Para frenar despidos, piden declarar la emergencia ocupacional

(ADN).- Marcelo Mango presentará en el Parlamento, un proyecto de ley para frenar los despidos en Río Negro. La iniciativa propone declarar la emergencia pública en materia ocupacional. También, someter a conciliación obligatoria a las empresas que avancen o suspensos o despidos de trabajadores. Esa presentación podrán hacerla los gremios o los empleados.

El legislador del Frente para la Victoria delimita en su proyecto, la responsabilidad empresarial. En el artículo 2, expresa: «Los empleadores privados que suspendan o despidan sin causa a más del 15 por ciento de los trabajadores en empresas de menos de 40 trabajadores; a más del 10 por ciento en empresas de entre 40 y 100 trabajadores; y a más del 5 por ciento en empresas de más de 100 trabajadores, deberán ser sometidos a conciliación
obligatoria por la Secretaria de Trabajo de la Provincia de Rio Negro, en las condiciones y con el trámite previsto en la ley Nº 1820, ordenándose el inmediato restablecimiento de los trabajadores despedidos».

La iniciativa, obliga a la Secretaría de Trabajo -ante la presentación de sindicatos, delegados o trabajdores- a «imprimir el trámite sin dilaciones».

Mango formuló extensos fundamentos, haciendo hincapié en la situación nacional, donde los números del INDEC y de sectores privados, indican una merma en la ocupación.

«En el caso de nuestra provincia -agrega el legislador-, los despidos y suspensiones de trabajadores durante el 2016, se registraron en dos sectores claves de la economía rionegrina: la fruticultura y la industria petrolera.

En relación a la fruticultura, a mediados de este año los productores advertían la crisis y mediante una nota dirigida al titular de la Secretaría de Trabajo, los presidentes de las Cámara de Comercio, Industria y Producción, y de la Cámara de Productores, Franco Susca y Elvio Ferraza respectivamente, pidieron concretar una reunión ´dada la gravedad de la crisis del sector frutícola y de acuerdo a lo solicitado por nuestros asociados´, para contar con información respecto a los pasos necesarios para presentar los concursos preventivos de crisis.

Por su lado pequeños y medianos productores y empacadores señalaron que existe una gran ´preocupación por la grave crisis del sector´ lo que conllevaría a ´tomar la difícil decisión de suspender parte del personal o despedir empleados´, y en tal sentido solicitaron tener mayor información para de los requisitos exigidos para concretar ´la
presentación de un procedimiento preventivo de crisis de empresa previsto en el artículo 98, capitulo 6 de la ley 24013´.

Sostuvieron que la medida no obedece a un capricho del sector, sino que se fundamenta en los serios problemas de rentabilidad, agravados durante esta última temporada por ´el daño provocado por el granizo, que afectó considerablemente a la producción, situación que impactó en el total de la fruta a procesar, y con ello la imposibilidad de cubrir los costos fijos, financieros e impositivos que son parte del costo total de las empresas´.

Estas advertencias se fueron haciendo realidad y a principios del mes de octubre la empresa Expofrut anunció el cierre de dos plantas de empaque, en las ciudades de General Roca y Allen. Esta empresa que exportaba el 90% de las 250 mil toneladas anuales que producía, se apresta a despedir a un total 260 trabajadores y trabajadoras a quienes pretende pagarles solo el 50% de indemnización.

Asimismo, se ha confirmado el cierre del galpón de empaque de la familia de Carlos Martínez, con lo cual se sumarán unos 190 obreros más que serán despedidos en la ciudad de Allen.

Según los datos que surgen de un estudio elaborado por la Obra Social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina (Osprera) los problemas que presenta el sistema frutícola terminaron por expulsar 3.380 trabajadores de las chacras de la región en lo que va de este año.

El trabajo toma como referencia el personal permanente y transitorio que se utiliza para los dos principales trabajos culturales efectuados todos los años en las explotaciones frutícolas del Alto Valle y Valle Medio: cosecha y poda.

Los números son aún más complicados cuando se relaciona la actual temporada con la del 2014: en estos dos últimos años se perdieron 5.940 puestos de trabajo sólo en las chacras. Cabe destacar, según la estadística con la que cuenta Osprera, que existen alrededor de 9.000 trabajadores permanentes (declarados en los 12 meses al año) en los
establecimientos frutícolas, mientras que el resto son temporarios y son utilizados especialmente en cosecha, poda y raleo.

