Todos juegan. ADN

El radicalismo se convirtió un botín político en disputa. El llamado a elecciones internas aceleró las estrategias de quienes lo quieren de aliado en la próxima elección, pero esencialmente en 2023. Pero un dato ya es insoslayable: la próxima conducción no avalará la idea de seguir en la alianza con el PRO y la CC-ARI.

Ese pensamiento anida en el sector que lidera la actual presidenta Lorena Matzen, y también en quienes promueven la candidatura de Yamil Direne. La información que llega desde el Comité Nacional es que se dará libertad de acción a los distritos provinciales. La idea es no quedar sujeto a los designios (ni la disputa) de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, ya que -evalúan- es un camino a la extinción.

La interna, que será en abril, definirá no solo nuevas autoridades sino también el rumbo del partido.

Quienes se encolumnan detrás del ex intendente de Valcheta tienen sintonía fina con Juntos Somos Río Negro. La idea es avanzar en un camino común pero antes dar la batalla municipal. Al mismo tiempo que se renovarán dos bancas en la Cámara de Diputados, varias localidades de Río Negro elegirán intendentes. El objetivo de Direne y compañía es, ganar la interna en primer lugar, recuperar algunas ciudades, y pensar en una sociedad con JSRN en 2023. Saben que a esa coalición deben llegar con algo de poder territorial. Si el partido sigue devaluado como hoy, será más compleja la negociación política.

Pero todos juegan.

Matzen advierte que debe sostener su poder para evitar que la UCR se pinte de verde. Deberá ir por su reelección o imponer un candidato (intendente en lo posible) de continuidad. Pero al igual que sus adversarios, admite que ya no es viable seguir en el macrismo. Por eso tiende otros puentes.

Esta semana produjo una foto con el senador Martín Doñate que generó un fuerte impacto hacia adentro del partido. La jefa radical busca fondos para los municipios que aún administra el partido. Pero también es una señal de hacia dónde podría encaminar al radicalismo. ¿Habrá una nueva generación de radicales K?. El tiempo lo dirá.

Por ahora, Matzen avisa que se siente más cómoda con el PJ que con JSRN. Su disputa judicial para que Alberto Weretilneck no pueda acceder a una nueva elección abrió una grieta con el oficialismo provincial irreparable.

Doñate muestra una versión de gestor, pero no descuida su proyecto político. Está decidido a liderar al FdT y construir una alternativa a Juntos. A medida que pase el tiempo -y con la esperanza de volver a una normalidad con la vacuna en marcha- intensificará su rol en la provincia y no desdeña ningún apoyo, aún el del radicalismo.

La interna de la UCR se dará a cinco meses de la elección nacional de medio término y quien conduzca el Comité provincial definirá la estrategia para esa contienda y la política de alianzas.