Montenegro ya se ve en lugar de Bullrich o de Garavano

Cuestiona el manejo de la crisis de la fuga y dice que al ministro de Justicia “le falta calle”.Encuentros con Lijo y Servini y un favor para Canicoba. Recordatorio a Macri en el caso de las escuchas.

Guillermo Montenegro todavía ni siquiera se buscó casa para vivir en Montevideo. Ajeno a las tribulaciones típicas de la vida diplomática, el ex ministro de Justicia y Seguridad porteño está convencido de que su lugar es en el Gobierno y que allí es donde puede prestar mejor sus servicios antes que en la embajada argentina en Uruguay.Así lo explica hoy el sitio Letra P.

El ex juez federal continúa en contacto permanente con los magistrados de Comodoro Py y en esas charlas lanza dardos venenosos contra el desempeño de Germán Garavano en el Ministerio de Justicia. Enumera los reveses del Gobierno en el ámbito judicial, como no haber logrado completar la Corte por decreto, que Alejandra Gils Carbó siga siendo procuradora o la lista de cautelares que llegan ya casi a diario contra los cambios a la Ley de Medios. También, cuestiona que el Consejo de la Magistratura haya quedado en manos del radical Miguel Piedecasas.

Para Montenegro, al titular de Justicia “le falta calle” y por eso sigue circulando por los tribunales de Retiro, casi como un potencial interlocutor con el macrismo. Ariel Lijo, María Servini, Sergio Torres y Julián Ercolini son protagonistas habituales de sus encuentros. Está convencido de que en cuanto una crisis – como el estallido de alguna causa que involucre a un funcionario – sacuda al Gobierno, no habrá otra que convocarlo a él desde su exilio uruguayo.

Durante la conmoción por el escape de los prófugos del triple crimen se contactó con varios intendentes y tampoco dio buenas señales sobre el desempeño de Patricia Bullrich en Seguridad. Montenegro está convencido de que ni la ministra ni su segundo, Eugenio Burzaco, (que se fue mal de su cargo en la gestión porteña y con una riña interna con el ex juez) conocen cómo es el manejo con los jerarcas de las fuerzas de seguridad. Raro, porque cerca de Bullrich alegan que Montenegro no fue convocado al gabinete justamente por la cantidad de vinculaciones, algunas truculentas, con el personal de dichas fuerzas. A esto se suma un veto de Elisa Carrió, quien le recordó a Mauricio Macri que el hombre de San Isidro también tiene relación con los espías que crecieron bajo el gobierno kirchnerista, en especial con Fernando Pocino.

El exjuez le dice a los que lo consultan que Macri fue sobreseído en el caso de las escuchas ilegales por su declaración. También, recomienda no insistir demasiado con el escape de Ibar Pérez Corradi porque ese prófugo, de más nivel que los hermanos Lanatta, fue puesto en libertad por el camarista Martín Irúrzun, uno de los principales aliados del Gobierno nacional en el fuero.

Ahora, su gestión más reciente es intentar salvar a su amigo Rodolfo Canicoba Corral, que está en la lista negra del Gobierno, que ya le ha pedido de que agarre la jubilación.