PS: Preocupación por la crisis de las economías regionales

El Partido Socialista de Río Negro emitió un documento crítico sobre el momento que atraviesan las eonomías regionales. Bajo el título «200 despidos en la Minera Sierra Grande, recesión de la actividad petrolera, prolongación indefinida de la crisis frutícola, incertidumbre en los trabajadores de Alpat, escaso turismo nacional», realizó un informe de situación.

«El Partido Socialista de Río Negro expresa su solidaridad para con los trabajadores de estas actividades así como también con las pequeñas y medianas empresas de servicios y de producción y reclama la urgente intervención de los estados nacional y provincial para solucionar la emergencia en camino a avanzar en soluciones de fondo.

Argentina comienza a pagar los costos de haber dilapidado diez años de viento de cola de la economía mundial, basada en el crecimiento de los países asiáticos, sin haber fortalecido un desarrollo industrial basado en las economías regionales, sin haber cambiado la estructura regresiva del sistema impositivo ni haberle puesto freno a la especulación financiera. La economía China entró en receso y los EEUU, luego de haber esquilmado el petróleo de todo el mundo llegó al autoabastecimiento. Todos hechos absolutamente previsibles.

Nuestro país sigue sin tener un proyecto de largo plazo que proteja su desarrollo humano, sus bienes naturales y su economía, conociendo e interactuando en un mundo que cada vez es más predecible por la abundante cantidad de información que se dispone.

Nuestra economía, más primaria que nunca, que en los últimos años brindó importantes ingresos especialmente por la venta de soja y la liquidación de recursos petroleros a manos de empresas extranjeras heredada ya de la época de Menem, muestra hoy graves problemas por la baja de los precios de ambos productos primarios, que pagarán los trabajadores y los pequeños y medianos productores.

La incertidumbre que genera esta situación y la asunción de un nuevo gobierno que tiene en su matriz el compromiso con los grandes grupos económicos en detrimento de los pequeños y medianos y los trabajadores, más allá de los discursos de campaña y el nuevo relato que va a intentar armar, agrega aún mayor preocupación ante esta ya de por sí grave situación del contexto internacional.

En el caso de Río Negro ya aparece el problema: En la minera de Sierra Grande que ahora debe buscar el mercado interno para su producción. Para la cuenca petrolera de Neuquén y Río Negro la baja del crudo que ya llegó a U$S 28 el barril comienza a generar desocupación y quebranto de las empresas de servicios. El atraso en el pago de salarios a los trabajadores de ALPAT, medida que toma la empresa como consecuencia de la apertura de importaciones . Las expectativas de las zonas turísticas no se cumplen debido a la incertidumbre y la inflación que obliga a reducir gastos en las economías familiares. La fruticultura no tiene financiamiento razonable para iniciar la cosecha prolongando la crisis que hace años la acosa.

Hay, como se expresa en estas líneas, múltiples causales de orden externo e interno pero la principal radica en la falta de una planificación democrática y participativa de nuestra economía atendiendo primordialmente a la protección del trabajo en blanco, de las economías regionales y de las formas sociales de producir y distribuir la riqueza por sobre la economía del capital concentrado que, sin regulación estatal y social, nos conduce a situaciones como la actual».