De octubre a diciembre. ADN

La elección nacional de este mes tiene en Río Negro varias lecturas que hacen al futuro político del territorio, donde aparece un férreo control de Albero Weretilneck en Juntos Somos Río Negro, que ganó una batalla interna que le permitió ordenar y desbaratar todo intento de lesión de la autoridad.

Es curioso que éste presente se da cuando el senador no tiene expectativa en el cuarto oscuro y “balconea” el comicio presidencial. Sabe que sus candidatos poco sumarán. Cuando se le preguntó por su preferencia entre Javier Milei y Sergio Massa en un posible balotaje, no dudó en optar por el líder renovador con quien, además, mantiene una relación de años.

Weretilneck sabe que Juntos va a esta elección en soledad y con costo posterior. Pareciera que nada podría modificar el escenario que vaticinan los analistas y perderá -inexorablemente- una banca en el Congreso.

Otro escenario futuro a analizar será el armado de la Libertad Avanza, sin estructura formal en la provincia. Lorena Villaverde, que surge con poder de comando entre los libertarios, se entusiasma con la posibilidad de sentar a dos diputados rionegrinos en la cámara baja y pronostica superar el 40% de los votos y ampliar los guarismos de las PASO. Ahora con apoyo del gremio de los gastronómicos.

En el peronismo hay una firme voluntad de trabajo por la candidatura presidencial de Sergio Massa. Todos trabajan y nada tiene que ver con Martín Soria y su candidatura a diputado nacional. El apoyo al Ministro de Economía en contra de candidatos liberales y en esta foto el roquense no resiste la menor calificación ideológica. Goza de una posición cómoda a medida que se intensifica la pelea nacional, y sólo tiene que esperar al 22 de octubre para festejar sus cuatro años en el Congreso y con fueros.

A Juntos por el Cambio, lo mismo que en todo el país, le cuesta imponer a Patricia Bullrich. Hay desconcierto. Pasó del triunfalismo pre PASO al pesimismo actual, enmarcado en una interna descarnada entre Juan Martín y Aníbal Tortoriello, que cada vez le hace más guiños a Milei.

¿Lo hace de forma autónoma? Todos sospechan que pesa, además de sus convicciones propias sobre “la casta”, sus vínculos con Mauricio Macri, y recuerdan que el jefe del PRO tiene una actitud ambivalente entre el libertario y “Pato”. Todo complica las chances de Sergio Capozzi.

El radicalismo ausente. Sólo el sector de Genoveva Molinari aporta, también en soledad. La CC-ARI cumple con su compromiso orgánico, no mucho más.

Como en una película paralela se desarrolla la vida interna de Juntos Somos Río Negro, donde hubo una especie de asonada cuestionadora al senador, que supo abortar rápidamente y que “como lo que no te mata te fortalece”, Alberto Weretilneck vuelve a concentrar la suma del poder y “jubiló” a Arabela Carreras.

En el interior de Juntos no se desconoce que el domingo 22, los números de votos no serán mayores a los de las PASO, aún con la suma de unos pocos puntos.

Este tema fue analizado, incluso con la posibilidad de levantar la candidatura de Luis Di Giacomo, como sucedió con Fabián Gatti, en el 2017, al punto que varios intendentes y dirigentes de Juntos sospechaban que la convocatoria de Weretilneck a Cipolletti, la semana pasada, era para anunciar que bajaba la candidatura del roquense en función de un fuerte acompañamiento a Massa.

La cuestión fue analizada, pero descartada de inmediato cuando se pensó que esta jugada favorecería a Martín Soria, una circunstancia lejana a los deseos de Weretilneck.

A Cipolletti llegaron dirigentes del partido, intendentes y legisladores en ejercicio y electos. Los jefes comunales marcaron diferencias con la conducción del partido y se reunieron aparte, para considerar la mejor estrategia a sus propósitos cuestionadores, incluso se incorporaron tarde a la reunión convocada por el jefe del partido. Fuentes aseguran que tuvieron que llamarlos por teléfono. Llegaron con caras de circunstancia.

El Brujo, conocedor de las relaciones internas, tuvo un triunfo, que significa un punto de inflexión.

Weretilneck actuó rápido y desarmó la idea que impulsaron Gustavo Gennuso (de Bariloche) y Adrián Casadei (de San Antonio) de armar la liga de intendentes de JSRN, pero concedió que en el escrito final del encuentro los mandatarios comunales dejaran certificado que para la próxima gestión esperan ser consultados.

Hay nerviosismo en el partido de Gobierno porque pocos (casi nadie) sabe cuál será el rumbo, los planes y objetivos próximos de Weretilneck. ¿Cómo será su gobierno, su gabinete y quiénes serán sus aliados?

El jefe del partido cambió la fisonomía de Juntos cuando anunció el gran acuerdo con sectores de la UCR y el PJ. Una parte de la dirigencia se queja porque “rompió con el armado del 2014” y ahora muchos se sienten sin cobijo.

Weretilneck recobrará el mando del gobierno y quiere volver a tener la sumatoria del poder. Ya vio lo que ocurrió cuando alguien toma decisiones propias y por eso respiró aliviado, con la derrota de Carreras en Bariloche. No quiere contrapesos internos ni dirigentes con proyección -ni opinión- propia.

La Gobernadora era receptora (en privado) de las quejas sobre los pasos y acciones del senador, y muchos veían un refugio interno con un triunfo de Arabela en Bariloche.

Tras la derrota, todo quedó desactivado y el gobernador electo quedó fortalecido, mientras que Carreras termina su gestión, sale de la arena política, vuelve al llano.

De todos modos nada fue gratuito. Quedaron resquemos y heridos en todo este proceso electoral que comenzó el 16 de abril. Por eso Weretilneck monitorea todos los movimientos. No quiere que el gobierno se mueva más allá del tránsito lento hacia el traspaso de mando.

Lo que resta es la transición. Ya se acuerdan los pasos legislativos y los temas que tratará el Parlamento hasta el 10 de diciembre para dar certidumbre, especialmente económica, a la próxima gestión.