en los que peleábamos en la provincia por un partido menos personalista, mas abarcativo y de consenso, ¿no crees que estás formando parte de un proceso, con otros protagonistas, pero muy similar al que nos llevó a desandar ese camino tan oscuro y prepotente?

No dudo de tus sentimientos hacia esta provincia y su gente, pero como buen amigo sentí la necesidad de compartirte mi opinión para poder hacer un análisis común y como siempre luego sacar nuestras propias conclusiones, con el respeto y afecto de siempre.

*Presidente Primero Río Negro