Nuestro compromiso es #NiUnaMenos todos los días. Por Silvia Horne
Basta de femicidio. Basta de violencia contra las mujeres. El machismo mata. Nadie puede mirar ya para otro lado. Nunca es por amor, es por poder. Basta de fallos machistas y patriarcales. Basta de cosificar a las mujeres. Basta, basta, basta. Estos y tantos otros gritos nos acompañan y se replican en las redes estos días convocándonos a movilizarnos el día 3 de junio.
Sentimos el hartazgo compartido de estar escribiendo esta declaración para esta convocatoria y saber que a los nombres de Chiara, Daiana, Melina, Angeles, Yesica, Irma, Andrea, cada 32 horas se suma otro nombre más y seguramente cuando tengamos registros oficiales será cada 24 horas o tal vez menos.
Nos convocamos este 3 de junio al Congreso, marchamos a tribunales y en todas las plazas del país porque necesitamos la fuerza de un pueblo movilizado, que dice con un estruendoso acto masivo y callejero: BASTA. Sintetizado en #NiUnaMenos, viralizado a través de las redes desde una convocatoria, que pareció surgir de manera espontánea, pero que se asienta en una larga –casi siempre silenciada- lucha de un movimiento de mujeres que desde hace años dijo “lo personal es político”, las violencias contra las mujeres no son un tema privado, son una grave violación a los derechos humanos.
Esta convocatoria tiene que ser un hito que marque un antes y un después en el compromiso que todos y todas debemos asumir para erradicar las violencias contra las mujeres. Desde el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y la sociedad en su conjunto tenemos algo que aportar y compromisos concretos a asumir sin dilaciones ni excusas. Incluso aquellas figuras mediáticas o políticas que se suben a la ola de sacarse la foto #NiUnaMenos como si fuera un cartel de moda, también sean bienvenidos y bienvenidas, deberán demostrar a una sociedad movilizada las respuestas efectivas y concretas que aportarán para producir los cambios que necesitamos para terminar con los femicidios y las violencias de género contra las mujeres. También esperamos que la sociedad se solidarice, denuncie y rechace tantos ataques violentos por su condición de género, que desde hace ocho años viene recibiendo nuestra presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Por eso exigimos, reclamamos y nos comprometemos:
Acceso a la justicia para las víctimas de todo tipo y modalidad de violencia de género y respuestas efectivas contra los violentos. No más re-victimizaciones. Deben definirse dispositivos especiales de actuación con los violentos y en los casos de mayor riesgo. Las y los jueces, fiscales, funcionarios judiciales y fuerzas de seguridad tienen que cumplir la ley vigente, respetar los tratados de derechos humanos, la constitución e incluir la perspectiva de género en el cumplimiento efectivo de la legislación, ya que claramente aporta en el camino de la erradicación de la violencia de género. Les corresponde rendir cuentas a la sociedad. Basta de fallos machistas y patriarcales. La democratización del Poder Judicial que está pendiente, es urgente y debe hacerse efectiva.
No más dilaciones en la implementación del Plan nacional integral para prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres. Se deben fortalecer las respuestas y responsabilidad de todas las jurisdicciones: nacional, gobiernos provinciales y municipales. Hay que definir los presupuestos acordes y necesarios para la efectiva implementación del Plan y el cumplimiento pleno de la Ley 26485. Darle integralidad y articulación a las políticas es imprescindible para llegar a desarrollar las respuestas efectivas y concretas -en su territorio- a cada mujer que sufre violencia. Implementar el registro oficial de femicidios y violencia de género. Garantizar servicios especializados interdisciplinarios de atención en cada localidad.
Exigimos a los Gobiernos Provinciales el cumplimiento de la ley 26150 de educación sexual integral en todos los establecimientos escolares y todos los niveles de enseñanza. Porque propone la construcción de vínculos sin violencia y reconoce toda nuestra diversidad, para no reproducir estereotipos de género, que cristalizan en relaciones de violencia, subordinación y discriminación. El Consejo Federal de Educación debe presentar un plan de avance en el cumplimiento efectivo de la Ley y las decisiones adoptadas para enfrentar los obstáculos para su implementación. Es necesario el compromiso de todo el sistema educativo y la comunidad para promover prácticas no discriminatorias y de igualdad.
Debe protocolizarse con carácter de exigibilidad, con sanciones efectivas, el tratamiento mediático de los femicidios y la violencia de género. Vamos a seguir impulsando con toda la fuerza la implementación plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, porque la desmonopolización contribuye a la presencia de la pluralidad de voces y porque debe hacerse cada vez más efectiva una comunicación que no tolere ni promueva la violencia contra las mujeres. Es necesario poner fin a una cobertura de los femicidios y la violencia que la exacerba y espectaculariza, para hacer realidad una comunicación no sexista que contribuya a terminar con el tratamiento de las mujeres como objetos de mercantilización, consumo y objetos de las violencias. Las empresas propietarias de medios de comunicación también deben hacerse cargo del tipo de productos comunicacionales que ofrecen, como también las agencias de publicidad. Las y los periodistas deben hacerlo también desde su lugar de trabajo.
El compromiso por una vida libre de violencia es el compromiso con un profundo cambio cultural. Todos y todas tenemos algo que aportar: desde la crianza de nuestros hijos e hijas en el amor y la igualdad, dejando de lado el no te metas, ayudando a las mujeres que sufren violencia, pidiendo orientación sino sabemos como hacerlo, no aceptando ni promoviendo chistes machistas, ni la banalización del maltrato hacia las mujeres, no consumiendo ni productos ni programas que se promuevan desde el sexismo y la violencia de género. Es necesario decir con acciones concretas, no más tolerancia a las violencias contra las mujeres.
Es necesario, tal cual lo establece la Ley 26485, dar respuestas para todos los ámbitos y modalidades en los que la misma se reproduce y perpetua. Por eso defendemos la autonomía y decisión de las mujeres sobre su cuerpo, que las diversas formas de violencias vulneran. Reconocemos también las muertes de mujeres por la ilegalidad del aborto como una forma de los femicidios silenciados y como parte de un debate pendiente. Reclamamos que todas las Provincias
del país implementen la Guía Técnica para la atención integral de los abortos no punibles producido por el Ministerio de Salud de la Nación.
Nuestro compromiso desde el Proyecto Nacional, Popular y Democrático es con una sociedad más justa y más igualitaria. Estos años se han tomado decisiones políticas y legislativas fundamentales para mejorar la vida cotidiana de todas las personas. Ahora es el momento de redoblar los esfuerzos para hacer efectivo el cumplimiento de las leyes contra la violencia machista y patriarcal. Convocamos a crear un “Foro Multisectorial de erradicación de la violencia contra las mujeres”, que se integrará por las principales referencias de las fuerzas políticas y sociales con mayor experiencia y trayectoria en esta temática, para contribuir a hacer efectivo el compromiso público asumido este 3 de junio por nuestro pueblo movilizado.
Para este proyecto que gobierna el país desde el año 2003, encabezado en los últimos 8 años por la primera mujer presidenta electa y re-electa, la política es la herramienta para producir las transformaciones sociales y desde el compromiso político, la organización y la participación es que lograremos concretar todo lo que falta. Lo hacemos desde las convicciones, desde la defensa de todo lo conquistado y porque vamos por más. Vamos por NIUNAMENOS.
Legisladora: Silvia Horne.
Vicepresidenta del Bloque Frente para la Victoria