Incendios: no lleguemos tarde con los brigadistas

(Por Patricia Ranea Pastorini). – En Argentina, cada vez son más los incendios forestales propagados por las condiciones climáticas extremas y la imprudencia o negligencia de los seres humanos.

En tiempos complejos de lucha contra los incendios, el daño al ecosistema y a las personas afectadas es irreparable. Sin embargo, aún estamos a tiempo de reconocer la labor de los brigadistas forestales, hombres y mujeres que llevan adelante su trabajo con gran compromiso y vocación. En este sentido, los días 4 de mayo se celebra el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales, este año se reconoció a los brigadistas por su vocación y compromiso en diferentes provincias argentinas.

Pero las celebraciones deben acompañarse con proyectos y leyes que reconozcan el sacrificio sobrehumano que realizan en su labor.

Actualmente, en la Cámara de Diputados de la Nación espera su sanción un proyecto de ley impulsado por el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), para establecer un Régimen Previsional Diferencial para trabajadores que se hayan desempeñado como combatientes de incendios forestales.
La medida alcanzaría a quienes hayan cumplido los 57 años en el caso de varones y 50 para las mujeres. El haber se ajustará en forma inmediata conforme la actualización de los salarios del personal en actividad, percibiendo las personas jubiladas el 82 por ciento móvil. También se prevé que las personas que hayan prestado servicio previo a la sanción de la norma, estarán alcanzadas por el beneficio, “siempre que hayan cumplido sus tareas en organismos nacionales o provinciales y retribuidos por estos”.

La sanción de este proyecto podría beneficiar a los brigadistas de todo el país.

Hay otros reclamos pendientes, que ya están en la órbita del poder legislativo, esperando su análisis y sanción. Como el proyecto de ley por la Jubilación Anticipada de los combatientes, impulsado principalmente por los brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF),combatientes de la central operativa del paraje Las Golondrinas, en la Comarca Andina.

Estos combatientes componen la única central de la Comarca Andina con personal preparado específicamente para el combate de Incendios Forestales.
Esta central fue creada en 1996, y estos mismos brigadistas son los que atienden los siniestros de todo el país teniendo en sus espaldas la tarea de dar respuesta al Estado nacional frente a los desastres ígneos, brindar capacitaciones en otros organismos del estado y enfrentar desastres naturales. Estos hombres y mujeres de nuestra comarca hacen frente a los requerimientos internacionales asistiendo a países limítrofes como Brasil, Chile o Paraguay.

A la fecha de hoy, la brigada del Servicio Nacional de Manejo del Fuego cuenta con aproximadamente 60 combatientes. Para acompañar en la necesidad de crecimiento de la brigada, se está impulsando la creación de otras brigadas en el norte y centro del país.
El personal de la brigada solicita que se reconozca la profesión o tarea específica que desarrollan como combatientes de incendios forestales. Así mismo, se demanda el la consideración del “alto riesgo” de la profesión, ante la exposición a efectos extremos: en bosques, pastizales, humedales o la montaña; también la condición de tarea insalubre, por la exposición a efectos tóxicos permanentes donde la amortiguación de humo o cenizas se da en los pulmones de los combatientes.
El pedido se centra en la revisión de la edad jubilatoria, reduciéndola a 55 años con 25 o más de servicio como combatientes de incendios, incluso, con menos tiempo de prestación para todo agente, hombre o mujer y sin diferenciación, respecto de su tarea durante la prestación.

Se trata de una oportunidad para que todos nos unamos en un reclamo hacia la Cámara de Diputados, a fin de que trate este proyecto que ya cuenta con media sanción del Senado. Una oportunidad que merecen los brigadistas y que merecemos como vecinos y ciudadanos, a fin de acompañar un pedido particular que se convertirá en un beneficio comunitario.

Difícil. Esa es la palabra de la que a veces nos aferramos para no intentar lo posible.
Los o las combatientes, en particular en nuestra región donde los conocemos, los cruzamos en la calle o son nuestros vecinos, se merecen un reconocimiento de sus derechos laborales sustentado en leyes. Tenemos una oportunidad para no llegar tarde con ellos, y ese es el compromiso de todos.