Aníbal perdió la peor de las batallas

(Por Sergio Capozzi*).- En estos días recibí un golpe muy fuerte. Las declaraciones de Aníbal Tortoriello anunciando que bajaba su precandidatura a gobernador de la provincia de Río Negro me schockeron, pero no por la decisión en sí, obvio que está en todo su derecho a hacerlo, sino por las causas que esgrimió. Dijo ante los medios que Cambiemos no tiene chances en la carrera a la gobernación porque la elección se va a polarizar entre Martín Soria, por el FpV, y Alberto Weretilneck por Juntos.

Conocí a Aníbal hace unos años, cuando aún no era intendente de Cipolletti y ni siquiera estaba afiliado al PRO. Recuerdo como si hubiese sido ayer, en honor a la verdad no fue hace tanto tiempo, cuando en un acto llevado a cabo en la Cámara de Transportistas de su ciudad firmó con mucho orgullo la ficha de afiliación.

Imagino que ese mismo orgullo lo llevó a postularse como candidato a gobernador y al mismo tiempo intentar presidir el PRO en nuestra provincia. Ambas decisiones fueron muy aplaudidas por muchos afiliados que hoy, supongo, están aún más dolidos que yo.

Quiero aclarar que mi dolor no es porque el PRO y por transición Cambiemos,  haya  perdido a un buen candidato, aún los tenemos y muy buenos, sino porque Aníbal perdió la peor de las batallas, que es aquella que no se da.

El intendente de Cipolletti decidió ir por su reelección, que seguramente va a lograr pues está haciendo una gestión magnífica en el Valle, y dio por hecho que el actual gobernador será uno de los candidatos firmes a la gobernación. Primer error, hoy Alberto Weretilneck no puede ser candidato porque se lo impide la Constitución a través de su artículo 175, que no admite dudas ni da lugar a interpretación. El actual gobernador ya estuvo en dos fórmulas de manera consecutiva, no puede ir por la tercera. Si por algún artilugio que yo no alcanzo a vislumbrar, lo puede lograr, será después de transitar por varias etapas judiciales incluso la Corte Suprema de Justicia y aquí señalo para los desprevenidos, que no es el mismo caso de Santa Cruz sino más cercano al antecedente Zamora- Santiago del Estero y por lo tanto la Corte Suprema de la Nación es competente y Zamora no pudo ir por la re re.

El segundo error es subestimar a Cambiemos. Hace poco más de un año, antes de las PASO nacionales, Cambiemos tenía una intención de voto que rondaba el 4%, cinco meses más tarde Lorena Matzen era elegida Diputada Nacional con el 34% de los votos. En las mismas elecciones, el actual gobernador y según Tortoriello firme candidato a vencer en el 2019, decidió bajar a su partido de la contienda porque advirtió que no llegaban al 13% de la intención de voto. Quería evitar el papelón.

Pero creo que la cosa va bastante más allá. Si uno decide presentarse a las elecciones solo con la certeza de ser el vencedor, muy pocos habrían sido los afortunados. Lilita Carrió pasó del 3% al 54% en un par de años. Hay incontables ejemplos, como así también los encontramos en quienes se presentan aún sabiendo que la cosa es difícil pero lo hacen igual, por sus principios y capacidad, por su partido y sobre todo por las miles de personas que confían en él. La tenacidad y la actitud son elementos esenciales en todos los ordenes de la vida y particularmente en la política donde se debe tener un cuero mucho más grueso que en la vida privada.

Yo tengo mi candidato a gobernador para Río Negro, será el que decidan los afiliados de los partidos de Cambiemos.  ¿Vamos a ganar? Sólo Dios lo sabe. Lo que si sé es que si llevamos al mejor, vamos a tener muchos legisladores y a través de ellos comenzaremos a ver los cambios que nuestra querida provincia se merece.

*Apoderado PRO Río Negro.