Sumario a profesor reveló “amenazas y discriminaciones” a alumnos

Bariloche (ADN).- Un sumario administrativo que inició la Junta de Disciplina Docente de Río Negro a un profesor de Geografía del CEM N°138 de Bariloche confirmó que padres y alumnos lo denunciaron por utilizar, presuntamente, “expresiones inadecuadas, desvalorizaciones, amenazas, discriminaciones, trato de igual a igual hacia los/as alumnos/as y no recibiría los trabajos prácticos”.

También quedó al descubierto que alumnos y alumnas no querían concurrir a clases manifestando dolores e indisposiciones, en algunos casos.

Las actuaciones fueron formalizadas el 28 de octubre del año pasado, pero recién se difundieron oficialmente el jueves pasado, según constató ADN.

Se trata del expediente N°135805-EDU- caratulado “Presunto mal desempeño del rol docente: Emilio Miguel Angel C. – CEM N° 138 San Carlos de Bariloche”. ADN resguarda el apellido porque aún no finalizaron las actuaciones sumariales.

Las acciones se iniciaron con la remisión a la Junta de Disciplina Docente de la prevención sumarial realizada al docente por la Supervisión de Nivel Medio. Ante la denuncia, la Junta de Disciplina Docente, mediante la resolución N° 41/10, resolvió instruirle sumario administrativo y pedagógico al referido profesor. Similar instancia se adoptó respecto de la docente Adriana Erica Ruth A., también profesora del CEM N° 138.

Por otra parte, se investigó si el docente, encontrándose en uso de licencia desde el 06/03/2012 al 23/11/ 2012 en la provincia de Río Negro se habría desempeñado también en establecimientos de la provincia de Tucumán durante igual período.

Se consideró necesario aclarar que, dado que se anuló la prevención al dar inicio al sumario, la instructora sumariante que llevó adelante la investigación en primera instancia sólo tomó declaración testimonial a dos personas y que han pasado varios años del inicio de esta Instrucción. Por eso, “fue dificultoso contactar a alumnos y demás testigos que pudieran dar cuenta de los hechos investigados”.

Por tal razón, para la elaboración del capítulo de cargos se tendrá en cuenta la documentación que obra en el expediente y que da inicio al sumario y las pocas declaraciones que se pudieron obtener de los que fueron alumnos en su momento del docente Emilio C.

Sobre si utilizaría expresiones inadecuadas, tanto los padres que expusieron sus planteos en la escuela y que quedaron plasmadas en las actas correspondientes, como los alumnos que brindaron su declaración testimonial, coincidieron en afirmar que el docente C, en diversas ocasiones, se dirigió a los alumnos con expresiones tales como: “cabezón”, “idiota”, “tarado”, “no te entran las cosas en la cabeza” y “orejudo” .

Por su parte, el entonces director del CEM N° 138, Mario Dini, al brindar declaración testimonial expresó: “Utilizaba expresiones como “cabezón “, usaba términos despectivos para dirigirse a los alumnos, circunstancialmente gritos, exagerando el tono, inclusive cuando se dirigía a mi persona”. La vicedirectora del CEM N° 138 también expresó al respecto: “Los términos que utilizaba era “cabezón”, “idiota “, “señor”, “señorita” con un tono que no era el adecuado en un espacio educativo”.

Los chicos a los que se les toma declaración testimonial en el año 2013 manifestaron: “Por lo general las clases eran a los gritos”, “Hacia mis compañeros, no hacia a mí, sobre todo hacia las chicas, desvalorizándonos como estudiantes. “Ustedes no tienen” no recuerdo lo que decía… Era como que no teníamos estudios, que no éramos estudiantes. Ante un conflicto con las chicas sobre todo, les decía que las tenía “entre cejas y cejas” eso lo escuché yo“. “No, ni tono ni vocabulario “. “A un compañero le decía que si quedaban sin señal del celular iba a ponerse cerca de él por sus orejas. Ese chico se llamaba Heber B. pero también lo llamaba “Dumbo”.

Agregó el expediente: “Que sobre desvalorizaciones, amenazas, discriminaciones, trato de igual a igual hacia los/as alumnos/as, si bien hay diversos testimonios de estudiantes que brindaron su declaración testimonial, en cuanto a desvalorizaciones y discriminaciones, no así amenazas, en las actas con los padres, esta cuestión no se manifiesta de manera fehaciente. Se plantea un trato inapropiado, con algunas desvalorizaciones, pero no específicamente discriminatorio”.

“Discriminaba a un compañero por tener orejas grandes. Otra vez me dijo a mí que yo no tenía el nivel académico para hablarle a él. Una vez, fuera de clases, él le dijo a un chico que salía conmigo, cómo podría estar conmigo. Hacia mis compañeros, no hacia a mí, sobre todo hacia las chicas, desvalorizándonos como estudiantes. “ustedes no tienen” no recuerdo lo que decía… Era como que no teníamos estudios, que no éramos estudiantes. Ante un conflicto con las chicas sobre todo, les decía que las tenía “entre cejas y cejas” eso lo escuché yo “;“sí, por ejemplo, separaba a los alumnos: los distraídos de los comprometidos, hacía diferencias con aquellos que supuestamente “no les daba la capacidad”.

“Ponía primero a los más comprometidos con la materia, a los demás nos rebajaba. Yo estaba en el grupo de los distraídos”. Que con relación al trato de igual a igual hacia los alumnos, es una apreciación subjetiva que no pudo ser valorada en esta circunstancia. Que con respecto a que no recibiría los trabajos prácticos, no se pudieron recabar testimonios que dieran cuenta de esta situación. Si hay opiniones coincidentes en que el profesor pautaba detalladamente con qué lapicera y qué tipo de cuaderno debían llevar los estudiantes, pero no hay referencia alguna a la no recepción de trabajos prácticos.

En las declaraciones testimoniales los alumnos manifiestan no recordar específicamente este hecho.

Por lo expuesto, la instrucción concluyó que el docente Emilio C. en ocasiones, tuvo un trato inapropiado con los alumnos, incurriendo en algunos casos en desvalorizaciones, no pudiendo comprobarse la existencia de discriminaciones y amenazas, como así tampoco la no recepción de trabajos prácticos. No obstante ello, con su actitud, el docente C. transgredió el artículo 5° inciso i) del Estatuto del docente, que expresa:

“Respetar y favorecer en cada educando su peculiar inquietud y manera de perfeccionamiento, estimulando y orientando su particular vocación, con total respeto de su conciencia y dignidad personal, adecuando su labor docente a las exigencias psicológicas de los alumnos y al nivel de aprendizaje de los mismos”.