Alerta y polémica por la importación de casas prefabricadas chinas

Desde la industria maderera y el sector de fabricantes de ladrillos, analizan con preocupación la idea del Ejecutivo Nacional de acordar con un accionista del socio de IECSA, de importar un millón de casas pre-ensambladas desde China. Las negociaciones se iniciaron con el millonario Liang Wengen –dueño de la empresa SANY- a fines del año pasado, cuando se reunió con el presidente Mauricio Macri para sellar el acuerdo comercial. También el grupo participaría de la venta de equipamiento para la generación de energías eólica y solar.

El Gobierno Nacional busca cerrar un acuerdo con un accionista de IECSA, empresa vinculada a Angelo Calcaterra, primo de Macri. Sería un negocio por un millón de casas prefabricadas en China. Este proyecto alcanzaría los 624 mil millones de pesos invertidos. Liang Wengen se reunió con el Mauricio Macri el 3 de septiembre del año pasado, para sellar acuerdos bilaterales comerciales, según publicaciones del sitio digital Misiones On Line.

El millonario Wengen es miembro del Comité Central del Partido Comunista Chino y aún hoy uno de los hombres más ricos de su país. Su empresa SANY es la principal fabricante de maquinaria pesada en China y, según un parte de prensa de Casa Rosada: “Tiene el doble interés de construir viviendas en las provincias beneficiadas por el Plan Belgrano y de participar en el equipamiento para la generación de energías eólica y solar“. Si bien SANY no tuvo suerte en las licitaciones en proyectos de energías renovables, sus perspectivas de negocios en el nicho de casas premoldeadas son más que promisorias.

En abril de 2016, en un evento organizado en Ezeiza junto a la gobernadora Vidal, el presidente lanzó el “Plan Federal de Viviendas”. En el mismo acto, el Macri declaró que su gobierno construirá “un millón de viviendas nuevas en los primeros 4 años”.

El proyecto de inversión para un millón de viviendas es de gran interés para China, que puso en marcha los preparativos para el proceso de financiación. El ministro Frigerio viajó en diciembre a Beijing a apurar los trámites y reunirse nuevamente con los chinos. En esta oportunidad el parte de prensa mencionó al “Plan Argentino de Viviendas” que tendrá, en principio, una inversión de 1000 millones de dólares y la creación de 30 mil puestos de trabajo.

Xu Ming explicó oportunamente que la inversión inicial de SANY sería de unos USD 30 millones para producir 5000 viviendas de 60 metros cuadrados por año en la provincia de Buenos Aires y, si bien el empresario intentó no brindar precisiones respecto al precio final de las casas porque los insumos locales podrían aumentar los costos, explicó que en China las casas de 60 metros cuadrados salen 650 dólares por metro cuadrado construido, y en Sudáfrica la cifra se eleva a 680.

Cada casa de 60 metros cuadrados con un costo por metro de USD 650 vale, sin contar el terreno, USD 39.000. Para entregar las primeras cinco mil viviendas, la empresa china proyecta invertir USD 30 millones. Calculando que el precio final de cada vivienda es de USD 39.000, el proyecto piloto le reportará a SANY un volumen de USD 195 millones.

Y si Mauricio Macri consiguiera inversores para financiar su sueño de construir un millón de casas, el volumen de este negocio alcanzaría los USD 39.000.000.000, que es el equivalente de $624.000.000.000 aproximadamente.

Alerta en la industria maderera
Este panorama mantiene en alerta a sectores locales de la industria de la construcción y la foresto-industria. En tal sentido Luis Cáceres, titular de la Unión Obrera Ladrillera, denunció días atrás que, según las cifras de la Cámara Argentina de la Construcción, desde mediados de 2016 esa industria tuvo 245.466 despedidos y suspendidos. El gremialista apuntó sus cañones hacia ‘las casas chinas’ y explicó que “ese programa de viviendas de la empresa Sany Heavy Industry pone de rodillas a los trabajadores ladrilleros”.

“El Estado tiene provisto avanzar con viviendas chinas que afectarán seriamente a la construcción y de forma específica a la industria ladrillera atentando contra el trabajador, ya que las casas están compuestas de hormigón y ni un solo ladrillo local”, sostuvo Cáceres.

Desde Misiones y Corrientes, las dos provincias cuyos gobernadores ya entraron en contacto con SANY según el sitio Argentina Noticias, el acuerdo por las prefabricadas chinas generó la reacción de 25 industriales de ambas provincias que le presentaron al Ministerio de Agroindustria una propuesta local para competirle a la china SANY con mano de obra y materia prima argentina.

Por su parte Santiago Ros, titular del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), consideró a este acuerdo como “un verdadero desastre para las economías regionales y en especial para los rubros de la construcción, que son grandes dadores de empleo“.

La mano de obra empleada en casas prefabricadas es ostensiblemente menor a la usada para la construcción tradicional, por lo que aunque se creen 30 mil puestos de trabajo, el resultado para el mercado laboral será negativo. Dos mil obreros levantan 5000 casas prefabricadas en 1 año, mientras que las materias primas hasta hoy en manos de ladrilleros y forestales, serán provistas por las grandes industrias del concreto y el acero. Casas precarias para muchos y negocios concentrados para pocos.