Soria opinó sobre el sobreseimiento de Igoldi en la causa Salto Andersen

General Roca.- El intendente de General Roca, Martín Soria, opinó en relación a la reciente decisión adoptada por el Juez Penal de Viedma Fabio Igoldi, en la que se resolvió el sobreseimiento de los involucrados en la causa iniciada por la “millonaria estafa consumada en la Central Hidroeléctrica de Salto Andersen”.

Martín Soria, que en su carácter de Legislador provincial, tuvo un activo desempeño en el impulso de la causa, manifestó que: “es alevoso el grado de connivencia en el que se sumerge hoy la Justicia rionegrina, el Juez Igoldi dejó impune la corrupción en la construcción de Salto Andersen, y hace un mes atrás hizo lo mismo con el inexplicable enriquecimiento de Sartor»; y agregó, «ningún rionegrino duda que entre tantos proyectos y objetivos del Gringo Soria que Weretilneck se encargó de destruir apenas inicio su gobierno, se encontraba precisamente transformar el Poder Judicial. Queríamos tener magistrados eficientes, probos e independientes; pero en lugar de eso, la única preocupación de este pésimo gobernador, ha sido archivar todas las denuncias ante el Consejo de la Magistratura y meter descaradamente amigos en la Justicia para lograr impunidad.”

Ejemplificó: “sino como se entienden que a los cargos más importantes ingresaran personajes carentes de trayectoria y sin mayor atributo que ser amigos del gobernador o de su alter ego, el Fino Sartor. Así ingresó Gallinger, que de militante del travestismo político y funcionario de Wereltineck, pasó a ser Camarista Electoral; o el mismo Apcarián, cuyo principal antecedente para ocupar un cargo en el STJ es el de ser muy, pero muy amigo del gobernador; lo mismo ocurre con la Dra. Zaratiegui, intima amiga de la familia Sartor. Aquí en Roca acaban de designar a Pellizón otro amigo de Sartor, que pasó por arte de magia de simple abogado de la matrícula a camarista penal; y ni hablar del emblemático muchacho de Viedma que se dedicaba a bailar con un vaso de whisky en la cabeza en las fiestitas nocturnas que celebraba con los mismos funcionarios que tenía que investigar, y que fue ascendido meteoricamente a Camarista Penal de Viedma”.

Para Soria «en modo alguno estas designaciones resultan casuales. Ahora que los amigos de Wereltineck y Sartor ya están instalados, viene la segunda etapa del plan, que no es otra cosa que brindar impunidad a los delincuentes que tiene por socios y ensuciar judicialmente a sus adversarios. Solo así se explican las extrañas investigaciones iniciadas de oficio para quienes criticamos a éste perverso e inútil que tenemos por gobernador.”