A la crisis estructural que viene sufriendo el sistema hay que sumarle este año la baja producción que se obtuvo, en especial de manzanas rojas, que presentaron mermas en cosecha de hasta un 40%. Según datos extraoficiales, este año en todo el Valle más del 30% de las explotaciones frutícolas no se podaron. Una muestra más de la crisis que sufre el sector.

En el sector petrolero en los primeros tres meses del año perdió 17 puestos de trabajo por día en todo el país. Se trata de un goteo incesante, que no sólo incluye a los denominados ´despidos hormiga´, sino también a los retiros voluntarios (y no tan voluntarios) y las jubilaciones de apuro.

El número surge de la última estadística de empleo que publicó el Ministerio de Trabajo de la Nación en base a datos de la ANSES. El informe contabiliza la cantidad de trabajadores que aportan al sistema de pensión argentino. Para el caso del sector petrolero se trata de un número muy representativo, porque prácticamente no existe empleo en negro y todos hacen los aportes previsionales.

Entre fines de diciembre y marzo –última fecha relevada–, el petróleo dejó de generar unos 1.500 puestos de empleo. Si la mirada se amplía a un año, la pérdida de trabajadores asciende a 4.065, la segunda más alta en términos relativos después de la construcción, que eliminó 40.000 puestos.

Los números no hacen más que demostrar una tendencia a esta altura innegable: el sector vive una etapa de ajuste. Y si bien por ahora no hubo despidos masivos, los puestos de trabajo aparecen en el horizonte como una variable de achique de las empresas. Si no se pudo avanzar más hasta ahora es por el nivel de movilización y organización que tienen los gremios del sector en todo el país.

El peor impacto laboral se dio en el sur, sobre todo en Chubut y Santa Cruz. Pero también Neuquén y Río Negro sufrieron despidos, que se dieron con mayor fuerza en las empresas de servicio y afectaron a personal no encuadrado dentro de Petroleros o Jerárquicos, como puede ser el administrativo.

Este informe tampoco contabiliza la cantidad de trabajadores afiliados a UOCRA que perdieron su puesto de empleo en los yacimientos por la caída de obras. En otros momentos, esos trabajadores eran absorbidos por la obra pública o privada, pero ambas sufrieron una enorme caída en la primera parte del año.

No sólo los despidos componen este lento pero incesante goteo laboral. Hay empresas que promovieron planes de retiro voluntario. Desde la cámara que agrupa a las empresas de servicios petroleros denunciaron días atrás que sus dotaciones son ´excesivas´. Por lo bajo hablan de miles de puestos que ´sobran´, un diagnóstico que genera tensión en los yacimientos.

Esto se refleja en los datos del segundo trimestre 2016 del INDEC, donde la provincia de Neuquén con un 8,6% mostró el nivel más elevado de desempleo de la Patagonia. Se explica por tres aspectos. El más relevante es el parate en la industria petrolera. La demanda laboral en el sector – medida por el gobierno provincial- se derrumbó un 77% en
el segundo trimestre de este año La construcción tiene un padrón del 30% de obreros que no tienen ocupación, en tanto que el sindicato mercantil acusa una caída de 450 empleados en el primer semestre en comparación con el último del año pasado.

Cabe destacar que la difícil situación laboral de la provincia de Neuquén también impacta directamente en el Alto Valle rionegrino, no solamente por los trabajadores que viven en ciudades de nuestra provincia y trabajan en Neuquén, sino porque golpea fuertemente la actividad comercial y de servicios instalada en Río Negro.

Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, se indica que los asalariados registrados del sector privado, en la provincia de Río Negro, pasaron de 106.890 en julio de 2015 a 103.795 en julio de 2016 o sea 3.095 trabajadores menos.

En este contexto nacional y provincial el aumento del desempleo parece no tocar fondo, más allá de algunos sectores que por cuestiones estacionales han mantenido los puestos de trabajo. No es el caso de la fruticultura y del petróleo, porque de prosperar la política de ´ajuste´ de las empresas, los próximos meses vendrán con mayores niveles de desempleo y/o suspensiones. 

El verdadero problema es la concentración estructural en cada uno de los complejos que forman la cadena de producción, distribución y consumo que los gobiernos deberían resolver en el mediano y largo plazo. Mientras tanto, los Estados cuentan con instrumentos legales y con legitimidad suficientes, como para tomar la decisión política de defender los puestos de trabajo y evitar que la ´crisis´ la paguen los trabajadores».