Debate radical en Tucumán en la búsqueda de su destino

El radicalismo se reunió esta semana en la ciudad de Tucumán, «para lamerse las heridas», como señala Marcelo Hugo Helfgot, en el diario Clarín, donde hubo catarsis «en la que prevalecieron los dilemas del presente. Es decir, la necesidad de encontrarle al partido un espacio propio dentro de un Gobierno en el que es considerado un aliado molesto, o en el mejor de los casos un socio menor».

Señala la nota que «la verdadera discusión en Tucumán no transcurrió en el auditorio, sino en el almuerzo reservado a dos docenas de las figuras que cargan con la responsabilidad de develar el modo en que el partido nacido tras la Revolución del Parque de 1890 intentará sobrevivir la próxima centuria».

Escribe Helfgot que la charla apuntó a no ceder en la disputa por las listas de Cambiemos en 2017, en vista del avance de un tándem entre el PRO y los peronistas reciclados. La preocupación no es menor: la UCR renueva más de la mitad de sus diputados (22 de 40) y un tercio de los senadores (3 sobre 9).

«Los senadores Luis Naidenoff (Formosa) y Fredy Martínez (Santa Cruz), además del diputado Diego Mestre (Córdoba) condimentaron el debate preguntando por qué el radicalismo debía defender las medidas más antipáticas del Gobierno si el partido no era consultado por Mauricio Macri antes de tomarlas. Ya Ernesto Sanz, de entrada libre a la Riosada, ya había anticipado sus quejas por la forma en que se aplicaron los aumentos. Pero se mantuvo callado, igual que el Coti Nosiglia, quien prefirió dar a conocer su malestar por los maltratos de su “amigo” Macri en conversaciones de pasillo. El anfitrión, José Cano, a cargo del Plan Belgrano, y el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, asumieron la tarea de “stopper” y justificaron la actitud del PRO. Angel Rozas y Rafael Pascual buscaron equilibrar», escribió el periodista en la edición de hoy de Clarín.

Y explicó que «en ese clima, José Corral, titular del Comité Nacional, aceptó armar una comisión que reactive los comités partidarios del interior. Ricardo Alfonsín, Mario Negri y los tres gobernadores se ausentaron. Por esas horas, Juan Manuel Casella, quien a la muerte de Raúl Alfonsíon asumió como gurú doctrinario, había dado a conocer una dura carta titulada ´Los dirigentes deben informar´.Como en una escena del film, la UCR sigue En busca del destino».