Hacia una Nueva Escuela rionegrina

(Por Mónica Silva*).- La nueva Escuela Secundaria rionegrina nos invita a revisitar ese lugar que históricamente fue el espacio para que unos pocos pudieran pensar en un proyecto de país. Hoy con la ley de educación nacional 26206 y la ley provincial 4819, se impone un nuevo marco para pensar la escuela secundaria porque se reconoce a la educación como derecho social inalienable, por lo cual se establece la obligatoriedad de la misma para que la comunidad en su conjunto internalice la escuela secundaria con un fundamento propio: el garantizar la igualdad de oportunidades para todos los chicos/as de la provincia.

Hacer efectivo el derecho a la educación implica generar las condiciones que promuevan en los estudiantes trayectorias continuas y exitosas. Esto implica ofrecer nuevas y variadas oportunidades de aprendizaje y diseñar diferentes trayectos atendiendo a los estilos, ritmos, necesidades e intereses de los estudiantes

La historia de la provincia de Río Negro en relación con las propuestas curriculares de la escuela secundaria han sido de vanguardia, y continuar en ese camino nos exige revertir datos que son alarmantes, como el abandono y la deserción escolar. ¿Qué sucede con esos chicos/as? ¿Cuáles son las razones de ese desgranamiento? Estas preguntas hacen necesario revisar y analizar no solo las prácticas escolares, sino las formas en que organizamos la convivencia escolar, las percepciones sobre nuestros jóvenes y los propósitos que tenemos como educadores, cuáles son nuestras concepciones de enseñanza y aprendizaje, y desde que posturas epistemológicas proponemos la construcción de saberes.

Debemos poder construir una propuesta curricular que dé respuestas a las necesidades de nuestros jóvenes. Para eso es necesario construir una escuela que proponga distintas formas de alfabetización, desde las nuevas tecnologías no solo como herramientas sino en su incidencia en la transformación de la vida cotidiana, hasta el aprender a ser ciudadanos del mundo con aceptación del otro, rompiendo con los discursos que estigmatizan, pero también con una clara postura crítica sobre la sociedad. Asimismo, debe permitir reconocer la problemática socio-ambiental no solo como preocupación sino como situación que implica el involucramiento de toda la sociedad para definir qué tipo de modelo productivo queremos y como distribuir los recursos que existen en nuestra región.

Poder entender que la escuela es un lugar donde nos vinculamos todo el tiempo con el otro y que construir esa relación implica reformular las relaciones que existen en la escuela. Reconocer a los jóvenes como sujetos de derecho, políticos y educativos implica abrir el juego de las instituciones y redefinir la gobernabilidad escolar, construir una democracia real, donde todos los actores puedan decidir sobre lo que los implica.

Deconstruir la escuela como dispositivo de poder, nos obliga a repensar los espacios escolares para que todas las voces sean escuchadas y a permitir construir consensos desde la diversidad.

Es por ello que debemos avanzar hacia una Nueva Escuela Secundaria, en la que los docentes estemos todo el turno escolar acompañando, orientando y alentando a que los estudiantes generen su propio proyecto de vida mientras transitan esta etapa de formación.

El trabajo que se está realizando en el seno de la Comisión Jurisdiccional Curricular Mixta, convocada por el Ministerio de Educación y DDHH propicia la enseñanza y el aprendizaje de contenidos renovados, en espacios de formación disciplinares e interdisciplinares donde se conjugue el esfuerzo de un colectivo docente en la apropiación de los saberes de los estudiantes. Una escuela secundaria que contenga, oriente y acompañe durante todo el horario escolar; donde los docentes sean de la escuela y no solamente de una disciplina científica escolar.

*Ministra de Educación de Río Negro