Producen maíz en el IDEVI para bajar costos

(ADN).- No se sentaron a esperar cuando se sintieron acorralados por el brusco incremento de los costos, ni los desanimó tener herramientas de laboreo de la década del 70, ni tampoco carecer de fondos a la vista para ponerse a producir alimentos para sus animales. Sin embargo, cuatro entidades de productores del Valle Inferior -por iniciativa propia-, elaboraron un plan por 1,5 millón de pesos presentado ante el IDEVI para sembrar maíz.

El maíz, que representa el 70% del costo en la producción de cerdos, pasó de 1.000 pesos a 2.500 pesos en cuestión de días a comienzos del año pasado y todo los avances estaban en peligro, según lo entendieron desde la Cooperativa Agraria de San Javier, la Cooperativa de Producción COOPOP, Porcus Patagonia y una asociación de productores de las economías familiares.

Para poder comenzar a trabajar, lograron por un lado que el Estado rionegrino via la subsecretaría de Ganadería accediera a financiar el 50 por ciento del proyecto, y por otro obtuvieron el asesoramiento técnico de la delegación San Javier del INTA.

Quedaron dentro del proyecto unos 25 productores diseminados entre el camino N°2 y el camino N°22, con parcelas en promedio de unas 6 hectáreas destinadas al maíz, que está en estos momentos en pleno crecimiento.

Son unas 150 hectáreas, cuya producción “no va a solucionar la totalidad del problema de los costos del maíz, pero va a ayudar mucho”, estimó Mauro Larrañaga de la cooperativa Porcus.

Hicieron contrataciones en conjunto para lograr los servicios, como los de siembra, y además resolvieron realizar las compras de modo asociado y en la zona del Valle Inferior para que los recursos del proyecto se vuelquen en la zona.

Susana Ibarrola, de la cooperativa de San Javier, destacó que el maíz que obtengan se destinará a la cria no solo de cerdos, sino también de las ovejas y vacas, que en pequeñas escalas se crían en el IDEVI. Destacó la dirigente que la puesta en marcha de esta iniciativa “hubiera sido imposible sin la presencia del Estado”, tras lo cual consideró de mucha importancia que los desembolsos se hallan efectuado sin demoras y ajustados a los tiempos del laboreo.

Para Ibarrola, quien destacó el acompañamiento continuo de los técnicos del INTA, “hay que cambiar la cabeza, porque siempre se dijo que producir es solo trabajo, pero ahora es trabajo y conocimiento, trabajo y tecnología”.

Jorge Bueno, uno de los técnicos asignados al proyecto, destacó que “el parque de maquinarias estaba muy desactualizado” y por eso se tuvieron que realizar ajustes y buscar repuestos entre equipos en desuso.

Bueno destacó que el proyecto de producir maíz “ha tenido un efecto multiplicador”, debido a que inyectó nuevos ánimos a los cooperativistas, que están en pleno proceso de construcción de nuevas instalaciones.

“Buscamos que los productores no sean un problema para el Estado”, resaltó Larrañaga, defensor de las políticas que retengan a los agricultores en sus establecimientos. “Los beneficiarios de estos proyectos, son los que se quedan en el campo”, añadió Ibarrola.