Intendentes bonaerenses traccionan la unidad del PJ

(ADN).- «En las primarias podemos debatir y discutir con candidatos que expresan ideas distintas, siempre está la posibilidad de acordar, de sintetizar propuestas». La frase le pertenece a Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, que promociona la candidatura de Florencio Randazzo. Y surgió luego de que Cristina Fernández de Kirchner anunciara una reunión con jefes comunales.

«Cristina sigue teniendo centralidad en el peronismo de toda la República Argentina así que puede colaborar muchísimo en este proceso», dijo hoy el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez. Y adelantó: «Si Cristina no es candidata, Florencio es uno de los mejores que podemos poner arriba de la mesa, por un montón de pergaminos que tiene».

¿Qué cambió?. CFK volvió a la Argentina y movió el fichero político. Sin definir aún si será candidata, convocó al PJ y dejó afuera a los «utra» y muy cuestionados dirigentes Luis D´Elía, Gabriel Mariotto y Amado Boudou. Y lo que parecía una interna segura, comienza a tomar cuerpo la unidad.

La ex Presidenta mantiene una alta intención de voto y muchos de los jefes comunales necesitan ganar en sus distritos, porque en octubre no solo se eligen diputados nacionales, sino también concejales. Ello, más el respaldo que mantiene Cristina del presidente del partido, Fernando Espinoza, y la intendenta de la Matanza -del municipio más grande del país-, Verónica Magario, torna muy difícil cualquier competencia en las PASO.

Otro punto que comienza a unir a los intendentes para pedir la unidad, es que el Frente Renovador de Sergio Massa se desinfla por un lado (porque sigue la diáspora de dirigentes al randazzismo), y por el otro se blinda: Margarita Stolbizer negó cualquier posibilidad de sumar dirigentes que hayan estado con CFK.

Incluso, los jefes comunales se entusiasman con que las encuestas a Cambiemos le dan mal. Y una derrota del macrismo en territorio bonaerense devuleve al PJ como una opción de gobierno en 2019. Por eso, muchos salieron a pedir «inteligencia», «mesura» y «responsabilidad» a la dirgencia, para «no romper» y poder «ganar».

Los intendentes quieren ser la garantía de la unidad. Y temen que las declaraciones y los actos de dirigentes, diputados y senadores («que no juegan nada» en esta elección) sean funcionales al macrismo.