Gobernabilidad y expectativas

(por Facundo Juarez Ritterband *). – La fórmula Fernández-Fernández parece ser más eficaz que Macri-Pichetto a la hora de aportar claridad sobre la plataforma electoral y sobre cómo sería un próximo gobierno. Las expectativas están en disputa y las elecciones desdobladas expresan una tendencia. Con un electorado tan polarizado la fórmula es más importante que la cabeza de lista dado que una porción importante del electorado ya tiene percepciones, ideas, sentimientos tanto hacia Cristina como hacia Macri. Cerrada la primera etapa antes de las PASO presidenciales ¿Qué aportan Pichetto y Fernández a Macri y Cristina? ¿Qué relación tienen las fórmulas con la dinámica del año electoral? ¿Son estas fórmulas una obra del marketing político?

DESEMPEÑO EN ELECCIONES DESDOBLADAS

Recorriendo el calendario electoral de las elecciones desdobladas se especula sobre su correlato en las elecciones presidenciales, pero ¿Qué porcentajes del padrón nacional representa cada resultado provincial y cómo se divide entre oficialismo y oposición? El siguiente cuadro muestra el status del calendario electoral y responde a esa pregunta.

El cuadro presenta las provincias que ya tuvieron elecciones, su representación del padrón nacional, el porcentaje de votos del oficialismo y la oposición y lo que cada resultado representa del padrón nacional. A la espera de las PASO nacionales ya son 14 las provincias que eligieron gobernadores en elecciones generales y se observa que una cantidad mayor a 7 de cada 10 personas han votado opciones que no se corresponden con los candidatos de la alianza Juntos por el Cambio.

Si bien esto no quiere decir que el kirchnerismo tiene garantizados esos 7 de cada 10 votos, el dato expresa un descontento generalizado y contundente contra el gobierno nacional. Sin embargo estos datos dan cuenta de menos de un 45% del padrón nacional y restan dos de los principales distritos:  Provincia de Buenos Aires y  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que concentran otro 45%. Esto quiere decir que las elecciones desdobladas no permiten esbozar un correlato contundente respecto de las elecciones presidenciales. No obstante si los resultados en la Provincia de Buenos Aires son parejos, la diferencia para que alguna de las principales alternativas se imponga estará dada por el reflejo que los resultados provinciales tengan en los nacionales. Es por esto que se plantea la hipótesis de fórmulas que responden al tejido de alianzas políticas con las fuerzas provinciales más que a estratégias de marketing político.

LA DISPUTA POR LAS EXPECTATIVAS DE GOBERNABILIDAD

Si se toman esos números, las declaraciones de quienes resultaron victoriosos en la mayoría de las desdobladas o los problemas que más preocupan a parte de la población, se fortalece el consenso en torno a que el balance de la gestión macrista es negativo y que cuatro años más podrían ser riesgosos en distintos sentidos para la gobernabilidad en las provincias. En primer lugar la historia argentina registran muchas experiencias de puebladas, levantamientos y alzamientos populares como ejemplos claros donde la gobernabilidad se vio acorralada por la situación económica y el clima social. En este sentido, el macrismo pone en riesgo al lazo social (desmantelamiento del aparato productivo, desempleo, pobreza y endeudamiento) y a la vez no tiene una fórmula que aporte garantías de gobernabilidad para los gobernadores.

Si al mirar hacia atrás cada vez más personas ven afectados sus intereses y se perdió la esperanza de los brotes verdes, si las elecciones desdobladas son un correlato de ello y si la fórmula Macri-Pichetto no revierte dicho correlato, encontramos que la disputa por las expectativas ya no es un terreno donde el macrismo se imponga con tanta comodidad. Al perder legitimidad y credibilidad respecto al manejo de la economía y el devenir de la Argentina, el Gobierno busca que las expectativas viren hacia otro tipo de clivajes y evitar que el eje de la discusión pase por la economía. Aquí no parece imponerse el criterio duranbarbista de decirle a la gente lo que quiere escuchar ni tampoco se le ofrece a los gobernadores un proyecto de gobernabilidad que estos quieran comprar.

La  pregunta por la economía y por la gobernabilidad son la pregunta por el rumbo del país y ante esto las dos principales fórmulas responden de distinta manera y tanto Miguel Ángel Pichetto para Macri como Alberto Fernández para Cristina Fernández buscan contribuir a generar una respuesta a dicho interrogante. Si entre Cristina y Macri se encuentra que la primera se dió un baño de humildad aun siendo la principal figura opositora, que aprendió de sus errores y a demostrar un liderazgo más responsable, el segundo acumuló promesas incumplidas, pecó de soberbio y quedó relativamente aislado, buscó en Lavagna, buscó en Urtubey, buscó en Sanz y terminó en Pichetto lo cual le quita claridad a su respuesta y a su identidad política.

Parece ser que el macrismo pierde eficacia en la disputa por el futuro y las expectativas mientras que Fernandez-Fernandez trata de recuperar la esperanza y decirle a la sociedad y a los gobernadores “con Alberto podemos recuperar el país como lo hicimos con Nestor tras el 2001”, “tenemos una fórmula que contiene a una Cristina más mesurada con capacidad de diálogo”, “tenemos más capacidad de unir a los argentinos y lo venimos demostrando en casi todas las elecciones desdobladas”, “tenemos un proyecto de gobernabilidad extremadamente amplio” y, entre otras, “tenemos una mujer en la fórmula y muchisima mas capacidad de transformar en voto las demandas del movimiento de mujeres”. De acá a octubre se verá.

* Sociólogo, especialista en sociología política. 

Publicado en Política Argentina