Pascua: Obispos piden no pactar «con la resignación»

(ADN).- Los obispos de la Región Patagonia-Comahue, como cada año, emitieron su mensaje de Pascua donde invitan a compartir la búsqueda y el sueño de volver al encuentro con Cristo Resucitado para renovar la historia.

En su mensaje se hacen eco de los llantos de este este tiempo, de los que “doblegados por los dolores de la vida, han quedado sin fuerzas para seguir adelante” y ya no se atreven a soñar nuevos proyectos y hacen referencia a la
la falta de unidad y comunión en la familia; el sueldo que no alcanza; los derechos de ayer que se “rediseñan” y desaparecen en defensa de no se sabe qué intereses económicos; el llanto de los jubilados sin otra expectativa que la resignación; el llanto de las familias porque un hijo ha caído en la droga; el padre se ha vuelto alcohólico o por la precariedad laboral; el llanto de los jóvenes que quieren crecer, avanzar, aportar sus capacidades y ven cerrado su futuro; el de las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia o a quienes se les propone el aborto como una rápida solución a su profunda angustia.

“Jesús irrumpe también hoy en nuestra vida para que no pactemos con la resignación ni entremos en el juego que más les conviene a los que comercian con la muerte, a quienes procuran hacernos creer que ya no hay nada por hacer, que la partida está definida y que sólo nos queda una opción: darnos por vencidos. Él quiere que caminemos de su mano, siempre para adelante, ayudándonos a sanar heridas y a superar situaciones, historias, conflictos que sólo nos empantanan en rencores, tristezas o batallas irreales de guerras que no nos llevan a lugar alguno”, señalan los obispos patagónicos.

Los prelados proponen ponerse en movimiento, por y con Jesús Resucitado, para sentirse “desafiados a redefinir nuestras búsquedas y explorar caminos y acciones en los que el bien común, el proyecto colectivo, comunitario, emerja con claridad y con una fuerza incontenible. No podemos ni debemos caminar solitariamente”

La firma conjunta de los mensajes −que los obispos renuevan cada Pascua y cada Navidad−, pretende ser lazo de unidad para la tierra patagónica en los desafíos comunes y, en este tiempo, alientan a “renovar la historia, que supone que seamos muchos los que salgamos del lugar del lamento y de los brazos caídos. Y juntos, reconociéndonos como don de Dios para este momento de la historia, vayamos al encuentro de tantos hermanos y hermanas que están esperando un aliento y una oportunidad para ponerse de pie, para arremangarse y construir con libertad una historia que tenga sentido vivirla”.

Los obispos piden que “abramos nuestros ojos y corazón para reconocer también hoy su presencia y su estampa – ¡y sus llagas! – en personas y situaciones que, con su potencial todavía no desplegado, claman por llegar a la plenitud de la vida. Y aunque el mal nos siga rondando, no tiene fuerza de futuro porque Jesús lo venció”.

Concluyen que “celebrar la Pascua es, entonces, celebrar el encuentro con Jesús vivo y resucitado que nos sostiene y le da sentido a nuestra vida. Con Él transformemos los lugares de muerte en lugares de vida. Y recuperemos la alegría y el asombro ante los frutos imprevistos de amor y de paz con que Él bendice nuestros esfuerzos sostenidos”.

Firman el mensaje: Fernando M. Croxatto, obispo de Neuquén; Marcelo A. Cuenca, obispo de Alto Valle del Río Negro; Juan José Chaparro, cmf, obispo de San Carlos de Bariloche; Miguel Ángel D’Anníbale, obispo de Río Gallegos; Joaquín Gimeno Lahoz, obispo de Comodoro Rivadavia; Esteban M. Laxague, sdb, obispo de Viedma; José Slaby, c.ss.r., obispo de la Prelatura de Esquel; Alejandro P. Benna y Roberto P. Álvarez, obispos auxiliares de Comodoro Rivadavia; Miguel E. Hesayne, obispo emérito de Viedma; Marcelo A. Melani, sdb, obispo emérito de Neuquén; Virginio D. Bressanelli, scj, obispo emérito de Neuquén; Néstor H. Navarro, obispo emérito de Alto Valle del Río Negro; Fernando M. Bargalló, obispo emérito de Merlo-Moreno.