Canción con Todos. ADN

Fue César Isella, el autor de “Canción con Todos”, himno mayor en el retorno a la democracia, con una identidad insoslayable del ideario del fin de la dictadura. Pero, tampoco era con todos porque en ese movimiento estaban excluidos los responsables de la etapa medieval de la Argentina.

Hoy en Río Negro, tanto JSRN como el peronismo que responde a Martín Doñate, retoman aquel concepto de consenso y confluencia, como un desafío mayor a las aspiraciones individuales.

Sergio Hernández, nuevo presidente del PJ pidió construir un espacio amplio y en iguales términos se definió Daniel Belloso, presidente del flamante bloque legislativo Unidad Ciudadana. Ambos en consonancia con el senador cristinista.

Pero la sorpresa la dio este jueves en Bariloche Alberto Weretilneck, que -dijo- no descarta un acuerdo en Río Negro con el justicialismo, el radicalismo y el PRO. Una utopía a simple vista, pero en realidad, el jefe de JSRN apuntó a crear consensos legislativos en favor de la provincia y los rionegrinos; una idea mayúscula que en definitiva será plausible según el juego de las mayorías y minorías en el parlamento. Esto es, según el resultado electoral provincial del 2023. Un triunfo ajustado del oficialismo llevará indudablemente a políticas de consensos.

Este contexto tiene otro color, porque hoy -y de acuerdo a las tensiones que somete la política- lo que se gana por izquierda se pierde por derecha y viceversa. Ahí está la verdadera brecha.

Estos debates están en la oposición. Tanto el radicalismo como el peronismo aún no logran consensos internos para una confluencia con Juntos, y sobre todo cómo se hará. Eso desvela a unos y otros, inclusive al oficialismo.

En tanto JSRN sigue en este derrotero que reiteran tanto Weretilneck, como la gobernadora Arabela Carreras, y así sucedió esta semana en Bariloche. La palabra consenso caló hondo y además un placebo para los ciudadanos que no quieren peleas en la política. Cubierto de nieve y con el Catedral de fondo, la foto del poder adquiere mayor significado. El staff superior del partido del gobierno y la conjunción con el sector privado representado por los empresarios propietarios de Alta Patagonia.

Juntos está obligado a cerrar acuerdos internos con mano de seda y precisión de cirujano, porque no se puede ofrecer afuera lo que no se consigue adentro.

La idea de ampliar los espacios políticos, que se inició con trabajos conjuntos en el Senado, es aceptado por un sector del radicalismo y del peronismo (además de otros interesados en la alianza), pero el PRO hizo “mutis por el foro”.

Es más, la campaña de este espacio macrista no tiene correlato con la difusión masiva. Nada se comunica, delatando una estrategia de capturar adhesiones en voz baja y con un trabajo de zapa. Este fin de semana estuvo en Viedma Aníbal Tortoriello. Pocos se enteraron.

En el peronismo está ganando terreno Doñate que funge -junto con Weretilneck- a lograr un acuerdo electoral amplio, seguramente hoy muy lejano y que requiere de varios pasos previos, pero que sin embargo es imposible no leer en la interna justicialista que el senador de Beltrán se perfila como conductor del próximo proceso eleccionario provincial.

Como figura excluyente -luego de dominar el partido y contar con un espacio legislativo denominado Unidad Ciudadana- Doñate tiene el camino allanado para ser candidato a gobernador, si fracasara un acuerdo electoral con Juntos. Ganó volumen en su mensaje de consolidar al PJ camino a un frente amplio con todos.

Doñate jugará en el 2023, ante el dominio interno y con un sorismo que no tiene candidato. Ni Martín, ni María Emilia Soria jugarían esta instancia el año que viene. No surge, por el momento otro candidato. Está Gustavo Casas, carente de profesión de fe sorista.

¿Qué sucedió en el peronismo que de pronto se visibilizó la interna con toda crudeza? Hay que decir que el acuerdo entre Doñate y Soria luego de la derrota del 2019, siempre estuvo atado con alambre y el pésimo resultado de las elecciones nacionales del año pasado puso blanco sobre negro a esta disputa, cuando desde Roca mandaron a las huestes a limar a Doñate como responsable único del traspié electoral. Un tema muy discutido, en tanto Martin Soria prácticamente no participó de la campaña y el resultado en Roca fue exiguo ante los números de elecciones anteriores.

Doñate pasó a ser como Gu Cheng, el poeta chino denominado “el Nebuloso”. Soportó el chubasco, se apoyó en los intendentes y forjó una alianza con su par Weretilneck en el Senado, basada en la gestión y con aportes a Río Negro y los municipios en recursos, obras y rutas. Apoyos sin mirar el color político de la comuna. A la par surgió la idea de un eventual acuerdo con Juntos.

El sorismo aprovechó para tratar de instalar “la traición” un tema sensible en el peronismo y así fue como en San Antonio convocó a disconformes con discursos con eje en “la deslealtad”. Esa reunión eyectó a Alejandra Más de la presidencia del Partido, que no pudo evitar el cónclave organizado a sus espaldas.

Luego vino el encuentro en Bariloche organizado por Silvina García Larraburu, María Eugenia Martini y María Emilia Soria, donde coincidieron en que “la transformación viene de la mano de las mujeres”, un ninguneo para Alejandra Mas, tanto como mujer, como presidenta del PJ.

¿Cómo terminó? Mas armó un bloque separado del FdT entendiendo que no podía seguir compartiendo ese espacio. La nueva bancada se llama Unidad Ciudadana, junto con Belloso y otra mujer, Abraham, que responden a Martín Doñate y con clara identificación con Cristina Fernández.

Fue así que Doñate respondió con una estrategia por un lado institucional, golpear en el bloque y por otro, política, dominar el Partido, que permitirá fijar las políticas futuras, como las alianzas.

El bloque del FdT quedó con 10 miembros, no todos enrolados en el sorismo que puede exhibir entre siete u ocho legisladores. De todos modos, esta bancada quedó agotada en sí misma. Perdió a siete diputados y ahora cabe preguntarse ¿a quién responde políticamente? El Frente de Todos es muy difícil que mantenga su estructura para competir electoralmente en el 2023.

Nada está superado. El peronismo es sensible a la disputa interna del poder. Serán días de reacciones y definiciones, porque nadie muere en la víspera.