Se cumplen 74 años de la gesta del 17 de Octubre de 1945

(Por Héctor Jorge Colás). – El peronismo surge como movimiento nacional y popular el 17 de octubre de 1945. Durante los diez años de su gestión fue salvajemente hostigado por todos los partidos políticos de la oposición que respondían a las fuerzas oligárquicas y a los sectores económicos y financieros concentrados del país que defendían la dependencia al imperio de turno. Eran los integrantes de la Unión Democrática, una alianza electoral conformada en 1945 por el embajador de Estados Unidos en el país Spruille Braden. Participaron de esa fuerza los partidos Unión Cívica Radical, Socialista, Comunista,  Demócrata Progresistas y Conservador. Los fondos de la profusa campaña fueron aportados por el Departamento de Estados norteamericano.

 La Unión Democrática llevó como fórmula presidencial a los radicales José Tamborini y Enrique Mosca para enfrentar todos juntos al coronel Juan Domingo Perón y a su compañero de fórmula el radical Juan Hortensio Quijano.

Contra todos los pronósticos y las expectativas del arco opositor en las elecciones del 24 de  febrero de 1946 el coronel Perón ganó con el 55 por ciento del total de votos, contra el 45 por ciento de todos los partidos políticos argentinos en favor de Tamborini , ganando además en todas la provincias menos en Corrientes y Córdoba.

Fue una década de progreso y felicidad del pueblo argentino. La clase trabajadora fue dignificada con la justicia social y la industrialización del país. Se generó trabajo y se impuso la soberanía nacional en un proceso liberador sin precedentes. También la clase obrera alcanzó el cincuenta y uno por ciento (51%) del Producto Bruto Interno o sea la distribución de la riqueza del país que se divide entre los trabajadores y los empresarios. Se estableció el seguro social y la jubilación que benefició a más de dos millones de personas.

Se crearon los Tribunales de Trabajo, se resolvió la fijación de mejoras salariales, se consagró el aguinaldo o sueldo anual complementario para todos los trabajadores y se exigió el fiel cumplimiento de las ocho horas de jornada laboral.

Se sancionó la Ley de Asociaciones Profesionales y se nacionalizaron industrias claves para el desarrollo de una economía fincada en el excedente de las exportaciones argentinas. También se estatizaron el Banco Central, los ferrocarriles, los teléfonos, empresas de suministro de gas, energía eléctrica y provisión de agua potable. Se creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) que tenía por fin centralizar el comercio exterior y crear el excedente económico entre el precio que el Instituto fijaba en el país y el de las ventas en Europa, para luego ser redistribuido entre los distintos sectores económicos promoviendo la industrialización del país y la creación de valor agregado a nuestras materias primas.

 En 1949 se modificó la Constitución Argentina incorporando los derechos de los trabajadores; la igualdad de hombres y mujeres; los derechos de los niños y la ancianidad; la autonomía universitaria; los tres artículos económicos que establecen la función social de la propiedad; el deber del capital y las reglas para la intervención del Estado en la economía.

Se estableció en la carta magna del peronismo que “el capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objetivo el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden contrariar los fines del beneficio común del pueblo argentino”. 

También en ese año, el 22 de noviembre Perón firmó el decreto 29.337 de supresión de aranceles universitarios. Por primera vez en la Argentina las Universidades Nacionales pasaban a ser gratuitas. Los fundamentos del decreto señalaban que “el engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcance cada uno de los miembros que lo componen”. Se creó la Universidad Obrera Nacional y se expandieron como nunca antes las escuelas técnicas en todo el territorio nacional.