Río Negro: habilitan “buscar” petróleo en el mar

(ADN).- El Ministerio de Medio Ambiente de la Nación aprobó la realización de la actividad sísmica para dar inicio a la exploración de petróleo en tres bloques offshore ubicados en la cuenca Argentina Norte, cercana a la provincia.

La cuenca Argentina Norte queda a la altura de Buenos Aires y Río Negro. Con una profundidad que va desde los 200 a los 4000 metros, se la considera de aguas ultras profundas, más difícil de explorar. En esta área se entregaron siete concesiones a las empresas YPF, Equinor, Shell, Qatar Petroleum, Total Austral y BP Exploration.

Los tres bloques que recibieron la autorización de la cartera que conduce Juan Cabandie fueron dados en concesión en 2019 a la petrolera noruega Equinor, en sociedad con YPF y Shell. Dos de las áreas se encuentran ubicadas a 307 km de la costa de Mar del Plata, mientras que la tercera está a 443 km. “Las tres compañías se comprometen a cumplir con las condiciones impuestas por el gobierno argentino y los más altos estándares internacionales en términos de seguridad y socio-ambientales”, dijeron fuentes de la petrolera con control estatal.

“La actividad offshore se realiza con el máximo nivel de seguridad de la industria, con especial dedicación en la protección de las personas, el medio ambiente y el entorno local. Para este caso en particular, se presentó un estudio de impacto ambiental, que presenta las medidas de prevención y mitigación con carácter obligatorio para el proyecto. Además, el proyecto fue debatido en audiencia pública con una amplia participación de los actores interesados en julio pasado”, agregaron.

Tras analizar todo el material, según dijo el Gobierno, el Ministerio de Ambiente “fijó estrictas medidas y controles especialmente para prevenir potenciales impactos sobre la fauna marina”. Para la realización de la exploración, las empresas presentaron un plan de Gestión Ambiental que se compone de 13 programas y en cada uno se describen las actividades del proyecto con potenciales impactos, las acciones de mitigación y de prevención para evitar o reducir los posibles impactos negativos y mejorar los positivos.

Las petroleras habían obtenido una concesión de cuatro años, con posibilidad de extender el contrato. De hecho, a través del decreto 870/21, el Estado autorizó la prórroga por hasta dos años del primer período exploratorio de los permisos otorgados. Luego puede haber un segundo período de renovación donde tienen la obligación de perforar un pozo para saber si se puede comercializar gas o petróleo. Si luego de terminar el lapso están en condiciones de desarrollar el bloque, obtendrán el permiso de concesión para la producción, que es de 35 años.

El país cuenta con plataformas de exploración y producción offshore desde la década de 1970. Las únicas empresas que al momento extraen el hidrocarburo en el mar son la francesa Total Austral y la chilena ENAP. Las operaciones se realizan en la cuenca Austral, frente a Tierra del Fuego y Santa Cruz. Aproximadamente, el 18% de la producción de gas provino de áreas costa afuera, según información de la Secretaría de Energía.

“Cabe destacar que no se han registrado ningún incidente de tipo ambiental ni accidentes con daños a la integridad física de los trabajadores en más de 50 años de desarrollo de offshore en Argentina”, dijeron en el área que conduce Darío Martínez.

Pablo González, presidente de YPF, indicó por su parte que “la Argentina tiene un potencial enorme en su cuenca offshore con recursos que podrían equiparar a los que hay en Vaca Muerta. Su desarrollo podría generar un cambio profundo en el país, transformándolo en un país exportador de energía al mundo”.

“Los países que apostaron al desarrollo del offshore lograron un impacto muy positivo en la economía de sus países, sin afectar el medio ambiente. El caso de Brasil sirve como ejemplo de cómo se logró este camino de compatibilizar desarrollo económico y sustentabilidad ambiental”, agregó.

Según estimaciones de YPF, el proyecto tiene el potencial de generar 200.000 barriles de petróleo diarios, una producción similar a la que actualmente produce toda la petrolera. “Se estima que para su desarrollo, las inversiones ascenderían a más de US$6000 millones con un impacto muy positivo en la cadena de proveedores locales y en la generación de empleo. En la fase de desarrollo, se podrían generar 22.000 empleos directos. Todo este impacto en un solo proyecto”, señaló González.