Del asombro a la reflexión. ADN

Una semana especial. El pasado domingo el país se fue al descanso sorprendido por la adhesión electoral a Javier Milei, el candidato más votado en las PASO. Al amanecer del lunes se comenzó a asimilar el impacto en la clase política y el periodismo en general cuando el análisis de lo sucedido marcó que en realidad -más allá del impacto inicial- hay paridad entre Libertad Avanza y las dos coaliciones de JxC y Unión por la Patria.

Entonces, la frase más escuchada en la semana fue “puede ganar cualquiera” y “puede pasar cualquier cosa” porque hubo corte de boleta en la provincia de Buenos Aires y no fueron a votar cerca de 10 millones de ciudadanos.

Falta mucho. Pero, en nuestra provincia si bien no se esperan grandes cambios respecto del criterio del votante, hay que señalar que también sorprendió Milei y le ganó a Unión por la Patria y a Juntos por el Cambio. Libertad Avanza obtuvo el 37.3%; UxP, 27.7% y JxC, 21.2%,

En la coalición oficialista nada sorprendió y se destaca la elección de Juan Grabois en Bariloche, mientras que en la otra coalición fue el triunfo de Patricia Bullrich sobre Horacio Rodríguez Larreta. En la interna rionegrina perdió Aníbal Tortoriello y ganó Juan Martín.

Un párrafo para esta interna. Existían datos que preanunciaban una derrota en la provincia de Larreta, pero fue mayor a lo esperado, sólo lo votó el 7.9% de los rionegrinos, pero no fue la excepción en el país, donde el Jefe de la Ciudad de Buenos Aires fue el pato rengo de esta elección. Arrastró al radicalismo a estas profundidades y su futuro es incierto, si bien anunció que tomará dos años sabáticos.

Fue el gran derrotado, a pesar que dicen que gastó una cifra varias veces millonarias en la campaña y, como señaló un Twitter publicado el lunes pasado “sacó menos votos que Horacio Massaccesi” que, en las nacionales del 14 de mayo de 1995, obtuvo el 17%, y ahora Larreta no llegó al 12%. Decepción en el larretismo, que ya se veía gobernando al país y derrotando con amplio margen a Unión por la Patria.

El otro derrotado fue Juntos Somos Río Negro, que con la audacia de una boleta corta no llegó al 10 por ciento de los sufragios. Un llamado a la dirigencia porque el partido provincial viene perdiendo votos (que disimuló en abril con el aporte del 11% de Nos Une Río Negro) y con derrotas en comicios municipales.

La estrategia a las elecciones no cambiará, según declaraciones del propio Alberto Weretilneck. Con seguridad habrá una campaña diferente tratando de movilizar de la zona de confort a cierta dirigencia provincial y además atender a las próximas elecciones de municipios -que son varios- pero sobre todo a San Carlos de Bariloche, ciudad clave y que ganando permitiría a Juntos llegar con mejor semblante a fin de año.

También Juntos por el Cambio se estima que estará analizando puntillosamente su desempeño electoral. Se estimaba que Bullrich y Larreta traccionarían hacia el éxito en Río Negro, pero esta coalición obtuvo sólo el 21% mientras que en la provincial de abril Aníbal Tortoriello, sacó el 24% en soledad y sin apoyo nacional.

No calaron los candidatos, ni el discurso fuerte de Bullrich, ni el componedor de Larreta. No fue una oferta que se tuviera en cuenta para los rionegrinos que votaron a Milei.

Pero, vaya paradoja, porque podría decirse que el discurso anti “casta” lo inauguró en la provincia Aníbal Tortoriello, que condenó la vieja política y el uso de los recursos del Estado con fines político-partidario.

Falla en la comunicación y el estilo, a pesar de pretender ser disruptivo. No grita, no se enoja y es prolijo. También le cabe las generales de la ley como contratista de ese Estado que cuestiona.

Milei rompió con la famosa grieta, que muchos aprovecharon para hacer política, “anti”, tanto al kirchnerismo o el macrismo, sin proponer nada. Sólo críticas y denuncias. Se aplica aquello de la multicausalidad expresado en voz alta con la gente harta de la política y los políticos. Se presentó como la mejor opción más allá de la grieta.

Al peronismo no le fue mejor, si bien superó a JxC, en el marco de una campaña sin conducción, huérfana de política y propuestas. Vota al peronismo el peronista, pero dejaron de hacerlo muchos ciudadanos que sin ser peronistas antes lo votaban. Mantiene ese porcentaje que se va desgranando en cada elección. Le habla a un público que no lo entiende. No hay nada que enamore.

No funcionó el acuerdo interno, que muchos sectores encontraron lejano. El peronismo solo ofrece apoyar a los mismos dirigentes de hace años, algunos con pensión completa en el Congreso Nacional desde hace más de 20 años, canonjías que también condenó la sociedad el pasado domingo. Este peronismo no convoca y una vez más quedó demostrado en la elección. La candidatura de Martín Soria tropezó con la misma piedra.

María Eugenia Martini, referente peronista de Bariloche, ciudad donde Unión por la Patria hizo una buena elección y le ganó a JxC, dijo que “tenemos que trabajar para reconstruir al peronismo y los dirigentes tenemos que vernos las caras”.

Por su parte María Emilia Soria, señaló que “quizás los partidos políticos han muerto. Quiero creer que las ideas no murieron”, al analizar el voto de los roquenses que se comporta desigual en elecciones municipales, provinciales y nacionales.

En la ciudad valletana la intendenta fue reelecta por el 60% de los votos y el domingo su hermano fue derrotado por una desconocida en la política, Lorena Villaverde por 4.000 votos

¿Cómo se rearma el mapa político provincial a futuro? Está demostrado que no hay votos cautivos y que la movilidad de la expresión en las urnas puede cambiar.

Es una incógnita si los guarimos de las PASO se podrán repetir en las generales de octubre.

La respuesta habrá que buscarla en cómo se encarará ahora la campaña nacional. En Río Negro esta relación será indisoluble en Libertad Avanza. Unión por la Patria somete su destino al devenir del gobierno de Alberto Fernández y Juntos por el Cambio, también liga su estrategia a los vaivenes de la publicitada relación entre Mauricio Macri con Javier Milei.

De todos modos, habrá una impronta local que dependerá de sus dirigentes, si pueden descubrir la fórmula para revertir los resultados de las PASO y sumar votos, donde las conductas e historias personales pesan.

Para Juntos por el Cambio será una carrera de obstáculos largando en el último lugar. Necesitará convocar a la memoria de los rionegrinos y remontar esta magra performance para estar entre las tres fórmulas de diputados nacionales más votadas.